Al parecer, las razones de dichas generalmente violentas expansiones son varias. Estables unidades políticas y administrativas, como el reino franco y las monarquías anglosajonas de Inglaterra tenían poca resistencia que oponer a los asaltantes nórdicos. Las imágenes ofrecidas por los legados escritos probablemente estén influenciados por este hecho, ya que los vikingos son descriptos como terribles piratas y saqueadores. Pese a serlo, los vikingos poseían también otras cualidades distintivas. Algunos de sus caudillos probablemente eran hábiles organizadores, ya que una eficaz táctica militar podía asegurar una victoria en el campo de batalla. Además, los vikingos establecieron regímenes políticos y administrativos en los territorios conquistados. Algunos de ellos no sobrevivieron la era vikinga, como los reinos de Dublín y York, pero Islandia sigue viviendo como Estado, la monarquía de Kiev sería la base del imperio ruso, y huellas del talento organizador de los jefes vikingos son claramente visibles hoy día en la Isla de Man y en Normandía. En Dinamarca se han hallado restos de fortificaciones, de fines del período de apogeo vikingo, donde podía concentrarse gran número de tropas. Las fortificaciones tienen forma circular y están divididas en cuatro cuadrantes, con edificios en cuadro en cada uno de ellos. Los recintos fortificados están concebidos con una precisión que atestigua gran sentido del sistema y del orden por parte de los jefes vikingos, y también que, en el séquito del rey danés, había gente con profundos conocimientos de geometría y agrimensura.
También, se ha dicho que la expansión de la era vikinga fue provocada por una superpoblación, aunque esto no justifique el repentino inicio de las series de ataques. Por otro lado, también se reconoce una presión demográfica que los recursos de los países escandinavos no podían sostener. Los hallazgos arqueológicos muestran que se roturaron nuevas fincas en zonas boscosas escasamente pobladas a la vez que tenía lugar la expansión por tierras foráneas. La presión demográfica, pues, constituye seguramente sólo parte de la explicación. Otra causa pudo ser la extracción del hierro; el que hubiera suficiente hierro para forjar armas para todos los guerreros que partían en las expediciones, debió proporcionar superioridad táctica.
El autor del artículo Los Vikingos es Arne Emil Christensen, catedrático, doctor en filosofía y letras del Museo de Antigüedades de la Universidad de Oslo, y especialista en historia de la construcción naval y de la artesanía en la Edad del Hierro y la Época de los Vikingos. Siendo Christensen noruego, esto puede llegar a traer cierta subjetividad, en su obra, ya que jamás optaría por criticar a los vikingos, siendo estos parte de su cultura, al igual que orgullo nórdico, siendo ellos quienes por primera vez insertaron a Escandinavia en el marco internacional (“...Entre el año 800 y 1050 d.C. aparecen definitivamente los pueblos nórdicos.”)
Adopta una postura favoreciendo a los vikingos al decir que “..La historia escrita de los vikingos es obra, principalmente, de autores de Europa occidental, nada afectos a los hombres del norte, y no cabe duda apenas de que nos presentan sus peores aspectos. Las excavaciones arqueológicas efectuadas en Escandinavia y el extranjero ofrecen una imagen mucho más matizada. Se han descubierto plantas de casas de granjas y mercados donde objetos perdidos y destrozados nos hablan de una simple vida cotidiana...”. Con esto el autor trata de decir que los vikingos no necesariamente piratas, salvajes o bárbaros sanguinarios (así eran vistos por sus contemporáneos), sino que podían perfectamente dedicarse a tareas domesticas o cotidianas similares a las de cualquier otra persona o raza.
No todos los vikingos eran salvajes como se los consideraba en aquel entonces. Es más, según el libro Vikingen, los vikingos eran en primer lugar comerciantes y en segundo lugar, piratas. El libro Vikingen es necesariamente objetivo. Esto se debe a las diversas nacionalidades de los creadores de éste libro. Por ejemplo, un francés, como Yves de Bouard, jamás compartiría el mismo punto de vista que un islandés (Kristján Eldjárn), ya que su país sufrió numerosos ataques de parte de los nórdicos, mientras que para los islandeses los vikingos son casi los padres de la patria.
Un ejemplo que podría llegar a sustentar ésta hipótesis, es que si un vikingo veía una embarcación más pequeña con cargamento valioso, éste se sentía tentado, y muy fácilmente dejaba de lado la balanza (instrumento muy utilizado por los mercaderes para la comercialización, p.ej medir plata), tomaba su espada y se disponía a combatir, dada la importancia que podía llegar a tener un barco de carga valiosa. Las armas que poseían los vikingos muchas veces eran para defenderse, ya que los ataques por parte de distintos grupos de bandidos en aquella época eran frecuentes.
