A lo largo de la historia Penélope y Odiseo, su esposo, sufren muchos infortunios y se encuentran en situaciones en las que es necesario hacer uso de su ingenio para poder superarlas. Ellos, gracias a esta facultad, logran reunirse después de 20 años de muchos sufrimientos y después de sortear numerosos obstáculos. La mayor hazaña de Odiseo a lo largo de esta historia es su regreso a Ítaca, su patria. Este largo viaje de Odiseo es el hilo fundamental alrededor del cual se construye la obra, y no se hubiera dado sin el gran ingenio de Odiseo. De igual manera, Penélope tuvo que recurrir a su ingenio para poder retrasar las nupcias con los pretendientes , y para poder reconocer a su amado esposo al momento de su regreso.
“ ¡Desdichado! Ni me entono, ni me tengo en poco, ni me admiro en demasía; pues sé muy bien cómo eras cuando partiste de Itaca en la nave de largos remos. Ve, Euriclea, y ponle la fuerte cama en el exterior de la sólida habitación que construyó él mismo: sácale de allí la fuerte cama y aderézale el lecho con pieles, mantas y colchas espléndidas.”[2].
Penélope demuestra su ingenio al pedir a su ama, Euriclea, que mueva la cama de su lugar, ya que ésta estaba sólidamente unida a la estructura de la casa. Se puede apreciar que es una artimaña ingeniosa, ya que Odiseo al ser realmente él, sabría que es imposible mover la cama y de esta manera ella podría reconocer a su esposo. Es importante analizar estas palabras de Penélope porque demuestran la importancia de este héroe, para ella, y también se aprecia la importancia de que en realidad sea Odiseo quien estaba frente a sus ojos. Homero utiliza la paradoja cuando Penélope dice: “ni me tengo en poco, ni me admiro en demasía”, es decir que era importante, para ella, ese evento, porque podía ser Odiseo quien estaba frente a sus ojos, pero al mismo tiempo no era tan importante, ya que podía no ser él. De igual manera, Odiseo recurre a su ingenio para demostrar a su esposa que en realidad era él, al decirle que era imposible mover la cama ya que la casa había sido construida alrededor de un tronco de olivo y la cama era parte del tronco. Otra gran manifestación del ingenio de Odiseo fue cuando maquinó un plan para poder matar finalmente a los pretendientes y liberar a su palacio de su opresión.
“ Las he llevado lejos del humo, porque ya no parecen las que dejó Odiseo al partir para Troya; sino que están afeadas en la parte que alcanzó el ardor del fuego. Además, alguna deidad me sugirió en la mente esta otra razón más poderosa: no sea que, embriagándoos, trabéis una disputa, os hiráis los unos a los otros, y mancilléis el convite y el noviazgo; que ya el hierro por sí solo atrae al hombre.”[3].
Odiseo explicó a su hijo, Telémaco, lo que debía decir para poder esconder las armas sin que los pretendientes sospecharan de su planes de matarlos. Se demuestra el ingenio de Odiseo, ya que él recurre a un artificio para poder desarmar a los pretendientes y que ellos estuvieran indefensos a la llegada de su hora final. De esta manera, Odiseo, Telémaco, Eumeo y Filetio, tuvieron la ventaja al luchar contra el numeroso grupo de pretendientes, siendo ellos solo cuatro. El autor utiliza la sinécdoque al utilizar el sustantivo “hierro” para referirse a las armas que Telémaco debía esconder. Así mismo, Penélope recurre a su ingenio, para poder retrasar la deseada boda entre uno de los pretendientes y la reina, al convocarlos a un certamen en el que debían tensar el arco de Odiseo y disparar una flecha a través de los anillos de doce hachas de metal. Es importante señalar que la reina recurrió a su ingenio ya que ella sabía que el único que lograría pasar el certamen sería Odiseo, es decir que ella había encontrado la manera de esquivar el deseo de los pretendientes a casarse con ella.
El ingenio de los personajes principales de esta historia, Penélope y Odiseo, es una parte fundamental en su desarrollo, ya que gracias a esta cualidad logran superar todos los obstáculos que se les presentaron desde la partida de el rey a la guerra de Ilión, hasta su anhelado reencuentro. Si no fuera por el ingenio, probablemente Odiseo hubiera sucumbido en su viaje y Penélope hubiera celebrado las nupcias con uno de los pretendientes. Ella demuestra ser el paradigma de la esposa fiel y abnegada, ya que recurre a su ingenio para mantener su fidelidad a su esposo, y utiliza su imaginación para engañar y burlar a los pretendientes. En definitiva, con esta cualidad junto a otras, se pueden superar las dificultades y los problemas que surgen en la vida de las personas.
Bibliografía:
HOMERO, La Odisea, Libresa, 2da. Edición, Quito, Febrero 2010.
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Número de palabras: 1038
[1] Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
[2] HOMERO, La Odisea, Libresa, 2da. Edición, Quito, Febrero 2010, pág. 345.
[3] HOMERO, La Odisea, Libresa, 2da. Edición, Quito, Febrero 2010, pág. 266.