De aquí en adelante el impúber es transladado inhumanamente por varias casas para simple sostenimiento. Primero con una nodriza que le rechaza, ingenuamente, por creer que esta poseído por el demonio; el padre Terrier, a quien le lleva, también hace gestos de repugnancia ante la pobre criatura, y, finalmente, es llevado a algo así como un ‘pequeño orfanato’, donde convive con varios otros muchachos bajo la protección de Mme. Gaillard (de quien hablaré mas adelante). Pero acá solo se tiene sostenimiento mínimo, más al pequeño no se le da una crianza integral, lo que daría una madre, pues este es rechazado al instante que no llega la paga de Terrier. A nadie le importaba nadie más, es evidente, y precisamente la condición futura de Gaillard, como señala Süskind, es igual: la señora pierde todos sus bienes y es enviada al lugar que detestó toda su vida, precisamente allí en condiciones infrahumanas es colocada junto a decenas de mujeres en igual estado ‘hasta que se mueran’, y de ahí son llevadas a gigantescas fosas comunes. Y olvidadas.
De acá en adelante vemos que el personaje se establece en otro trabajo mísero, pues trabajaba atemorizado de Grimal, su jefe, quitando carne de putrefacto cuero entre vapores cáusticos, contento de cualquier comida que se le diese; tal fue su condición que, dado a su inmenso esfuerzo-para que no le mataran-ascendió un rango: ahora era un animal doméstico útil. Eventualmente contrajo ántrax, enfermedad procediente de las vacas, por su poco higiénico trabajo entre pieles. Pero como tocaba a todos en aquella época, así fuere para peor, sobrevivió bajo sus propios medios.
En adelante volvemos a encontrarnos con el conflicto de la miseria justamente en el punto en que Grenouille parte de donde Baldini para el Sur. Pero antes, observamos una vez más que bajo la protección de éste, Grenouille vuelve a contraer graves enfermedades por la incontenible emergencia sanitaria parisina, y francesa.
En el momento de partir al Sur, vemos que Francia se encuentra en una guerra con Inglaterra. La orden del Rey, contra su gente, toma una resolución alocada: hace derribar todas las casas que limiten contra el Río Sena en París, de forma que, con la caida de aquellas, mueren sus integrantes al instante.
De este punto en adelante en el relato nos encontramos continuamente leyendo la aguda descripción de escenarios similares a los que ya he descrito: condiciones verdaderamente inhumanas donde la gente, verdaderamente, era desafortunada de sobrevivir a una enfermedad, pues después de esta vendría otra, y otra, y otra, o simplemente el hecho de seguir viviendo en un país donde el gobierno se limitaba a trabajar por la oligarquía, por mantener el régimen pero los ciudadanos eran un tema de segundo plano.
Para concluir, podemos considerar que el relato de Süskind embarca apropiadamente el contexto histórico a través de 70 años del siglo XVIII donde se observa que verdaderamente la humanidad atravesaba una crisis de principios, desde los superiores hasta las clases bajas, inadmisible. Pues la humanidad toda era la misma en estos tiempos: quien tuviese el poder, quien contratara a un empleado, quien reinase sobre sus súbditos como el Rey sobre el (y ellos), no sentía nada por ellos, eran ‘animales domésticos útiles’. Y precisamente esto nos lleva a la pregunta con la que cerraré mi ensayo: si estas fueron las condiciones, probablemente, tambien en el siglo XVII y XVI, ¿Por qué tomó hasta 1793 para derrocar a un sistema que escribió una página negra en la historia francesa?
Andrés Jiménez, 10-2
Spanish essay on Patrick Suskind.
Leo F. Buscaglia señala en su libro “El Amor”, que una crianza integral debe ser tanto física como psicológica. Un niño que viene al mundo, que se le brinda todo tipo de sustento biológico morirá si no se le brinda el amor necesario. De no morir ‘fisicamente’, morirá a nivel sentimental, no será un humano en el futuro.