Obsesión: Preocupación o deseo que alguien no puede apartar de su mente.
(MOLINER,María.Diccionario de uso del español H-Z,editorial Gredos 1984,543)
El centro y motivo de su obsesión es Melibea, por la que dice sentir un gran amor y aprecio.
CALISTO.- ¿Yo? Melibeo so e a Melibea adoro e en Melibea creo e a Melibea amo
(Rojas,Fernando de. La Celestina. Biblioteca virtual Miguel de Cervantes dirección: ( 4 de diciembre del 2008, 16:50),acto I)
La otra constante, su impaciencia, se muestra en sus esperas. Esta impaciencia esta provocada por su obsesión por Melibea, por lo que sus esperas tanto por Celestina, que le trae noticias sobre su amada o las posteriores en las que aguarda para ir a visitar a Melibea al huerto, suponen un gran tormento para él.
PÁRMENO.- ¡Señor, señor!
CALISTO.- ¿Qué quieres, loco?
PÁRMENO.- A Sempronio e a Celestina veo venir cerca de casa…
CALISTO.- ¡O desuariado, negligente! Veslos venir: ¿no puedes decir corriendo a abrir la puerta? ¡O alto Dios! ¡O soberana deydad! ¿Con qué vienen? ¿Qué nueuas traen? Qué tan grande ha sido su tardança, que ya más esperaua su venida, que el fin de mi remedio. ¡O mis tristes oydos! Aparejaos a lo que os viniere, que en su boca de Celestina está agora aposentado el aliuio o pena de mi coraçón. ¡O!, ¡si en sueño se pasasse este poco tiempo, hasta ver el principio e fin de su habla!...
(Rojas:1998,119-120,acto V)
CALISTO.- Vencido me tiene el dulçor de tu suaue canto; no puedo más suffrir tu penado esperar. ( a Melibea)
(Ídem,243,acto XIX)
En estas dos citas podemos ver como Calisto muestra su impaciencia de dos maneras, implícitamente apurando a Pármeno para que vaya a abrir la puerta y explícitamente a Melibea, cuando le relata sus pesares por tener que esperar para verla.
2.2 Calisto, dependiendo del lugar
El personaje de Calisto se encuentra siempre en dos lugares específicos, su camara, normalmente oscura, y el huerto de Melibea. Según se encuentre en uno u otro espacio su comportamieto será completamente diferente.
2.2.1 Calisto en su camara
Cuando Calisto se encuentra en su cámara su comportamiento es quejoso, gime, suspira, se siente desdichado, y es calificado de ciego, necio, poco cristiano, hereje,etc. Todo esto se debe a que es allí donde habla sobre Melibea a sus criados, y como esta le produce grandes pesares.
CALISTO.- Mayor es mi fuego e menor la piedad de quien agora digo.
SEMPRONIO.- No me engaño yo, que loco está este mi amo.
[….]
SEMPRONIO.- ¡Algo es lo que digo! ¡A más ha de yr este hecho! No basta loco, sino hereje.
CALISTO.- ¿No te digo que fables alto, quando fablares? ¿Qué dizes?
SEMPRONIO.- Porque lo que dizes contradize la cristiana religión.
[…]
SEMPRONIO.- ¿Tú no eres cristiano?
CALISTO.- ¿Yo? Melibeo so e a Melibea adoro e en Melibea creo e a Melibea amo
(Ídem, acto I,el subrayado es nuestro)
CALISTO.- ¡Veed qué torpe e qué comparación!
SEMPRONIO.- ¿Tú cuerdo?
CALISTO.- Los ojos verdes, rasgados; las pestañas luengas;…¡Que se despereza el hombre quando las mira! La tez lisa, lustrosa; el cuero suyo escurece la nieue; la color mezclada, qual ella la escogió para sí.
SEMPRONIO.- ¡En sus treze está este necio!
(Ídem,acto I,el subrayado es nuestro)
Por otra parte, la camara es el lugar en el que Calisto sufre todos los engaños por parte de sus criados, como veremos más adelante. Esta siempre permanece cerrada y sin luz, a petición suya, pues entendemos que prefiere tener un ambiente más cerrado en el que quejarse de sus penas y tener sus momentos de reflexión. La camara también constituye el lugar de sus esperas, por lo que podemos decir que Calisto es un personaje en el que su mayor acción dramática se produce en la oscuridad, bien en su camara o bien en el huerto de Melibea de noche.
