Anlisis comparativo de las dos partes de El Quijote

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El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha es, sin lugar a dudas, la obra más importante de la literatura española y un referente literario a nivel mundial. La novela se divide en dos partes, una publicada en 1605 y la otra diez años después, en 1615. Como vemos, una década separa la publicación de la primera parte de la segunda de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, un tiempo considerable considerando que se trata de dos partes de una misma novela. Esto, obviamente, repercute en el resultado final de la composición literaria en su conjunto, permitiéndonos establecer analogías, diferencias, paralelismos, conexiones…etc. entre ambas partes de la novela y realizar un análisis más exhaustivo y pormenorizado de la novela.

Lo primero que hay que tener en cuenta y una cuestión fundamental es que en la segunda parte de El Quijote, los protagonistas, Don Quijote y Sancho, son conscientes de la existencia de la primera parte, es decir, “se saben” conocidos. Esta es una característica fundamental que diferencia ambas partes a nivel argumental y que dota de una exclusividad y originalidad a la novela jamás vista en la literatura anterior. Además, este juego de situarse a caballo entre realidad y ficción y de jugar con la metaliteratura y el perspectivismo sitúan al autor y a su novela como grandes figuras de la literatura universal de todos los tiempos.

Centrándonos ahora más en los aspectos literarios de la novela y en las propiamente dichas semejanzas y diferencias, pasaremos a enumerarlas y analizarlas a continuación.

Las semejanzas entre ambas partes son lógicas, es decir, hay que tener en cuenta que ambas forman parte de un todo indisoluble, son complementarias, son sucedáneas. La principal analogía que el crítico literario Juan Luis Alborg señala es que ambas partes son “el encadenamiento de aventuras que acontecen al hidalgo y a su escudero”, convirtiéndose este hecho en el eje central de ambas partes y el elemento que unifica éstas, haciendo de la novela un todo coherente y lineal. Las analogías atañen a todos los niveles: argumental, de personajes, y, evidentemente, de estilo. Respecto a las semejanzas que atañen al argumento de la novela, antes que hablar de semejanzas se hablaría de paralelismos, de hechos aparentemente aislados en ambas partes que tienen un subyacente nexo central común en el hilo argumental. A continuación enunciaremos y analizaremos dichos paralelismos. Partimos de la base de que la estructura, en ambas partes, es episódica (con episodios intercalados ajenos a la acción central), itinerante (viaje de Don Quijote y Sancho), y circular (Don Quijote y Sancho preparan su salida, salen en busca de aventuras, se suceden una serie de aventuras en sarta,  y por último, al final, vuelven a sus casas). Si atendemos a la estructura temática, encontramos múltiples paralelismos que merecen una atención más detallada. Por ejemplo, en los primeros capítulos de ambas partes se nos cuentan dos episodios parecidos en cuanto a la naturaleza que los caracteriza, ambos son frutos en mayor o menor medida de la locura de Don Quijote: en el de los molinos de viento que don Quijote confunde con gigantes y el del barco encantado, en la primera y en la segunda parte respectivamente. Por otro lado, también aparecen intercaladas en la historia principal historias de amor paralelas en forma de relatos, cuentos o auténticas novelas ejemplares intercaladas, como la de Crisóstomo y Marcela y de Cardenio y Dorotea en la primera parte y la de Basilio y Quiteria y de Claudia Jerónima en la segunda. También en ambas partes se cuenta un episodio entre Don Quijote y Sancho y dos grupos de personas al margen de la ley: galeotes en la primera parte y bandoleros en la segunda. Un personaje, Ginés de Pasamonte, aparece repetidamente en ambas partes, en la primera como galeote y en la segunda como maese Pedro. También hallamos en ambas partes la presencia notoria de Dulcinea del Toboso, la amada de Don Quijote: en la primera parte en una embajada y en la segunda le hacen Don Quijote y Sancho una visita. La venta de Palomeque, en la primera parte, y el palacio de los duques, en la segunda, son los dos espacios más importantes y donde los protagonistas pasan más tiempo en las dos partes. Así como estos dos espacios son donde se concentra gran parte de la acción y la interacción entre personajes, también hallamos lugares en donde gobierna la reflexión y la autocrítica de Don Quijote a solas, separado de Sancho Panza: en Sierra Morena en la primera parte y en la mágica Cueva de Montesinos en la segunda, donde Don Quijote vive sus aventuras y sus delirios en solitario También en ambas partes, Don Quijote habla sobre las Armas y las Letras, binomio importantísimo en la educación en los Siglos de Oro y muy recurrido en la literatura de la época. En la primera parte lo hace en forma de discurso, de soliloquio; en la segunda, sin embargo, lo hace en una conversación que mantiene con un mancebo. Dos personajes femeninos tambalean el amor de Don Quijote a Dulcinea en ambas partes: en la primera la dama Micomicona se le ofrece y en la segunda es Altisidora la dama que le muestra su “amor” al caballero andante. Dos historias parecidas argumental y formalmente (ambas son exóticas, con elementos propios de las novelas bizantinas y de aventuras de la época) se incluyen en cada una de las partes: en la primera tenemos la historia del cautivo y en la segunda la historia de Ricote y Ana Félix. Casi al final de las dos partes tenemos dos episodios en cada una de ellas que nos resultan fáciles de comparar y de establecer un claro paralelismo: en la primera parte enjaulan a Don Quijote como a un león para devolverlo de vuelta a casa y en la segunda parte nos encontramos con el episodio del león. También en ambas partes Don Quijote y Sancho Panza tienen una aventura con animales: en la primera les sucede el episodio de los rebaños y en la segunda son toros y cerdos los que se cruzan en su camino. Como vemos, a nivel argumental podemos encontrar infinidad de paralelismos y/o analogías. Es de suponer que Cervantes, habiendo sido testigo del éxito arrollador de la primera parte de El Quijote, no intentara transgredir mucho de la historia principal y se ciñera al escribir la segunda parte a plantear una revisión de la primera parte mucho más perfecta y consecuente con su precedente.

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En cuanto a las diferencias, encontramos también varias y de diversa índole. Podríamos englobarlas en dos tipos: las referidas a la obra en sí y las referidas a los personajes principales, su psicología y su evolución. Las referidas a la obra en sí son, a su vez, de muy diversa índole. Una diferencia evidente entre las dos partes es el final: en la primera Don Quijote y Sancho vuelven a su hogar sin más, dejando el final un tanto abierto; en la segunda parte, sin embargo, Cervantes cierra la novela por completo haciendo morir al personaje principal, Don Quijote. ...

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