Discurso sobre el origen de la igualdad entre los hombres y las caricaturas
Discurso sobre el origen de la igualdad entre los hombres y las caricaturas
Andrés Jiménez
Los grandes artífices del entretenimiento infantil televisivo, William Hanna y Joseph Barbera, se encargaron durante el siglo pasado de brindar a la juventud nuclear con los prototipos didácticos de la cotidianidad de su mundo contemporáneo, así como una visión hacia el ‘pasado’ de la humanidad (en ‘los picapiedra’) así como hacia el futuro (‘los supersónicos’). Sin embargo, su programación poco enfocada hacia la realidad mundial, donde se otorgan facultades de superhéroes a algunos, donde el futuro parece ser un montón de burbujas voladoras y donde los animales andan rampantes a la par de los humanos, parece ser una doctrina poco educativa y que aparta a nuestras juventudes de la realidad de las cosas.
Don Gato, uno de los principales programas de la cadena, trata sobre un gato norteamericano y su pandilla, que se encargan de sus negocios entre la sociedad humana misma, de un modo algo picaresco, rayando en la ilegalidad de una ‘Mafia’ que los lleva a estar constantemente asediados por el oficial Matute, un policía humano que se encarga de proteger el sector de esta ciudad (Probablemente Nueva York, USA).
En el siguiente análisis trataremos extensamente y teniendo en cuenta a una serie de autoridades sobre el tema, las consideraciones en términos socio-económicos de la aparición de ‘Don Gato’ y otros animales en unos escenarios de la civilización humana, sus posibles causas y sus paradójicas repercusiones.
Ni siquiera en los mas remotos tiempos de la república griega habíase considerado una idea como la convivencia entre un gato con corbatín y la sociedad humana. Un concepto democrático, donde los habitantes de la polis, o ciudad griega, estuviesen ubicados de manera equidistante en un círculo (la sociedad), frente al centro (el estado). Se concebía, sin embargo, a los ciudadanos como aquellos que eran verdaderamente griegos, mientras que la humanidad concebía aún a los esclavos como razas inferiores no pertenecientes a esta democracia; su estatus, que no les otorgaba derechos equitativos a los de los “ciudadanos”, los colocaba en un nivel inferior, igualándose solo a los animales y criaturas salvajes. ‘Don Gato’ nos brinda una paradoja en estos términos pues si se considera el progreso de la civilización humana, apenas hace poco se ha concebido la emancipación de ciertas razas y culturas del género humano. Entonces, ¿en qué punto los animales adquieren esta misma liberación e inclusión en las sociedades, o es que Don Gato, Cucho, Benito y demás son ciudadanos inferiores y sus avances han sido en términos de evolución intelectual?