CALISTO.- Cierra la ventana e dexa la tiniebla acompañar al triste y al desdichado la ceguedad. Mis pensamientos tristes no son dignos de luz. ¡O bienauenturada muerte aquella, que desseada a los afligidos viene!...
(Ídem,acto I,el subrayado es nuestro)
….
CALISTO.- Pues abre essas ventanas, verás qué hora es.
TRISTÁN.- Señor, bien de día.
CALISTO.- Pues tórnalas a cerrar e déxame dormir hasta que sea hora de comer.
(Ídem,acto XIII)
En estos fragmentos podemos ver reflejada la oscuridad de la cámara.
2.2.2 Calisto y el huerto de Melibea
En el segundo lugar, el huerto de Melibea, el comportamiento de Calisto es el de un enamorado que loa a su amada, pero lo interesante de esta caracterización espacial no es su comportamiento en ella sino su comportamiento de cuando de allí vuelve. Ya que si antes se mostraba decaído, deprimido, ahora no cabe en su gozo. En comparación con sus comportamientos anteriores de insomnio, nerviosismo encontramos a un Calisto que confiesa sentirse descansado, sosegado, animado e incluso dichoso. Este cambio no esta reflejado solo tras haber estado en el huerto sino también cuando se haya en la presencia de Celestina, a pesar de que la tranquilidad que siente en esos momentos no es tan grande como cuando vuelve del huerto. Por esto podemos considerar que si el comportamiento de Calisto se trata de una onda la presencia de Celestina o su presencia en el huerto funcionan como el punto de inflexión para que su actitud y comportamiento se disparen hacia el lado contrario (bien volviendo a una gran calma tras un periodo de desasosiego o encontrarse decaído y deprimido por la marcha de estas).
CALISTO.- ¡O cómo he dormido tan a mi plazer, después de aquel açucarado rato, después de aquel angélico razonamiento! Gran reposo he tenido. El sossiego e descanso ¿proceden de mi alegría o causó el trabajo corporal mi mucho dormir o la gloria e plazer del ánimo?[...]¡O dichoso e bienandante Calisto, si verdad es que no ha sido sueño lo pasado! …
(Ídem,,acto XIII, el subrayado es nuestro)
También cabe destacar, que en el huerto es donde Calisto expresa su máxima alegría, y paradójicamente es allí donde muere.
2.2 Conclusión
Ahora que ya conocemos los diferentes comportamientos de Calisto debemos exponer qué me lleva al razonamiento de la forma de onda para definirlo. Me baso en lo siguiente, mientras que al principio de la obra, Calisto se muestra desdichado debido a su amor por Melibea, tras conocer a Celestina y saber que ella le va a ayudar, esto lo llena de gozo para, más tarde, cuando ella se va a ver a Melibea, volver a sentirse deprimido e impaciente, y decide ir a misa para rogar que se acabe su mal. Pero cuando Celestina vuelve y le enseña el cordón vuelve a sentirse gozoso ( por lo tanto la onda sube), pero a la marcha de Celestina, se muestra decaído de nuevo, más tarde cuando Celestina vuelve para decirle que Melibea quiere verlo su impaciencia y felicidad aumentan, pero al llegar la muerte de sus criados, hace que se suma en una gran tristeza debido a su deshonra.Y a pesar de todo esto al volver a ver a Melibea vuelve a sentirse gozoso, pero llega su muerte (lo que obviamente hace que su onda baje). De esta manera podemos ver que si dibujasemos una gráfica a partir de su estado de ánimo, esta tendría forma de onda. A pesar de esta forma ondular con la que describimos su comportamiento, el personaje de Calisto no progresa en toda la obra, es decir, no evoluciona. Tras un estudio general de las características podemos afirmar que nuestro supuesto incial de que el personaje era redondo y complejo es falso. Ya que su evolución es mínima, pero al realizar el estudio hemos comprobado que es muy posible (no podemos afirmarlo porque no hemos estudiado esa parte en detalle) que tanto Calisto como Melibea, los personajes de alguna manera tildados como principales no son los más redondos y complejos sino lo más simples y los que más se llevan por sus instintos sin pararse a pensar. Cosa que si hacen otros personajes en la obra como Celestina, Pármeno y Sempronio ( deben pensar y analizar para que sus engaños tengan éxito) e incluso Areúsa y Elicia ( que deben hacerlo para planear su venganza).
