Inmediatamente Héctor Abad Faciolince argumenta lo planteado en la introducción, utilizando varias voces de autoridad, que fueron una vez más ridiculizadas por él. Guillaume Rayal fue el primer actor de esta ejemplificación y el primer a quien el autor le hizo mofa. Éste afirma que existe un inconveniente con el clima de Cartagena de Indias, de nuevo se cree que por ser americano tiene la característica de ‘degenerar’. Además Kant también hace sus declaraciones acerca de América y el autor las presenta por medio del epíteto, el cual es el rasgo literario predominante, como ‘animales domésticos’ y ‘países exóticos’. De esta manera el texto obtiene una parcialidad, que desde el comienzo pareciese estar defendiendo las teorías más ridículas, puesto que sustentaba una detrás de otra, sin embargo explícitamente presenta un contra argumento para la afirmación de Henry Kissinger. Este ex secretario estadounidense afirmaba que América carece de importancia para la historia mundial y el autor toma una posición contundente y hace una sentencia “se originó nada menos que el Homosapiens, sin el cual, claro está, no habría historia ni humanidad”. Después de esto, ya es más claro qué dirección va a tomar el texto.
Continuando, de nuevo el autor introduce voces de autoridad, esta vez para explicar la relación que tiene la lengua materna con la identidad principalmente define la expresión de “ser” de algún lugar en cuanto a que se crea un sentido de pertenencia por medio del idioma que se aprendió durante la infancia. A pesar de esto también toma en cuenta el crecimiento y el lugar de la juventud para describir el porqué encontramos molestias y errores en otros países que en Colombia no se sentirían. Al opinar sobre estas sensaciones, localiza por primera vez el texto exclusivamente a Colombia y de esta manera busca hacer ejemplos cotidianos que se puedan relacionar más personalmente a los colombianos. El autor incrementa el efecto del argumento al presentar los grandes países en forma de enumeración en donde menciona a Suiza, Noruega, Australia, Estados Unidos, Canadá y Egipto y logra que el contraste parezca mayor, y se valore más el pasado y el presente de Colombia. Entonces, se identifica que la conclusión que se genera por esto, es la importancia de la infancia y de la cultura que la acompañó para el sentido de identidad hacia el lugar de donde se ‘es’.
Finalmente, Héctor Abad Faciolince presenta las características de los colombianos y como se exalta el país frente a los países desarrollados. La pobreza, la cual pareciera ser el mayor defecto de los colombianos es tomada y mostrada como el factor positivo en nuestra cultura. Esto se aplica principalmente en las relaciones personales de los colombianos, ya que permite valorar a la familia y a los amigos, sobre todas las pertenencias materiales y el poder. Estos argumentos los logra por medio de descripciones por epítetos, y a través de ejemplos, logrando ilustrar como el país ha llegado a superar los complejos y prejuicios. Sin embargo, plantea que ni siquiera esa capacidad de superación es suficiente para poder estar al nivel de ser una ‘nación civilizada’ sea en sentido positivo o negativo. Abad Faciolince describe los más atroces sucesos y situaciones causados por las nombradas naciones civilizadas y cómo Colombia se aleja completamente de éstas. Al final del texto utiliza referencias históricas de algunos de estos sucesos lamentables, pero no nombra el conflicto sino que lo presenta a través de características de cada uno de estos, pues crea imágenes en el lector quien debe buscar hacer la conexión.
El autor Héctor Abad Faciolince presenta este texto principalmente por medio de la ridiculización de la introducción cuando presenta el origen de los prejuicios, además muestra la importancia del lenguaje en la identidad de las personas y cómo esa identidad se promueve al hacer comparaciones entre las naciones grandes y desarrolladas y Colombia, un país con una cultura de disfrute. El tipo de lenguaje predominante y constante en el texto es sencillo y de manera exhortativa ya que trasmite los sentimientos, deseos, gustos, preferencias y emociones del autor. Así el texto es el medio por el cual las valoraciones subjetivas del autor se dan a conocer. La ironía tiene un papel fundamental en el texto puesto que significa el sentido del texto. Por medio de ésta se muestra cómo los americanos, y en especial los colombianos, no podemos ser inferiores que los países del primer mundo porque éstos no son tan civilizados como se cree que son. Entonces se puede entender que el autor mezcla y utiliza efectivamente los rasgos literarios y lingüísticos para mostrar la manera en que los colombianos sobrepasamos todo prejuicio o complejo.
Este texto presenta un sentido ideológico fuerte y principalmente fue escrito desde una perspectiva histórica. Por medio de la historia muestra una serie de argumentos permitiendo una visión xenofóbica de los nativos de países del primer mundo. También por medio del contexto ideológico se identifica el cultural por el cual se presenta el sentido de patriotismo y las bases de la identidad de los colombianos. Además también existe un fondo social al respecto ya que trata de la naturaleza de los humanos y se acompaña de una ideología científica en cuanto a los datos biológicos de la evolución. Por medio de estos contextos, el autor le da sentido a cada una de las unidades significativas presentadas en el texto.
En conclusión, el texto “Contra todo Complejo” plantea la cuestión sobre el papel que juegan los prejuicios y los complejos en la identidad colombiana. El autor utiliza de manera efectiva los rasgos literarios y lingüísticos para presentar los aspectos más importantes en cuanto al tema central. Principalmente el tono irónico que se le da al texto es esencial para el desarrollo de este ya que se ridiculizan las voces de autoridad. La exaltación de la cultura es un método efectivo para promulgar la identidad entre los mismos habitantes del país, además del contraste con las llamadas potencias mundiales que hacen ver a Colombia aún más digna de identificarse con ella. El autor utiliza los diferentes contextos como bases para estos argumentos, dándole un sentido de fondo al texto, para que en el autor se cree una claridad acerca de la relación del texto con la realidad. Esta realidad es bastante más próxima a cada persona de lo que se cree, puesto que los prejuicios es una muestra más del facilismo que inunda la cultura de hoy en día. Poco a poco se depende más de la tecnología y se espera que cada vez haga más y lo haga más rápido, comportándonos como unos perezosos que nos cuesta ir más allá. Porque si no nos limitáramos simplemente a los prejuicios, significaría que tendríamos que investigar, que buscar para poder juzgar. Por esto, en estos tiempos los prejuicios tienen un papel muy importante para las sociedades, y así como a todos se les ha impuesto un prejuicio, todo tendemos a imponerlos también. Los colombianos seguimos vulnerables a estos complejos de inferioridad puesto que los complejos se generan por los prejuicios que se les imponen. Así pues se presenta el valor que tiene la fuerza discursiva, porque sin esta no se lograría imponer ningún prejuicio. Quien acepta los prejuicios entonces se encuentra en un conflicto en el cual no posee suficiente fuerza contra la fuerza discursiva. Ésta última es utilizada por quienes necesitan imponer prejuicios para beneficiarse, ocultándose de del temor de ser inferior, por esto busca la manera de interiorizar a los demás y verse superior. Todo el pueblo colombiano estamos expuestos a este tipo de imposiciones pero es ya cuestión de cada uno si va a asumir estos prejuicios y acomplejarse por ellos, o si va a ser más fuerte que la fuerza discursiva de aquellos temerosos que buscan el mal de otros para sentirse mejores.
Bibliografía
http://lengua-y-literatura.glosario.net/terminos-filosoficos/complejo-5651.html