Igualmente en Casa de Muñecas, hallamos a Krogstad, quien es sin duda quien genera el conflicto en la historia. Un hombre, egoísta (aunque no más que otros personajes), cruel y vengativo, está dispuesto a cualquier cosa con tal de mantener su empleo en el banco y de esta forma poder sustentar un estatus perdido en la sociedad. Tiene a Nora entre la espada y la pared con sucesivas amenazas, “Haga lo que quiera, aunque conste que, si me hundo por segunda vez, irá usted a hacerme compañía.”. Estando, Nora, en esta situación límite, se ve obligada a considerar aspectos antes dejados de lado, como son su seguridad, su futuro, sus hijos, y principalmente su propia vida. A la protagonista se le presentan en muy poco tiempo, una serie de problemas y situaciones, forzándola a tomar una decisión. En esto el papel de Krogstad es fundamental, es el verdugo en la obra, es quién termina la labor de Torvaldo y del padre de Nora.
Torvaldo Helmer, es quién subordina a Nora a un carácter de menor importancia dentro de la obra, caricaturizándola como “ardilla”, “alondra”, “duendecillo”, y dándole responsabilidades de menor grado, siendo esto prueba de lo pensado y dicho por Cristina. Más que el esposo, parece ser el padre, sobre protector, manipulando la vida de su mujer como si fuera una de sus pertenencias, para su propia diversión. El trato que le da Helmer a Nora, el machismo que demuestra, sería el problema a fondo. Esa es la labor de Torvaldo a la cual nos referimos anteriormente, encerrar a Nora en un ambiente acogedor y cariñoso, mas inútil, frívolo y sin sabor. La protagonista, demoraría ocho años de matrimonio en notar que no ha sido tratada y considerada como se merece, con las oportunidades para surgir como persona, y cuando se de cuenta, tomaría una decisión irremediable y radical.
Finalmente, se deja en claro indirectamente, que la labor de Torvaldo fue continuar la protección que su yerno le entregaba a la mujer, mejor dicho “alondra”, que ahora es su esposa. Protección exagerada, por lo que describen los hechos, que priva a Nora desde su nacimiento a conocer con sus propios sentidos el mundo y las oportunidades de vivir libre.
En la obra Madame Bovary, al igual que Casa de Muñecas, hay presentes varios personajes secundarios que influyen de menor o mayor grado en la vida de los protagonistas. A continuación, analizaremos como estos personajes influyeron a Emma Bovary en la obra de Flaubert.
Theodore Rouault, padre de Emma, es quien en su infancia la envía a estudiar a un convento para que tenga educación burguesa, de esta forma es como su hija en todo momento anhelaría tener una vida de clase social alta. Este deseo mueve la vida de Madame Bovary en todo momento. Sin duda, sabemos que ni Theodore ni el padre de Nora nunca tuvieron malas intenciones, pero lamentablemente en la obra observamos los problemas que trajeron estas maniobras. Más que maniobras son estrategias de educación, de vida, que ambos padres implantan en las vidas de sus hijas. Actualmente, esta obligación de educación, es un paradigma. ¿Cuál es la forma correcta de educar a nuestros hijos?
Entre las artimañas que Emma realiza para sentirse satisfecha con su vida y acercarse lo más posible a vivir como los burgueses destaca la de adquirir incansablemente objetos de distinto valor, sin importarle las deudas que iría acumulando con el paso del tiempo. El encargado de aprovecharse del consumismo de ella sería Monsieur Lehereux, quien sabiendo de la precaria situación de los Bovary, incentiva en todo momento a Emma para que continuara comprando cosas, y así prestándole dinero, y jamás informándole de la deuda acumulada, aumentaría potencialmente sus ganancias. Sabemos el desenlace que esto y otras cosas más acarrearía. Lehereux al igual que Krogstad, son ligados en gran parte a lo económico en las historias, demostrando la importancia que tenía el dinero en aquellos tiempos, y que tiene en los nuestros.
Como se dijo, la meta de Emma era ser burguesa, como fuera. Los Marqueses de Adervilliers, representaban este sueño. Esta pareja personificaba a la típica familia burguesa millonaria, lo tenían todo, y si no, lo compraban. Ellos junto con otros personajes millonarios hicieron posible que Emma continuara creyendo en lo imposible. Es probable que si los Bovary nunca hubieran tenido contacto con tales familias, y Charles a su vez le hubiese dado satisfacción a su esposa de otra manera, el final pudiera haber sido de otra manera.
También presente en la obra de Flaubert, tenemos a Rodolphe Boulanger, un mujeriego adinerado, que se aprovecha de Emma. Un hombre sin duda inteligente, comprende de manera excepcional la vida de la protagonista: sabe perfectamente cuales son sus objetivos, de esta forma aparenta dárselos pero se esfuma rápidamente y la desilusiona. El impacto que Rodolphe causa en Emma, fue apoyar en todo momento sus pensamientos, aunque no estuviera de acuerdo, con el único objetivo de colmar su instinto. Este personaje es comparable con Monsieur Guillaumin, notario de clase alta que intenta persuadir a Emma para que tenga relaciones con él a cambio de dinero que necesitaba. Ambos hombres mencionados anteriormente intentan aprovecharse de la precaria situación mental, emocional y económica de Madame Bovary. Probablemente una dura crítica del auto, Flaubert, a la sociedad de aquella época.
En ambas obras, encontramos diversos lazos de unión, pero hay uno que llama la atención: la influencia de los padres en sus respectivas hijas. Bien sabemos que las hijas son los personajes principales y los padres personajes secundarios. La educación que ellos dan a sus hijas es lo que desencadena el comportamiento que tendrán en sus años posteriores, así como la educación que les entregaron a ellos mismos, o que nuestros padres nos han entregado a nosotros. Por ejemplo: en el caso de Nora, su padre (que no aparece en la obra, pero se infiere la forma que educó a su hija) la sobreprotegió desde que nace, hasta que su labor es continuada por Torvaldo. Encerrándola en un cuarto con todas las comodidades necesarias. Su escape era inminente y encontraría un mundo exterior totalmente desconocido, dándose cuenta que fue privada de algo tan maravilloso como la vida.
Vemos, finalmente, en este trabajo, que estas dos obras tienen puntos importantes en común a través de los personajes secundarios y su interrelación con el actuar del personaje principal. Estos personajes pertenecientes a la burguesía del entorno de la novela y la obra dramática, representan a su vez una sociedad, un entorno, que si bien ficcional, es una expresión tangible de su influencia de Flaubert e Visen, nos hace a su vez tener conciencia de que la estructura interna de una obra, se sustenta en pilares fundamentales que le dan forma; los personajes secundarios.
Bibliografía
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Flaubert, Gustave Madame Bovary Edit. Adrés Bello, Santiago, 1993.
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Ibsen, Henrik Casa de Muñecas Edit. Ramón Sopena, Barcelona, 1975.
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Jaeger, Werner Paideia Edit. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1953.
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Vargas Llosa, Mario La Orgía Perpetua (Estudio Crítico de Flaubert y Madame Bovary) Seix Barral, 1990.
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Chizzini, Ana Nora y Torvaldo pareja actual (Estudio Crítico) Universidad Católica, Santiago, 1978.