3-La ceguera y engaño de Calisto
La ceguera y el engaño de Calisto estan íntimamente relacionados. Calificamos a Calisto de ciego porque no se da cuenta de los teje-manejedes que se traen sus criados, ni los insultos que a él le profesan, incluso en su propia presencia. Y de engañado, porque además de que es víctima por culpa de sus criados, él se engaña a si mismo, creyendo que ama a Melibea como el amor literario que él conoce, pero en realidad lo único que sienten el uno por el otro es pasión y lujuria.
Esto lo podemos comprobar en cualquiera de sus encuentros, en los que no suelen hablar, solo mantienen relaciones sexuales. Y, cuando, uno de ellos prentende hablar el otro le corta. Esto se puede ver especialmente refejado en un fragmento del libro donde Calisto le pide a Melibea que cante, pero el no la deja cantar por sus ansias de estar con ella.
MELIBEA.- ¿Qué quieres que cante, amor mío? ¿Cómo cantaré, que tu desseo era el que regía mi son e hazía sonar mi canto? Pues conseguida tu venida, desapareciose el desseo, destemplose el tono de mi boz. Y pues tú, señor, eres el dechado de cortesía e buena criança, ¿cómo mandas a mi lengua hablar e no a tus manos que estén quedas? ¿Por qué no oluidas estas mañas? Mándalas estar sossegadas e dexar su enojoso vso e conuersación incomportable….¿para qué me tocas en la camisa? Pues cierto es de lienço. Holguemos e burlemos de otros mill modos, que yo te mostraré, no me destroces ni maltrates como sueles. ¿Qué prouecho te trae dañar mis vestiduras?
CALISTO.- Señora, el que quiere comer el aue, quita primero las plumas.
(Ídem,acto XIX, el subrayado es nuestro)
También podemos comprobar este único sentimiento lujorioso, en este caso por parte de Melibea en otro fragmento de la obra, cuando Calisto muere, y en el que ella solo puede pensar en que se murió su placer y en lo corto que este fue.
MELIBEA.-¡O desconsolada de mí!...¡Mi bien e plazer, todo es ydo en humo! ¡Mi alegría es perdida! ¡Consumiose mi gloria!
[…]
MELIBEA.- ¡O la más de las tristes triste! ¡Tan tarde alcançado el plazer, tan _ presto venido el dolor!
(Ídem,acto XX,el subrayado es nuestro)
El otro engaño que sufre Calisto, es debido a sus criados que, llevados por la avaricia, se confabulan con Celestina para sacar provecho de su desdicha. Este engaño que sufre Calisto es consecuencia su ceguera. Esto se debe a que ni siquiera escucha cuando sus criados lo insultan en su presencia y, podríamos pensar que esto ocurre porque ellos lo hacen en apartes o en susurros pero en otros fragmentos de la obras se comprueban que estos comentarios y apartes son escuchados por otros personajes, por lo que no habría ninguna razón por la cual Calisto no pudiese escucharlos. Celestina, por ejemplo, es la principal receptora “casual” de este tipo de comentarios.
SEMPRONIO.-¡O pusilánimo! ¡O fideputa! ¡Qué Nembrotqué magno Alexandre, los quales no solo del señorío del mundo, mas del cielo se juzgaron ser dignos!
CALISTO.- No te oy bien esso que dixiste. Torna, dilo, no procedas.
SEMPRONIO.- Dixe que tú, que tienes mas coraçón que Nembrot ni Alexandre […]
(Ídem,acto I, el subrayado es nuestro)
PÁRMENO.- ¡Guay de orejas, que tal oyen! Perdido es quien tras perdido anda. ¡O Calisto desauenturado, abatido, ciego! ¡E en tierra está adorando a la más antigua e puta tierra, que fregaron sus espaldas en todos los burdeles! Deshecho es, vencido, es, caydo es: no es capaz de ninguna redención ni consejo ni esfuerço.
