El tema del poema es la descripción específica del ciprés como símbolo espiritual y religioso. Un sentido de ascendencia espiritual (“ascender como tú” V. 11).
El soneto consiste de 14 versos, cada una consiste de 11 sílabas y rimas consonantes. Es un soneto ya que hay dos estrofas de 4 versos y dos estrofas de tres. En los seis primeros versos y también el 12 el autor describe el ciprés metafóricamente (“mástil de soledad”) y en actitud emocionada, como revelan el tono exclamativo y las frases nominales en vocativo. El primer verso empieza con una aliteración (“enhiesto surtidor de sombra y sueño”). Los primeros cuatro versos se contienen un encabalgamiento y luego también el décimo verso. Siguiente se encuentra una hipérbola (“..a las estrellas casi alcanza” verso 3). El noveno verso es una enumeración (“señero, dulce, firme”). Otra figura retórica es la anáfora en el verso 11 y 12 por la repetición de “como tú”. La última figura retórica encontrada es el epítetos “negra torre” y “ardos filos” y el antítesis “mudo” y” fervor”. En poema se deslaca con el uso de muchos adjetivos.
El uso de muchos adjetivos nos da una imagen para así entender el soneto pero también nos familiarizamos sobre la sensibilidad de Gerardo Diego. Con el uso de “tú” y “yo” nos damos cuenta que es una comunicación del personaje lírico (que sucede con frecuencia en sus poemas) al ciprés tratando de explicarle su afección. Aunque no conozcamos personalmente el lugar donde el poema ocurre, nos deja una clara imagen de él. Tampoco podemos olvidarnos la imagen de verticalidad del ciprés que produce el soneto. Con la ayuda de las palabras como inhiesto, lanza, mástil, flecha, y negra torre nos podemos imaginarla. Al mismo tiempo la figura lírica expresa un deseo de ascensión espiritual o religiosa (“ascender como tú”) en el poema, ya que Diego llega al monasterio con un estado de ánimo de inseguridad y extravío. El poema presenta su camino hacia la elevación mística o espiritual de su alma o también ascensión religiosa.
Gerardo Diego escribió éste poema durante su visita en el Monasterio de Santo Domingo en Arlanza. Se puede deducir que su visita no fue planeada ya que sólo se quedó dos días y que fue más una llegada de alguien en busca de fe, ya que su alma es “peregrina al azar” y un “alma sin dueño”. El poema muestra el sentimiento religioso y espiritual de un hombre al encontrarse con un ciprés en el Monasterio de Santo Domingo. Para explicar ese sentimiento el autor usa una serie de imágenes que muestra el árbol como algo místico, una cosa que se eleva al cielo o un “chorro que a las estrellas casi alcanza”, al igual la figura lírica quiere creer en la fe y que su alma también se eleve hacia el cielo. Además las simbolizaciones es un tema recurrente con Gerardo Diego. Lo vuelve a tomar en diferentes tonos y perspectivas como en “Primavera de Silos” y “El ciprés de Silos (Ausente)”. Por último, podemos decir que el soneto es una muestra de la maestría del poeta desde lo fónico hasta lo semántico y simbólico.
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