Vientre de la madre es básicamente uno de los temas más importante escondido dentro de esta obra.

Authors Avatar

Análisis: Julio Cortázar

“Historias que me cuento”

El deseo de volver al vientre de la madre es básicamente uno de los temas más importante escondido dentro de esta obra.  Los fantasiosos sueños de heroísmo y masculinidad, los instintos perversos, las alusiones al sexo y a la infidelidad, son ideas que hacen entender que el narrador tiene un constante deseo por escapar de la monótona vida que lleva y viajar con los sueños a un mundo donde él sobrepasa el nivel de su “super yo” y hace todo lo que no puede durante su frustrada vida masculina.  Las fantasías en los sueños del narrador llevan a un final donde el narrador tiene el poder de invocar a la madre y ponerla en su control, para así poder volver entrar a su cuerpo y completar un ciclo.

En la historia, el narrador comienza hablando directamente de su soledad, hiperbolisando la falta de calor y la abundancia de espacio.  Perfectamente se puede entender que al protagonista le hace falta un lugar donde pueda conseguir constante refugio y placer, como el vientre de la madre.  Niágara, su pareja, es llamada “un caracolito”.  La imagen es denotada como una figura chica y joven, y el hecho de que el caracol lleva su propio refugio con él, al igual que el narrador en sus fantasías con el camión, comienza llevar a la idea de que es imperativo un refugio para su vida real.  La idea del circulo también aparece en la textura del caracol, el cual consiste en un espiral, el ciclo necesario que tiene que cumplir el hombre de empezar en el vientre de su madre, ser arrebatado de ella, crecer, alejarse y morir.   En el transcurso de esta historia el narrador emprende un viaje contramano, su vida no podrá seguir tal y como es y el exuberante poder del deseo de su subconsciente hace que sus deseos se materealicen.   El narrador también cuenta que Niágara murmura complacientemente, dándole el carácter de un bebé, y que parece que se estuviera contando una historia.  Entonces, es relevante y lógico que el narrador solo piense en su idea de volver a su etapa de bebé a través de sus historias, hacer un viaje al pasado en un camino fantasioso pero con un destino real.  La deja en paz, como cualquiera haría con su bebe, que parece tan cansada y con necesidad de una buena noche de sueños, él no se atreve a interrumpir su paz.  Ahora él vuelve a llamarla “caracolcito murmurante”, pero agrega una palabra: “perfumado”.  El ya está entrando en escena y hasta puede oler ese inconfundible y permanente olor que todos los bebés llevan.  Desde la imagen del bebé nacen las historias, desde ese caracol nace el tractor de Oscar, desde la figura de Niágara nace el terreno que recorre con el camión, las montañas son los senos que tanto necesita para alimentarse como para obtener placer, y el bosque donde frena son los pelos de la zona vaginal de la mujer, donde se detiene él con su gran camión y hace de las suyas.  El camión es, desde un punto de vista superior, mirando desde arriba, el vientre de la madre, que esta dentro de ese bosque que representaría la vagina de la madre, el punto de llegada de este increíble viaje.  Al final del primer párrafo, el protagonista aclara que duerme solo en esa “bruscamente enorme cama”.  La hiperbolización del tamaño de la cama se debe a que él necesita un espacio más chico y más acogedor, un vientre cálido o simplemente la compañía de una mujer para complacerlo temporalmente.

El narrador cuenta que sus historias, en general, son con él como protagonista principal y alude a que tiene un parecido con Walter Mitty.  Mitty es un personaje de cuentos en los cuales durante su trabajo comienza a imaginar historias y estas lo llevan a meterse en problemas con su madre y su jefe, imagina historias donde él es un héroe, y hace todo lo que el “super yo” de su consciencia no le deja hacer en la vida real.  Se llama a sí mismo “una especie de Walter Mitty porteño que se imagina en situaciones anómalas o estúpidas o de un intenso dramatismo muy trabajado para que el que sigue la historia se divierta con el melodrama o la cursilería o el humor que deliberadamente le pone el que la cuenta.”.  En esta frase la constante repetición de la “o” nos lleva la imagen del círculo, del ciclo, del camino que hay que recorrer, del vientre de la madre, y del 0.  No solo podemos decir que el narrador no tiene nada, 0, sino que nos damos cuenta de que va a recorrer el circulo en dirección contraria para llegar al vientre de su madre y escarpase de todo, de alejarse de la sociedad y de encontrar un refugio de todo lo que lo molesta diariamente, como la falta de su compañera, Niágara, quien no esta para complacerlo, lo cual demuestra que tiene una vida sexual y una masculinidad frustrada, al narrador le fascinaría poder acercarse sexualmente a Niágara mas seguido y conseguir placer, olvidarse de lo que paso en su aburrida vida monótona.  El "super yo", según Freud, es el nivel de conciencia en el que el hombre se critica a él y se dice que es lo que esta bien y lo que esta mal, lo correcto, el modelo a seguir y lo que no se debería hacer.  Esto no deja al narrador convertirse en ese macho ganador y viril, si el super yo del narrador fuera mucho más bajo probablemente en su vida real fuera un camionero, tendría muchas relaciones sexuales y muy pocas preocupaciones, pero el deber era trabajar, conseguir dinero, encontrar una mujer ideal, tener hijos, verlos crecer, y seguir el resto de la típica lista.  Todo la idea del macho viril, del héroe capaz de conseguir toda mujer quedo en el subconsciente del protagonista, y lo trae a su consciente cada vez que se encuentra acostado en la cama, a la hora de tener relaciones sexuales, en el lugar para tener relaciones sexuales, pero sin relaciones sexuales.

Join now!

El narrador aclara “escribir las historias que me cuento antes de dormirme me parece inconcebible por la mañana”, demostrando que sus historias son claramente el producto de la noche, de la cama, la posición horizontal que tanto ayuda a pensar y a sembrar ideas, y que de mañana cuando recupera su posición horizontal, su repetitiva vida, su super yo, el narrador siente vergüenza por sus historias ya que no quiere que nadie más lo sepa.  Agrega la superstición como otra excusa para no poner sus fantasías en testimonios escritos, y que si lo hiciera jamas podrá contarse otra historia ...

This is a preview of the whole essay