Laquesis se enamora, si, pero la primera acción de fijarse y amarlo es ficticia, forzada, puesto que ella no elige a Curial, lo elige su padre como agradecimiento por salvarle la vida a su esposa.
Este caso era muy común en las novelas caballerescas del siglo XV. El hecho de enamorarse Güelfa de un pobre “sin nombre” no era tan común, pero cuando le ofrecen a Laquesis como “trofeo” ya no es un doncel, es un noble que tiene su dinero y batalla como caballero. Por eso aparecen escenas o aspectos como el del proteger al enamorado (caso de Güelfa) , el intentar comprar el amor de Curial a través de regalos, ropa y dinero.
La primera gran muestra de amor verdadero que siente Laquesis lo cita con la siguiente frase “ Laquesis se puso colorada y temblorosa, como doncella que nunca había amado”, “ poniéndole la mano en el seno le hallo el corazón tan palpintane que aquello era gran maravilla”.
La declaración de amor que le hace Laquesis a Curial tiene dos lecturas:
“ Curial, la necesidad en que me encuentro ha expulsado de mi la vergüenza. De modo que me ha constreñido a decir lo que de buena gana hubiera celado. Y pensando que alguna excusación sea para la mujer o doncella que ama o quiere amar el haber elegido hombre noble y valeroso y conveniente a su nobleza, tengo el atrevimiento de hablar…”.
Por una parte el autor nos muestra cómo es Laquesis; una doncella atrevida, una adolescente. Por otra parte, en el amor cortés la vergüenza es muy importante y en ésta declaración que le hace Laquesis a Curial, la vergüenza se pierde.
Hay que tener en cuenta que, con Güelfa no aparecen muchos episodios de carnalidad o erotismo, si en cambio con Laquesis. Por ejemplo:
- Curial fue invitado a dormir en los aposentos de Laquesis, ya ese momento es de erotismo pues no es común que los caballeros duerman en las habitaciones de las chicas. Al llegar a la habitación Curial imagina y curiosea y sueña. Sueña su propia traición.
- En esta época enamorarse era caer enfermo, se desmayaban, se les subía la temperatura, y esto es lo que quiso reflejar el autor al mostrar frases como “desmayó y esperó el beso de Curial….abrió los ojos”
- Laquesis le regala un vestido que lo llevaba ella para hacer jubones.
La manera de fijarse que tiene Curial también es distinta en cada caso, por una parte el autor quiere hacernos creer que Curial se enamora de Güelfa a primera vista, que su amor es inconfundible y que no habrá nadie que pueda romper esto, pero ya algunos capítulos más adelante nos dará pistas para que sepamos que esto no es así “ Curial,…se volvió rojo e inflamado”, “ asombrado por la belleza de Laquesis”,… Con esto el autor nos quiere enseñar que Curial era un hombre con sangre y sentimientos, que era humano, y como tal podía fijarse en otras mujeres y hacer las cosas “mal” como muchas veces se hace y se hacía en la vida real.
Hay que tener en cuenta que, la forma que tienen de enamorar a Curial bien Güelfa y Laquesis es también diferente.
Mientras que Güelfa hace que Curial se convierta en un hombre adinerado y noble, dándole dinero a escondidas (sin que Curial lo sepa). Güelfa quiere que Curial se convierta en un hombre conocido, un noble caballero, lo ha elegido entre muchos y siendo una dona, quiere alguien que esté a su altura.
Laquesis, o mejor dicho, el padre de Laquesis le ofrece todo tipo de materiales, como dinero, tierras, joyas,… Con esto se puede intuir que en aquella época también había más de una manera de conseguir el amor de una persona. Sintiéndolo de verdad (quietándole importancia al dinero, como lo hizo, en este caso, Güelfa) o amarrándose en lo material ( pensando que el dinero podría conquistar el corazón de Curial).
También hay que destacar la belleza física, entre otras cosas el maquillaje, que tiene importancia a la hora de seducir a alguien. En la página 93, se puede entrever que Laquesis es una fembra, no es una dona, y para intentar tapar esto, visten a Laquesis con una “artificial belleza” con lo que se convierte aún más bella “tenia los ojos más hermosos y más resplandecientes que en tiempo alguno se hubiera visto” .
