Desarrollo
Una vez explicado el tema elegido y las razones por las cuales ha sido elegido, empecemos a analizar cada uno de los elementos presentes en las dos obras para así apreciar las semejanzas y diferencias presentes en ellas.
1.La noción del tiempo
◦Este elemento queda reflejado en La muerte de un viajante de la siguiente manera. Willy, el protagonista, vive en un completo mundo de dudas debido a su imposibilidad de distinguir entre el presente y el pasado, a la mentira, y a una confianza ciega basada en el autoengaño. Esto significa a lo largo de toda la obra una gran desgracia para el propio Willy y, especialmente, para su familia, la cual sólo puede vivir de su trabajo. A continuación, un ejemplo de la nula capacidad de Willy de discernir el tiempo pasado del presente1:
Willy: - Estaba pensando en el Chevrolet. Mil novecientos veintiocho... cuando tenía el Chevrolet rojo. ¿No es curioso? Hubiera jurado que estaba conduciendo hoy el Chevrolet rojo.
Linda: - Bien, eso no es nada. Algo te habrá hecho recordar...
Básicamente, lo que creo que el autor intenta transmitir con la pérdida de la noción del tiempo es la consecuencia que tendría el vivir fuera de la realidad actual y del contexto
1La muerte de un viajante, página 31
de la época. Así, intenta hacer un símil entre la sociedad americana que salía del período de la Segunda Guerra Mundial y se autoproclamaba como nuevo líder mundial, cuando ésta se encontraba sobreconfiada, y las futuras repercusiones que tendría sobre esta misma a largo plazo.
◦En Esperando a Godot, este constituyente se manifiesta de otra manera. Los dos personajes, Estragón y Vladimir, son incapaces de distinguir el paso del tiempo, pero no como consecuencia de los actos que realizaron en el pasado, sino por su propia inocencia o incluso, inconsciencia, según como se quiera observar. Haciendo una comparación, Estragón y Vladimir son como las mentes sin educar de unos niños, que todavía no han sido enseñadas por la sociedad en la forma de estructurar la vida humana, y no son capaces de alejarse del egocentrismo que forma su mundo ultrapersonal. Es por ello que durante toda la obra sólo se describe su pequeño pero agradable mundo en el que ellos viven, donde reinan los instintos más básicos como comer, dormir, el dolor o el placer. Al prescindir de todo lo racional, se ha conseguido deshumanizar la idea de tiempo, convirtiéndola en un conjunto de palabras sin sentido alguno, como por ejemplo, en este diálogo2:
Estragón: - ¿Estás seguro de que era esta noche?
Vladimir: - ¿Qué?
Estragón: - Cuando debíamos esperarle.
Vladimir: - Dijo sábado. Creo.
Estragón: - Después del trabajo.
Vladimir: - Debí apuntarlo.
Estragón: - Pero ¿qué sábado? Además, ¿hoy es sábado? ¿No será domingo? ¿O lunes? ¿O viernes?
Esta desracionalización del tiempo hace que el lector dude incluso del día en el que los protagonistas están, añadiendo más y más incongruencia a la acción de la obra y a sus protagonistas.
2.La incomunicación
◦Se puede apreciar durante toda la obra que el personaje de Willy no especialmente hablador, afectado probablemente por la edad, que se comunica en frases cortas salvo en los recuerdos que visualiza y en los que parlamenta con su familia cuando eran jóvenes o en algunas divagaciones que realiza sobre temas como el coche, el trabajo o el vecindario pero siempre haciendo referencia al pasado, en especial en los primeros momentos. Además, los diálogos en el tiempo en el que se desarrolla la obra son increíblemente cortos y no aportan casi ningún dato de importancia para la continuación de la acción. Esto se suele manifestar con cambios repentinos en los temas con continuas referencias al pasado y mezclando “los tiempos” como ya he comentado.
Por lo tanto, se puede hablar de dos tipos de incomunicación, una interna basada en la propia incapacidad de los personajes, en especial de Willy, para comunicarse con los demás personajes, y una externa, denotada por la abundante falta de cohesión entre los temas de los diálogos que deriva en un desconocimiento por parte del lector de lo que está sucediendo y la subsiguiente duda creada en el mismo sobre lo acontecido.
◦De una manera similar, se encuentra esta estructura en Esperando a Godot. Los personajes exageran los cambios de conversación reconvirtiendo el diálogo en un verdadero reto para el lector, una propiedad que muchas veces consigue un efecto de humor sobre la acción. Pero, sin embargo, no existe una barrera de comunicación entre
2Esperando a Godot, página 23
los personajes como la que existía en La muerte de un viajante, donde parece que Willy es un incomprendido y no se sabe si se está hablando a sí mismo o está hablando con alguno de sus familiares, sino que Vladimir y Estragón se llevan perfectamente y se entienden casi sin ninguna dificultad.
3.Un ser metafísico
Desde el primer momento, la figura de Ben, hermano de Willy ha sido un poco desconcertante. Sus apariciones son breves y repentinas, en medio de una acción y como un ser fantasmal que va y viene de la mente de su hermano como si de un producto de su imaginación se tratase. Es un personaje que transmite un tremendo parecido a Godot. Sus personalidades son misteriosas y se desconoce su origen o relación (más allá de conocer unas líneas sobre ellos) con los personajes principales. Todo esto hace que el lector se pregunte sobre el fin y la razón por la que esos personajes se encuentran en la obra, preguntas a las que no haya respuesta y que pertenecen al campo de la metafísica.
Conclusión
Estudiados estos factores, las conclusiones que se pueden sacar son las siguientes. Aún siendo dos obras del mismo tiempo se observan muchas diferencias, a pesar de haber una gran cantidad de características comunes. Las dos son usadas por los autores para ejercer una crítica sobre la sociedad mostrándose como la parte que no podemos ver de un espejo en el que lo único que vemos es el reflejo de nuestra imagen sin darnos cuentas de lo que hay detrás. Para ello, se escudan en lo inverosímil y en la exageración para despertar al público de su letargo.
Por otro lado, diferencian perfectamente la sociedad europea y la norteamericana, siendo preocupación de la primera el consumismo y la poca atención al individuo como un ser social mientras que de la segunda los problemas existenciales y su modo de vida regido por los sentimientos y no por la razón.
Bibliografía
–BECKETT, SAMUEL. Esperando a Godot. Fabula Tusquets Editores. 2007
–Diccionario Literario Bompiani. Editorial Mora
–Diccionario Zamora de Literatura Universal
–MILLER, ARTHUR. La muerte de un viajante. Editorial Losada. 2004