El dinero, puede muchas veces vencer a los más nobles sentimientos y cambiar incluso la personalidad de las personas cuando lo obtienen, como sucede con Carlos, quien tras el viaje por las Indias se vuelve millonario y ve su realidad con otros ojos, el mismo lo confirma en la carta que manda a Eugenia, para anunciarle su llegada y la gran fortuna que ha hecho “– Al marchar era un niño, pero ya me hecho un hombre –” esto quiere decir, que su visión del mundo a cambiado totalmente, si antes sólo veía el amor, ahora lo que le interesa es el poder, por eso escoge a la hija de un marqués, para conseguir lo que quiere: “ - Le confesaré, querida prima, que no siento ningún amor por la señorita D’ Aubrión. Pero casándome con ella aseguro a mis hijos una situación social, cuyas ventajas un día serán incalculables –” esto nos demuestra que a él ahora le interesa su futuro, y ya no el presente.
Paso mucho tiempo para que Eugenia olvidara a Carlos, pero lo logró. Ya no sentía ese amor incondicional, el deseo de tener largas conversaciones amor, caminar por el campo o estar un segundo con el frente al hogar. Pero la paz no duraría.
Carlos, al encontrarse en bancarrota y sin su esposa, decide escribir una carta a Eugenia:
“Mi muy querida Eugenia,
Lamento no poder haberte escrito antes pero es imperativo que me ayudes. Los acontecimientos que me azotan en este preciso momento son mayores a cualquier cruel castigo. Con mucha pena te comento que perdí toda mi fortuna y la de mi padre ya que invertí en lugares que solo han hecho crecer mis penurias. Mi esposa me ha dejado por hombres más ricos y prósperos, dejándome solo, tanto afectivamente como económicamente. No encuentro salida a todo esto. Una noche fría y lluviosa me encontré solo y empapado pensando en ti. Recordé nuestras charlas y como tu siempre me comprendiste y nunca dejaste que yo me sienta mal por nada. La verdadera razón por la que te estoy escribiendo recae en que me encuentro sin trabajo, dinero, casa, esposa ni ningún sustento emocional. Tú eres la única que me comprende entiende eso por favor, estoy solo y la única luz que veo es esa que sale de tus ojos.
Discúlpame por haberte ignorado dejandote de lado fui necio e insensato. Sé que me amabas y yo cegado por mi avaricia te aleje. Quiero pedirte disculpas y si podrías admitirme dentro de tu corazón nuevamente. No pido que me ames de nuevo ya que sé que te has casado y eres feliz con tu esposo. Lo único que te puedo pedir es algo de dinero, suficiente como para que me pueda volver a establecer aquí en India. Solo eso, si puedes mándame una carta a la iglesia San Agustín donde pueda buscarla.
Carlos
Al leer estas palabras Eugenia rompió en llanto y sintió compasión por Carlos, olvidando todo el odio y resentimiento que una vez sintió. Y así fue como decidió invitarlo nuevamente a su casa en Saumur.
Carlos se reencontró con Eugenia y la abrazo con fuerza y ternura. Muy agradecido por la invitación, se quedó en casa de Eugenia por varias semanas en las cuales sé reestableció espiritualmente y gracias a un trabajo en la casa, económicamente.
Eugenia y Carlos vuelven a aquellos tiempos en el que eran jóvenes y vigorosos, aquellos tiempos en que su amor era apasionado y fogoso. Pero esta felicidad no dura mucho. Un día Carlos manejaba hacia el pueblo a comprar unas cosas para la casa cuando de repente se estrelló contra otro carro. Al quedar mal herido Carlos yace en su lecho de muerte y le confiesa a Eugenia:
“Yo nunca te ame, siento que he sido una basura y una deshonra de hombre. No merezco vivir mas esta vida que es tan preciosa. Discúlpame Eugenia de veras siento un terrible odio hacia mí mismo. Y este odio debe ser de Dios también que al verme triunfar gracias a mi avaricia me castiga. Parece que este será su ultimo castigo en esta vida, no quiero pensar en la próxima lo que me depara. Adiós mundo cruel, adiós Eugenia tú eres un ángel que me veras desde el cielo quemar en el seno del infierno.”
Atónita Eugenia corrió a su cuarto pensando en su padre su madre y todos los seres queridos que había perdido, tomo el arma de su padre y se disparó un tiro en la cabeza.