Hay que tener en cuenta los vestidos que usaba Laquesis para enamorarlo.
“ Vestía aquel día Laquesis un vestido damasco blanco forrado de armiño, bordado con ojos de los cuales salían lazos de oro hechos de diversas maneras. Y aunque los lazos estuviesen vacíos a fe que muchos habían caído en ellos, ente otros Curial, al cual el lazo oprimía tanto que ya no dependía de él huir”
La forma en la que el autor describe el vestido es muy interesante. Nos hace saber que el vestido (con esos bordados de ojos y los lazos de oro) era para atrapar a los hombres, entre ellos Curial.
Se hacia referencia a la carnalidad poniendo o dibujando ojos en las prendas de las chicas, como símbolo de carnalidad y sexualidad.
Con esto el autor quiere crear ambigüedad, Curial no sabe que hacer, por una parte ama a Güelfa y se siente en la obligación de no fallarla por todo lo que le ha ayudado, pero por otra parte le atrae mucho la dulce y joven belleza de Laquesis.“hurtó su corazón”: Fue Laquesis la que le robo el corazón a Curial. Toda la responsabilidad cae en la chica.
Hay que tener en cuenta que, como bien he citado anteriormente, el amor de Laquesis era artificial, era el padre quien “le regalaba” a su hija por salvar la vida a su mujer. Por eso la madre y el padre de Laquesis intentan unir en matrimonio ayudándola. Por ejemplo, en una fiesta, Curial mostró muchos síntomas de estar enamorado o atraído por Laquesis y es la madre quien, viendo esto, le dice a Laquesis que le sirva la bebida a Curial:
“…servía a Curial los cuchillos, y no menos que Laquesis se había pendado de él, notó esto, y viendo que Curial no comía, como doncella asaz bella y dispuesta dijo: - Curial ¿mirándome os olvidáis de la comida…?” Y unas líneas más abajo nos da la respuesta “Empero, comía pero poco y bebía menos, pues no se atrevía a pedirlo, para que Laquesis yendo en busca de la copa no le diese la espalda. Mas la duquesa mandó a Laquesis a que trajese bebida a Curial…. Así Laquesis, acompañada por muchos caballeros y doncellas, fue por la copa, y, vindo, se la presentó a Curial. Verdad es que conocía que le era muy grande cargo tomarla de la mano de Laquesis…”
“su madre, dijo: - Laquesis, bébete lo que queda por el amor de Curial--. Y así lo hizo”
Por eso se deduce que este amor no es el típico amor cortés, sino que es un amor por conveniencia y agradecimiento.
Muchas veces se le hace referencia a los ojos a lo largo de la novela:
“tenía los ojos puestos en los de curial”, “ojos maravillados”, “ mirándole a Curial”.
Los ojos representan el amor, el deseo físico que sentían las personas y la carnalidad.. En la edad media las mujeres solían dilatarse las pupilas utilizando bellaidona para parecer más atractivas. Las miradas entrecruzadas y duraderas aparecen a lo largo de toda la novela (sobre todo entre la pasión de Laquesis y Curial).
En Curial y Güelfa, la principal enamorada, como ya se sabe, es Güelfa. Ella es la que da importancia a toda la novela, si no fuera por su ayuda y por su amor, la novela no tendría historia. Aunque el principal protagonista es Curial, no es nada sin Güelfa.
Las muestras de amor que siente Güelfa se desvelan con sus celos. Celos que siente al enterarse a través de Melchor de Pando que le hace saber que hay una joven muchacha que lo tiene enamorado, que “duerme en su cama”, “se pone los atuendos regalados” .
Como bien sabia Güelfa toda la historia que hubo entre Laquesis y Curial en Alemania, cuando se reencuentran Güelfa le dice que le envíe los paramentos y el lecho de Laquesis. Curial se los manda, y Güelfa, como venganza se los da a Boca de faro.
Los celos son una respuesta emocional, surgen cuando una persona se siente amenazada por percibir algún acto “desfavorable” para esta persona con alguna cosa que la considera suya. Y de los celos surge el rencor, que como muestra de ello, y bien como lo he mencionado unas líneas atrás, Güelfa usa los paramentos de Laquesis al contrincante de su amado Curial como símbolo de venganza.