Había, entonces, dos clases de vikingos: Los guerreros y los comerciantes pacíficos. Estos últimos se dedicaban pura y exclusivamente al comercio, principalmente con los árabes. Los vikingos admiraban mucho a Constantinopla (ciudad que jamás lograron invadir), por su esplendor y, principalmente, por la numerosa cantidad de habitantes (en la principal ciudad vikinga Birka
vivían alrededor de mil personas, cifra insignificante al lado de los cien mil habitantes de Constantinopla). También por lo bien situada que encontraba ésta ciudad geográficamente, ya que se encontraba en la frontera entre Europa y Asia y constituía el único pasaje por mar entre los Mares Mediterráneo y Negro.
Vale aclarar que las relaciones entre árabes y vikingos siempre fueron buenas y éstos últimos eran considerados amables y de “cultura materialista” por los orientales. También, en la isla de Björkön, ubicada 30 kms. al oeste de Estocolmo, se han hallado monedas de origen árabe. Esto, junto con el hallazgo de herramientas provenientes de occidente (Francia y las Islas Británicas), demuestra cuan extensas eran las rutas de comercio vikingas.
Pese a ser reconocidos comerciantes, los Vikingos vivían en comunidades agrarias autárquicas, en las que la agricultura y la ganadería se suplían con la caza, la pesca, la obtención del hierro y la extracción de determinados minerales para calderos y piedras de afilar. Aunque la sociedad campesina era casi totalmente autosuficiente, se comerciaba también con algunos productos: por ejemplo, sal, indispensable para los hombres y el ganado. Este artículo de uso cotidiano no se transportaba más lejos de lo necesario, mientras que los objetos de lujo se traían de lugares más meridionales de Europa. El hierro, la piedras de afilar y los calderos de esteatita eran artículos de exportación que contribuyeron notablemente al florecimiento mercantil de la época de los vikingos. Incluso en períodos de frecuentes correrías e incursiones de los normandos, existió actividad comercial entre Escandinavia y Europa occidental.
Entre todas las características de los vikingos, sobresale una que sin duda llevo a los vikingos a sus famosas colonizaciones: la superioridad táctica de las naves vikingas. Según Ole Crumlin-Pedersen, la navegación (o mejor dicho la vela) fue el elemento que hizo posible la expansión vikinga.
Que los vikingos fueron unos de los mejores navegantes en la historia de la humanidad no es ninguna noticia. Pero, donde se hallaba esta superioridad naval con respecto a otros pueblos contemporáneos?
Una razón puede decirse fue la situación geográfica de Suecia, Dinamarca y Noruega. Mientras que Suecia y Dinamarca estaban ambos constituidos cada uno por miles de islas que formaban un gran archipiélago. En Noruega, en cambio, abundaban los masivos, impenetrables bosques y extensas cadenas montañosas.
Pese a las diferencias geográficas de los países, los tres tenían agua y mar en común. Esa fue la razón por la cual los vikingos comenzaron a desarrollar sus embarcaciones con gran facilidad. El mar era el único medio que los nórdicos tenían para comunicarse con el resto del continente y oriente.
Hubo también un descubrimiento que sin duda contribuyó a la superioridad naval vikinga: las naves fueron equipadas con quilla. Esto posibilitó erigir un mástil y hacer uso de la vela. Pese a que el trabajo duro con los remos no finalizó con esto, se ofreció la posibilidad de realizar viajes de mayor distancia. En conclusión, la quilla a las naves vikingas le brindó: Que éstas se puedan construir anchas, lo cual les dio aptitud naval, y de poco calado, que le daba velocidad a las naves.
Las embarcaciones nórdicas también presentaban otras características. Eran elásticas bajo la línea de flotación, lo cual las protegía de las violentas olas. El entablonado de la cubierta estaba construido de manera tal que el drenaje del agua se llevara a cabo sin complicaciones y se eviten las inundaciones.
Hoy en día, una nave de la misma medida que una vikinga puede alcanzar una profundidad de entre dos y tres metros bajo la superficie del agua, mientras que la nave vikinga podía sumergir solo medio metro. Esto no solo le daba a las embarcaciones alta velocidad, sino que también la posibilidad de atracar prácticamente donde sea.
Estas embarcaciones eran independientes del viento, ya que se utilizaba una combinación entre vela y remos. Ésta característica, más la superioridad en velocidad y tamaño (20-25 pares de remos y capacidad de transportar alrededor de 50 hombres), se puede decir constituyen la superioridad de las naves vikingas. Igualmente, estas poseían una desventaja: no podían construirse demasiado grandes ni demasiado largas, ya que toda la embarcación debía estar sostenida por la quilla. Esto implica que si la medida de la embarcación se excedía de lo común, esta muy fácilmente tendía a perder elasticidad y equilibrio.