…
CELESTINA.- Plázeme, Pármeno, que hauemos auido oportunidad para que conozcas el amor mío contigo e la parte que en mi imméritotienes. E digo immérito, por lo que te he oydo dezir, de queno hago caso...Bien te oy e no pienses que el oyr con los otros exteriores sesos mi vejez aya perdido. […]
(Ídem,acto I,el subrayado es nuestro)
A partir de este nivel ceguera inicial, podemos ver como cada vez esta se hace mayor. Esto ocurre debido al comportamiento ilógico que Calisto tiene en algunos momentos determinantes de la obra como cuando deposita su confianza en Sempronio, que le sugiere confie en Celestina sin darle muchas razones de peso, para más tarde no escuchar las razones y argumentos que Pármeno le da, basado en sus propias experiencias, para no hacerlo.
PÁRMENO.- Señor, Sempronio e vna puta vieja alcoholada dauan aquellas porradas.
CALISTO.- Calla, calla, maluado, que es mi tía.
(Ídem,acto I, el subrayado es nuestro)
La confianza en Celestina es el gran error que comete Calisto y que lo llevará a la muerte. A partir de las negativas de Calisto de escuchar las advertencias de Pármeno, este al considerarlo loco y perdido, se deja convencer por Celestina para que ayude a Sempronio en sus engaños a Calisto. Estos, que ya habían comprobado anteriormente la ceguera de Calisto debido a su amor por Melibea, y su incapacidad de ver más allá, lo usaron y engañaron para sacar provecho de su dolor. Lo que hacían era convercerlo, de que los procesos amorosos llevaban su tiempo pero que mientras tanto debía ir pagando a Celestina por sus trabajos, sueldo que esta compartía con ellos, a pesar de ser esto desconocido por parte de Calisto.
PÁRMENO.- ¿Qué le dio, Sempronio?
SEMPRONIO.- Cient monedas en oro.
PÁRMENO.- ¡Hy!, ¡hy!, ¡hy!
(Ídem,,acto I)
En este fragmento podemos ver como Pármeno, muestra su felicidad debido a que la cantidad de dinero que Calisto le dio a Celestina es elevada. Esto se debe a que teóricamente, él también disfrutaría de esta.
CALISTO.- Hermanos míos, cient monedas di a la madre. ¿Fize bien?
SEMPRONIO.- ¡Hay!, ¡si fiziste bien! Allende de remediar tu vida, ganaste muy gran honrra. ¿E para qué es la fortuna fauorable e prospera, sino para seruir a la honrra, que es el mayor de los mundanos bienes? Que esto es premio e galardón de la virtud
(Ídem,acto I)
Todo esto nos lleva a darnos cuenta de que, Calisto no se estaba comportando como un ser racional en aquel momento, ya que hacía lo contrario que cualquier otra persona que estuviese analizando y considerando sus opciones en esa situación. Ya que depositó toda su confianza en las personas equivocadas desde un principio.
3.1 Los momentos de reflexión de Calisto.
Según el diccionario del uso de la lengua española María Moliner, reflexionar es “examinar un sujeto sus sentimientos íntimos y pensamientos”. Y examinar según el diccionario de la Real Academia Española (20º edición) es “reconocer la calidad de algo, viendo si contiene algún defecto o error”. Por lo que podemos afirmar que en los momentos de reflexión serán aquellos en los que una persona analiza sus pensamientos y conductas para ver qué es aquello en lo que se equivoca si es que lo hace.
Los momentos reflexivos de Calisto son monólogos, caracterizados por ser los instantes en los que el más se regodea en su sufrimiento y pena y en los que más deja volar su mente hacia Melibea o el motivo de su sufrimiento, es decir, no son sus momentos más cuerdos. Estos momentos reflexivos Calisto los tiene en su camara, en solitario, y a veces acompañado por el laud. En el ejemplo que veremos a continuación, Calisto llega al punto de no saber donde se encuentra, ni como, ni con quién debido a que se dejo llevar demasiado por sus pensamientos. A pesar de que en sus momentos de reflexión, los pensamientos de Calisto van cada vez más lejos, también tiene escasos momentos de lucidez, en los que parece darse cuenta de lo que le esta ocurriendo. Pero estos se ven substituídos por otros en un instante.