Como ya hemos podido ver, a lo largo de la novela hay varias formas de sentir y manifestar el amor:
Güelfa, la protagonista femenina de la novela, expresa el amor cortés, casi el tradicional si no fuera porque una dona no se podía enamorar de un doncel. A parte de esto todo lo que hace es de la manera tradicional.
Laquesis, la “amante”. Joven de belleza inigualable que despierta una pasión absoluta a Curial, con un poco de artificio y sensualidad.
Camar, amor obsesivo que llega hasta el suicidio en un intento de conseguir a Curial. Renuncia a su familia y a su religión por estar con él.
Camar es una amor sensual, aunque Güelfa le haya echado de su vida Curial aún lo ama y le guarda fidelidad. Camar intenta de todas las formas que puede conseguir e Curial y como no puede, se suicida. El amor suicida en la edad media estaba muy mal visto. El suicidio en general no era visto como ahora. La gente cuando se suicidaba optaba por sufrir por calmar los daños y los males que ha hecho y causado en su vida, ahora en cambio el suicidio tiende a ser algo rápido y que no duela.
Sentimentalmente hablando encontraremos todo tipo de escenas y situaciones que desvelan el amor, el sentimiento de amar. En el siglo XV, como bien he mencionado, el amor se consideraba una enfermedad, de ahí aparecen en muchos capítulos los desmayos, los gritos, las lagrimas, la frustración , la lamentación, lo quebraderos de cabeza y hasta un punto de homosexualidad.
El tiempo en el que aparecen estos sentimientos también varia mucho. Curial ama a Güelfa y muchas veces se olvida de ella por que no está cerca. Al lado tiene a Melchor y el le hace recordar quién le llevo hasta el sitio donde está, quién le ayudó a conseguir el estatus que tiene. Cada vez que recuerda a Güelfa se siente culpable por lo que está haciendo pensando apasionadamente en el amor de Laquesis.
También aparecerán chivatos, confidentes y colaboradores que darán juego a la novela.
- Arta: También llamada Fiesta, Güelfa la llama para cuidar de Curial.
“Había pensado que te llevases a Arta, esta doncella, para que viese todas las cosas”
Güelfa mandara a Arta por que ya sabe los líos que tuvo anteriormente Curial con Laquesis. Arta es una bella doncella que le contará a Güelfa todas las redecillas que surjan entre Laquesis y Curial.
- Los dos ancianos: Al principio de la novela dos ancianos descubrirán el amor entre Güelfa y Curial e intentarán destruirlo contándoselo al hermano de Güelfa, por suerte, el hermano no le creerá y la historia seguirá. Pero más adelante los ancianos serán los confidentes de Güelfa:
“ Los ancianos envidiosos explican a Güelfa que Curial está muy enamorado de Laquesis y que es correspondido en su amor, y que además, traicionado el secreto, los favores de Güelfa son conocidos en París con la complacencia de Curial. Güelfa, enfadada, resuelve negar toda protección a Curial e ignorarlo”
Los ancianos le desvelan la verdad de lo que está ocurriendo en Francia y ella decide, a pesar de todo el dolor de su corazón, ignorar a Curial y “deshederarlo”.
- Tura: Doncella de Laquesis que hará de intermediaria dándole cartas y mensajes a Curial.
“ Entonces Tura dio a Curial una carta de Laquesis, y semejantemente le dio un chapete de oro con muchas piedras preciosas y perlas muy gruesas, y le dio el broche de león, que él ya había visto: otrosí le dio una tienda, con cuatro retretes de raso carmesí…”
- Melchor de pando: Administrador y confidente de Güelfa, en un principio, será un gran amigo y ayudante de Curial también. El mensajero oficial de Güelfa y el que hará de “abogado” entre Güelfa y Curial:
“ Melchor, por mandato de Güelfa, conversaba a diario con Curial y le animaba a bien obrar, dándole todos los días dinero con largueza.”
“Melchor de pando, que había venido desde Monferrato y llevaba un buen rato tratando de acercarse a él, con gran trabajo y pena se colocó entre la gente, y en presencia de todos una carta escrita por la mano de Güelfa le dio”.
