Esta foto de Ana es en 1940. Tenía 11 o 12 años.
Otto Frank: Otto es el padre de Ana, y por lo tanto el marido de Edith y padre de Margot. Es un hombre sensato, bueno, sensible y muy humilde, o así es como le presenta Ana. Lo cierto es que yo por lo menos no me fío mucho de la descripción realizada por Ana, ya que su padre es su ídolo y probablemente nos haya ocultado muchos de sus defectos. De todas maneras no es un mal hombre, sólo intenta arreglar un poco las cosas (aunque no lo consiga). Como dato curioso, puedo decir que Otto Frank fue el único que sobrevivió a los campos de concentración. Después de esto Vivió en Amsterdam, y más tarde en Basilea. Allí se casó con una mujer que había sobrevivido a los campos de concentración. Murió el 19 de agosto de 1980. Había dedicado el resto de su vida a publicar el diario de su hija y a difundir su mensaje.
Margot Frank: Margot es la hermana mayor de Ana. De ella no se habla demasiado, la verdad. Ana la tiene un poco de envidia, porque si fuera de la casa de atrás ella era la más divertida, a la que todos hacían más caso, etc., dentro de la casa de atrás la que más llama la atención por su responsabilidad, por su inteligencia y por su docilidad es Margot. En el libro, Ana la describe como una chica sin personalidad, que se deja manejar por todos y sin opinión propia. Aún así, Ana se siente celosa de ella y la tiene mucha envidia.
Edith Frank: Es la madre de Ana y Margot y esposa de Otto. Ana nos la describe como una mujer que nunca les ha dado el cariño necesario. Ana la tiene también envidia, ya que cree que le puede quitar el cariño de su padre. Aún así yo creo que Edith es una mujer trabajadora y entregada. Yo creo entender sus reacciones y las de Ana; las dos son muy pasionales y sus caracteres son muy parecidos, por lo que chocan continuamente.
Petronella Van Daan: Aunque ese es el nombre que le da Ana, su nombre real es Auguste Van Pels. Ana nos la presenta como una mujer desagradable, gritona, egoísta, coqueta y sobretodo molesta. Para Ana es una mujer insoportable, y dedica hojas y hojas de su diario a exponer sus defectos y criticar sus acciones.
Hermann Van Daan: Este no es su nombre real, se llama Hermann Van Pels. Es el padre de Peter y el marido de Petronella. Del señor Van Daan, como es nombrado en el diario, no podemos decir mucho. De sus cortas apariciones en “escena” podemos decir que es un hombre bonachón (tanto en la parte física como en la mental), sincero (la mayoría de las veces) y de vez en cuando cariñoso.
Peter Van Daan: Peter es el hijo de Petronella y Hermann Van Daan. Como se habrá supuesto, este no es su nombre real. Se llama Peter Van Pels. Es un chico dos años mayor que Ana. Por lo tanto, cuando empieza el diario tiene 15 años y cuando acaba 17. Es “..., un muchacho desgarbado, bastante soso y tímido que no ha cumplido los 16 años, y de cuya compañía no cabe esperar gran cosa.” Tal y como dice Ana el 14 de agosto de 1942 cuando le ve llegar. Sin embargo más tarde, el 23 de febrero de 1944 dice que es un buen tipo y el 27 de ese mismo mes le describe como alguien inseguro, tierno y frágil. Peter juega un papel muy importante ya que se convierte en casi la única cosa importante para Ana, sobretodo durante los ocho meses de 1944 que pasan allí. Peter muere en Mauthausen, un campo de concentración el día 5 de mayo de 1945, sólo tres días antes de la liberación.
Albert Dussel: Dussel es el último en llegar a la casa de atrás. Su nombre real es Fritz Pfeffer. Es un dentista judío que al principio les resulta simpático pero que según le van conociendo se dan cuenta de que es egoísta, mentiroso, orgulloso y posesivo. Ana le tiene mucha rabia y más de una vez despotrica contra él y la señora Van Daan, a los que casi aborrece. Dussel muere el 20 de diciembre de 1944 en el campo de concentración de Neuengamme.
Protagonista: Es el mas usado ya que es su diario y cuenta lo que le paso a ella. Ej.: “ Me hierve la sangre y tengo que ocultarlo” Pág. 78
- Testigo: Lo usa en diferentes ocasiones contando hechos que presenció. Ej.: “Hace poco, justo cuando te estaba escribiendo algo sobre ella, apareció la señora Van Daan. ¡ Plaf!, tuve que cerrar el cuaderno de golpe” Pág. 40