Efectos de la Gran Depresion de la Economia Mexicana

a) Mecanismo de transmisión de la gran depresión hacia la economía mexicana

Debemos aclarar, que la depresión sufrida por la economía mexicana durante la década de los años treinta, no puede ser atribuida exclusivamente a la gran depresión; de hecho, la economía había resentido desde 1925 el impacto de varias fuerzas depresivas que se agravarían en 1927 por la recesión de Estados Unidos. Enrique Cárdenas nos proporciona los siguientes datos para darnos una idea de lo anterior: “Los términos mexicanos de intercambio se habían deteriorado 4% en el periodo de 1926 a 1929, aunque el volumen de demanda externa por minerales mexicanos había permanecido a un nivel alto después de la recesión de 1927. Otro bien de exportación, el petróleo, había disminuido continuamente su importancia desde principios de la década de los veinte, de modo que la gran depresión simplemente reforzó su tendencia descendente.”

La reducción del valor de las exportaciones, originada a su vez por una reducción del ingreso externo, se traduciría en niveles cada vez menores de ingresos fiscales; de tal manera que dada la política de presupuesto balanceado que se manejaba, los niveles de gasto gubernamental y de demanda agregada disminuirían. Así, podemos resumir el impacto de la crisis externa en la demanda agregada a través de estos canales: 1) la reducción de precios y la caída de la demanda, afectando así al sector exportador; 2) la caída de los ingresos fiscales, y por ende del gasto público; 3) un deterioro en la balanza comercial.

Desde el enfoque del Modelo de Competencia Imperfecta; el efecto del shock externo negativo de la demanda que se presenta en la economía mexicana puede ser descrito a partir del siguiente gráfico:

b) Adaptación del Modelo Macroeconómico de Competencia Imperfecta a la economía mexicana

Ya hemos introducido el análisis de la situación de la economía mexicana desde la perspectiva de este modelo cuando describíamos el efecto de un shock negativo de demanda en nuestra economía, donde se consideró un régimen de tipo de cambio fijo; ya que, tal y como argumenta Cárdenas, a pesar de que la economía estaba bajo un sistema de tipo de cambio flexible, la política económica durante los primeros años de la depresión tuvo un comportamiento tal como si el peso tuviera una paridad fija con otras monedas.

Sin embargo, a partir de 1932, la política económica cambio y permitió que el peso flotara; de tal forma que las fuerzas contraccionistas ocasionadas por la depresión pudieron ser contrarrestadas por políticas monetarias, fiscales y devaluatorias. Es momento de considerar este nuevo tipo de régimen cambiario: el tipo de cambio flexible.

Así pues, tomando como base el régimen de tipo de cambio flexible, en 1932, la economía mexicana comenzaría a recuperarse de los efectos contraccionistas de la gran depresión; siendo este dato contrastante con la experiencia de Estados Unidos y la de otros países desarrollados, cuya recuperación comenzaría más tarde. Dentro de los factores que Enrique Cárdenas considera como responsables de esta recuperación económica, podemos mencionar los siguientes: el incremento anticipado del valor de las exportaciones, principalmente de la plata y el petróleo; y la serie de políticas expansionistas que el gobierno llevaría a cabo desde finales de 1931 hasta 1933. El resto de los años treinta se caracterizaría por presenciar tasas de crecimiento desiguales en varios sectores, siento el industrial el más dinámico, a tal grado que se constituiría como el nuevo motor de la economía; mientras que el agrícola, el petrolero y el minero tendieron a rezagarse.

Ahora; intentaremos representar gráficamente el cómo se dio la recuperación de la economía mexicana en 1932 a través de políticas expansivas:

Así pues; damos por concluida esta breve revisión que hemos hecho acerca de la situación de la economía mexicana durante el periodo inmediatamente posterior a la Gran Depresión; tomando en cuenta la perspectiva del Modelo Macroeconómico de Competencia Imperfecta.

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