A parte de ser confidente de Güelfa y su administrador, También era intermediario en el amor que había entre los dos:
“ Melchor de pando, que todo ello había oído dijo: - Curial, ¿por qué tenéis porte y decís palabras de hembra? Enjuagad las lágrimas, que demasiado prontas las tenéis y no es obra de caballero, y el bien no os haga mal. Leed vuestra carta y no os quejéis antes de tener razón para ello”.
Entre los tres libros que dividen la novela, hay distintas formas de expresar el amor. En el primer libro aparece el enamoramiento de Güelfa y de Laquesis. Todos tienen algo que decir y todos ocultan algo, Curial, como en la vida real no sabe bien que hacer ni como seguir. En el libro segundo, en cambio, Güelfa ya está avisada que Curial no puede controlarse y empieza la batalla silenciosa entre Laquesis y Güelfa, haciendo paramentos para Curial, dándole dinero, regalándole joyas, dándole los vestidos de la “amante” al enemigo de Curial… El autor utiliza en éste segundo libro el amor deshonesto, y por eso acaba mal.
Por último el tercer libro tiene como fin la reparación moral. Es decir, Curial, que tanto mal ha hecho tiene que curarse moralmente y tiene que “sufrir” para conseguir lo que quiere. El amor que siente Camar es un amor honesto, que la llevará hasta la muerte puesto que es un amor honesto pero desgraciado, no compartido. Camar llega a rechazar el amor del rey de Túnez, junto con toda la fortaleza que conlleva casarse con él.
El padre de Camar le ruega que se case con el rey, porque sino tendrá consecuencias, pero ni por esas Camar se da por vencida y muere por el amor a Curial.
La novela tiene un final feliz. Curial consigue perdonarse a sí mismo y Güelfa lo perdona, se casan y son felices.
Teniendo en cuenta los tres personajes femeninos que aparecen en la novela, puedo decir que tienen gran relevancia a lo largo de la novela y que, además de jugar un papel importante, son muy diferentes entre sí.
El amor cortés de Güelfa, seria, tradicional e inteligente por un lado; la inocencia y picardía de Laquesis, bella, atrevida y joven por otro, y la dulzura de Camar, honesta y fiel a sus sentimientos hasta la muerte.
Hay un amor principal que siempre está ahí, la de Güelfa y Curial. Que aunque a Curial le gusten otras mujeres siempre se acuerda de Güelfa. Ya sea por terceras personas como Melchor de pando o Fiesta, o por cartas que le manda Güelfa o incluso en sueños.
Laquesis es la amante que pone en riesgo la relación entre Curial y Güelfa. Le pone nervioso a Curial y hace que le engañe (en sueños) a Güelfa, se confunde. Por otra parte Güelfa tan tradicional y fuerte ella, se pone celosa y pone en duda el amor que siente Curial hacia ella.
Por último Camar, inocente muchacha que en un momento en el que Curial y Güelfa están “peleados” se enamora perdidamente de el. Es un amor incontrolable pero no es correspondida.
En general la novela refleja la vida real en distintas formas, y el autor ha conseguido captar la atención del lector al redactar el libro de forma coherente y no pesado. Además, a utilizado fragmentos de humor para que el libro sea más entretenido, y , lo más importante, se ha arrimado a os libros de caballeros y batallas, que bien sabía que en aquella época eran muy típicas.
BIBLIOGRAFÍA
LIBROS:
-BASTARDAS, J. (1987), «El suïcidi literari de Càmar. Una nota sobre el primer humanisme català en la novel·la Curial e Güelfa», Miscel·lània Antoni M. Badia i Margarit,VI / Estudis de Llengua i Literatura Catalanes, 14, Barcelona, Publicacions de l'Abadia de Montserrat, , pp. 255-263.
-BUTINYÀ, J. (1992a), «De les fonts del Curial e Güelfa i del posat blasmador del seu autor», Revista de Filologia romanica, IX, pp. 181-189.
PÁGINAS WEB:
versión “moderna” del cuis y Güelfa:
Extracto sacado de “wikipedia” para la autoría de la novela.