Igualmente, estos factores no impidieron la hegemonía naval nórdica durante casi 4 siglos.
En cuanto a las técnicas utilizadas en la navegación, éstas se basaban en estimaciones de cursos navegados y velocidades adquiridas. Las direcciones se estimaban con respecto al sol y las estrellas, así como la dirección del viento y la marejada. Las velocidades se estimaban utilizando conocimiento heredado y mediante experiencia personal de cómo funcionaban los barcos bajo un vasto numero de circunstancias. Además, muy atentamente buscaban signos de cambios climáticos, del viento y evidencia de tierra detrás del horizonte. Estos simples, empíricos métodos de navegación oceánica fueron utilizados durante siglos por varias civilizaciones marítimas (fenicios y griegos en el mediterráneo, vikingos, etc.), y prevalecieron, se cree, hasta el siglo XIII, cuando se comenzó a utilizar brújula magnética.
Igualmente, se cree que los nórdicos también utilizaban técnicas de navegación latitudinales en sus viajes a través del Atlántico, pero si poseían un instrumento similar al kamal árabe, o si podían medir la altitud de la estrella polar a ojo con suficiente exactitud no se sabe. Otra teoría es que tenían una brújula solar. El recorrido del sol, de este a oeste, depende de la latitud del observador y la época de año. La única dirección fija y constante, independiente de la latitud o época, es cuando el sol esta en su punto de máxima altura.
De todos los viajes y colonizaciones realizados por los vikingos, en un lapso de dos siglos (800-1000 a.c.) descubrieron casi todos los lugares habitables entre Escandinavia y Labrador, probablemente el más conocido es aquel que los llevó a descubrir América, en el año 1000 d.C.
Toda esta travesía se inició con otro de los más grandes descubrimientos vikingos: Groenlandia. Cuando Erik el Rojo fue desterrado de su Noruega natal, y posteriormente de Islandia, éste inició un peligroso viaje (sin mapas ni piloto, y continuamente amenazado por las tempestades y la niebla), llegando 725 kms., de cinco a siete días de viaje, al oeste de Noruega a la segunda isla más grande del mundo (groenlandia), en la región de Angmagssalik. Poniendo rumbo al sur, llegaron a una zona deshabitada, donde abundaban las praderas, las aves, el pescado y los caribúes (especie de renos). Erik bautizó esta tierra Grönland, con la intención de atraer a los colonizadores. Al ser autorizado nuevamente su regreso a Islandia, recluto colonos para emprender un nuevo viaje. En total llegaron a Groenlandia 14 embarcaciones (el resto de las 25 que habían zarpado sucumbieron a los peligros y dificultades del viaje). Allí se instaló uno de los más grandes asentamientos vikingos, fuera de Escandinavia, y pudieron satisfacerse los tres impulsos que motivaron casi todas las exploraciones nórdicas: el deseo de adquirir fama imperecedera, la curiosidad y el afán del dinero.
Hacia el año 985, un comerciante islandés, Bjarni Hjérolfson, que intentaba llegar a Groenlandia, pero se desvió y navegando a la deriva, divisó entre la niebla una tierra que no coincidía con la descripción de Groenlandia. Al retomar su rumbo y finalmente llegado a Groenlandia, fue criticado por su falta de curiosidad. Ésta misma curiosidad característica de los nórdicos, llevó a Leif Eriksson, hijo de Erik el Rojo, a iniciar, 15 años más tarde, el mismo viaje hacia estas tierras desconocidas. Llegó, junto con 35 hombres, a una tierra que llamó Helluland (“el país de las losas de piedra”), situada en la parte sur de la isla de Baffin, a 320 kms. al oeste de Groenlandia. Desde allí siguió hasta el sur y llegó a la isla de Labrador, la cual el llamó Markland ( “el país de los bosques”). Continuando su viaje, Leif y sus hombres llegaron a un país paradisíaco, de clima suave, con grandes praderas y ríos ideales para la pesca. Uno de los tripulantes explicó un día haber visto uvas silvestres, por lo que la tierra se llamó Vinland ("el país del vino”). Pasaron allí el invierno y regresaron a Groenlandia en verano, con un cargamento de uvas y maderas. Al regresar se enteraron de la muerte de Erik, y Leif jamás regresó a las tierras que había descubierto.