CALISTO.- ¿Qué hize? ¿En qué me detuue? ¿Cómo me puedo soffrir, que no me mostré luego presente, como hombre injuriado, vengador, soberuio e acelerado de la manifiesta injusticia que me fue hecha?
(Ídem,213,acto XIV)
En este caso concreto, el tema tratado en sus reflexiones, es lo que le llevo a la muerte de sus criados y Celestina, y por consiguiente a su deshonra.
CALISTO.- ¡O mezquino yo!, […]¿Pero qué digo? ¿Con quién hablo? ¿Estoy en mi seso? ¿Qué es esto, Calisto? ¿Soñauas, duermes o velas? ¿Estás en pie o acostado? Cata que estás en tu cámara. ¿No vees que el offendedor no está presente? ¿Con quién lo has? Torna en ti. Mira que nunca los absentes se hallaron justos. Oye entrambas partes para sentenciar.
(Ídem,acto XIV)
3.2 Calisto, un héroe ridículo
A traves de este análisis del personaje, hemos llegado a la conclusión de que Calisto es un héroe ridículo. Para esto nos basamos en su múltiples cambios de humor, que los hacen a su vez parecer exagerado debido a su gran contraste. También, la ceguera que sufre antes los engaños lo lleva a una situación, en la que parece no es consciente de nada de lo que ocurre más allá de su relación con Melibea, por lo que nos vemos ante un personaje egoísta y obcecado. En resumen y sin contar con sus momentos de reflexión, podemos ver a un Calisto ciego, obsesionado, exagerado, obcecado y egoísta, incapaz de ver más allá de que lo que tiene delante. Además las situaciones que vive no hacen más que disminuír todavía más la opinión que el lector o los otros personajes de la obra pueden tener de él, ya que ningún personaje de noble linaje, ningún héroe en la historia de la literatura muere por caerse de una escalera para saltar un muro. Los héroes no suben escaleras ni saltan muros. Los héroes no son calificados por sus criados de locos y necios, los héroes son admirados y tienen el poder de la situación, es decir, no son engañados ni viven ajenos a lo que está ocurriendo dentro de sus propias casas. Los auténticos héroes literarios conocen incluso lo que sucede en las casas de los vecinos.
Además, considerando la sociedad de la época la razón fundamental para el desprestigio de Calisto es su desesperación por obtener el amor de Melibea, cuando ella solo lo usaba sexualmente. También se podría considerar una deshonra o un desprestigio que sus propios criados fuesen los únicos capaces de recapacitar sobre su situación, tanto Pármeno como Sempronio se dan cuenta de la locura en la que esta cayendo su amo.
Añadiendo a todo esto que acabamos de ver, el hecho de que en los momentos de reflexión lo único que haga Calisto sea dejar volar su imaginación, lo convierte en una persona que parece no vivir en el mundo real. Y si intentamos imaginarnos un héroe que se comportase así no tardaríamos en calificarlo como ridículo.
4. Índice
1.Introducción Pág 1
2.Características generales de Calisto Pág 1
2.1 Constantes en su comportamiento Pág 3
2.2.1 Calisto,dependiendo del lugar Pág 4
2.2.2 Calisto en su camara Pág 4
2.3 Calisto y el huerto de Melibea Pág 5
2.4 Conclusión Pág 5
3-La ceguera y engaño de Calisto Pág 7
3.1 Los momentos de reflexión de Calisto. Pág 9
3.2 Calisto, un héroe ridículo Pág 10
5.Bibliografía
Moliner,María (1984)Diccionario de uso de la lengua española H-Z.Editorial Gredos, Madrid.
Real Academia Española, diccionario online ( 20º edición)
Dirección: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=examinar
Riquer, Martin de. Historia de la literatura universal, volumen 4. Ed Planeta, 1984, Barcelona
Rojas,Fernando de. La Celestina. Biblioteca virtual Miguel de Cervantes dirección: ( 4 de diciembre del 2008, 16:50)
Rojas, Fernando de(1998)La Celestina. Alianza editorial,Madrid.