Los hermanos de Leif sí continuaron viajando. El primero de ellos en emprender viaje fue Thorvald, quien localizó el lugar donde había pasado Leif el invierno y continuó más allá, hasta encontrarse con indios nativos, skraelings (feos). El asesinato de ocho skraelings por parte de los nórdicos desencadenó en la muerte de Thorvald en la bahía de Fundy (unos 200 kms. al sur de Vinland). El resto de los vikingos regresó a Groenlandia.
El tercer hermano, Thorstein, fue el encargado de emprender el tercer viaje, pero murió de una enfermedad antes de llegar al destino.
El cuarto y último viaje fueron realizados por Thorfinn Karlsefni, un mercader islandés, marido de la viuda de Thorstein. Éste viajó con la intención de formar una colonia, juntó con 60 hombres, 5 mujeres y abundante ganado, y se establecieron en el mismo lugar dónde había acampado Leif. Allí establecieron un contacto con los skraelings e intercambiaron pieles y otros artículos. Sin embargo, una serie de conflictos desataron una batalla entre vikingos y skraelings. Pese a salir victoriosos, los vikingos decidieron poner fin a la expedición y regresaron a Groenlandia.
Una vez iniciado el siglo XI, no hubo más intentos de establecer colonias en Vinlandia. La expansión vikinga hacia el oeste había alcanzado su punto límite y comenzaba a debilitarse, ya que comenzaba a retirarse de las costas de Norteamérica. Igualmente, durante los siguientes siglos todavía se realizaban viajes de Groenlandia a Vinlandia, para obtener pieles y madera.(Este dato contribuye al hecho de que los viajes vikingos se realizaban principalmente para comerciar).
Por último, los viajes se interrumpieron, y la civilización nórdica en Groenlandia acabó por extinguirse, durante el siglo XV, víctima entre otras cosas del frío, la desnutrición, las enfermedades y las incursiones de los esquimales.
Las colonizaciones y los viajes vikingos cesaron definitivamente a medida que las cruzadas volvieron a abrir el comercio entre Europa Occidental y el Oriente, y el viaje a través de las tierras del Norte resultaba innecesario. Además, aparecieron nuevos reinos en el oeste, tales como Inglaterra e Irlanda, al igual que estados en el este, capaces de defenderse. Por ende, los viajes vikingos con fines bélicos ya no valían la pena. Encima, muchos vikingos ya se habían convertido al Cristianismo y, por lo tanto, pacificado.
Conclusión
La finalidad de las colonizaciones vikingas se podría decir difieren según la ubicación de los destinos. Por ejemplo, los viajes a países como Francia o Gran Bretaña se realizaban para saquear y difundir terror, debido al miedo que se les tenía y la fragilidad de esos reinos, combinado con la cercanía a Escandinavia.
En cuanto a países como los del Medio Oriente (al igual que con la mayoría de lugares colonizados, especialmente los más remotos), dichos viajes se realizaban por razones de comercio, principalmente. Toda la zona sureña de Europa se encontraba bajo el control del imperio romano, y encontrarse en conflictos con ellos era algo inimaginable. Encima, las costas del Mar Mediterráneo eran las principales zonas de comercio en todo el mundo.
De acuerdo a muchas fuentes consultadas, los vikingos eran principalmente mercaderes, y sus viajes eran realizados con dicha finalidad. Sin embargo, ni bien se les presentaba la oportunidad tomaban sus espadas y se dedicaban a la piratería y a saquear aldeas (algo no fuera de lo común para la época, ya que muchas de las grandes poblaciones hacían lo mismo). Por ejemplo, el tamaño de sus embarcaciones generalmente alarmaba a los distintos pueblos, y los vikingos al ver el terror que difundían sacaban provecho de eso y mostraban su otra cara, cuando en realidad quizás se trataba de un pueblo pacífico como tantos otros.
Apéndice
Mapa de los principales viajes realizados por los vikingos.
Bibliografía.
Específica.
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La medida más común de la mayoría de las embarcaciones vikingas es de 23,8 metros.
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Navegantes árabes en el Océano Indico utilizaban una tableta de madera (kamal) para medir la altitud de la estrella polar.
Explorador Noruego. Nacido en Islandia pero de origen Noruego. Bisnieto de Oxna-Thórir, descubridor de Islandia. Su fecha de nacimiento no es conocida, pero se supone que nació entre los años 945-50, ya que estuvo muy activo entre los años 980-90, y falleció poco después de la llegada de su hijo Leif a Vinlandia, en el año 1000
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Hoy en día el territorio donde se encontraba Vinland se conoce como Newfoundland.
Erik Wahlgren. “The Vikings and America” págs. 12-13, 16, 75-77, 154-55, 165-67
Hacia Los Límites del Mundo. Pág 21