Frida una vezle dijo a Diego: “Mi sangre es un milagro que, desde mis venas cruza el aire de mi corazón al tuyo.” En un intento por cortar todo vínculo emocional con Diego, la Frida de la izquierda sostiene forme estas pinzas quirúrgicas deteniendo el flujo sanguíneo. El historiador de arte norteamericano, Mckinley Helm estaba con Frida cuando ella recibió sus papeles del divorcio. Ambos se encontraban viendo la pintura que ya casiestaba terminada, al respecto él escribió impresionado: “Por un momento pensé que e;;a agarraría esas tijeras chorreantes y la lanzaría por el cuarto.”
En su regazo guinda un retrato en miniatura de Diego. Desde el marco ovalado surge una vena roja que simboliza el cordón umbilical, que sugiere no sólo que Diego es su amor sino también, su pequeño pintado en Las dos Fridas fue encontrado entre las pertencias de la artista luego de su muerte, hoe es parte de la colección del Museo de Frida Kahlo.
En 1930, Diego Rivera le comisionan varios murales en los Estados Unidos, así la pareja empaca sus pertenencias y se van al norte. Luego de cuatro años, Diego se encontraba contento en tierra norteamericana pero, Frida extrañaba su tierra y se sentía miserable. Esta experiencia fue motivo de inspiración para su pintura.
Con tonas color tierra, plantas florecidas y nubes esponjosas, Frida contrasta al vecino industrializado del norte con el paisaje natural de su tierra mexicana.
Estos cables enroscados y epsaricods por el escenario de los Estados Unidos se transforman en raíces de plantas germinando al otro lado de la frontera en México.
La historia mexicana es muy antigua y profunda. La presencia de este templo en la obra da cuenta de ese pasado remoto, un pasado que es parte integral en la vida y obra de Frida Kahlo. Como parte del movimiento de la mexicanidad imperante en la época, Frida al igual que otros artistas, rechazaba cualquier tradición europea y se dedicaba a explorar sus raíces y cultura indígena.
Las muñecas están recostadas sobre la calavera, esta juxtaposición se refiere al ciclo de vida y muerte.
Frida representa a una Norteamérica industrializada, lejana y agreste, a través de rascacielos de hierro, chimeneas soltando humo y maquinarias extrañas.
La yuxtaposición del sol y la luna está relacionada con el concepto azteca de la dualidad; así la relación entre los opuestos como el día y la noche, lo masculino y lo femenino, la vida y la muerte, definen el cieclo de la vida.
Hayden Herrera dice en Frida: Una biografía de Frida Kahlo (Perennial, 2002) que, para Frida Estados Unidos es un lugar de máquinas mientras que “el México argícola, es por otra parte un lugar para la vida, el contacto humano, la belleza…”
Los guantes que viste, largos y elegantes, dan la impresión de que está a punto de asistir a una ceremonia formal de té, al mismo tiempo, el cigarrillo que sostiene en una de sus manos, muestran un signo re rebeli impresión.
La cavalera es una imagen recurrente en la obra de Frida, está relacionada con el culto que los mexicanos tienen hacia la muerte como algo inevitable y parte del ciclo natural de la vida. La propia experiencia de Frida al vivir gran parte de su vida al borde de la muerte, puede ser también la razón por la que ella haya adoptado el uso de este símbolo poderoso y de manera personal.
Frida está parada sobre la línea que representa la frontera entre Estados Unidos y México. Esta situación representa la dualidad en la que se encuentra viviendo entre dos mundos diferentes y, al mismo tempo, un recordatorio sobre su doble origen; su mamá fue una mexicana mestiza, mitad india, mitad española y, su padre, un alemán judio inmigrante a México.
Ella era su chicuita y él su "príncipe sapo" sin embargo, el transcurrir de este amor no fue nunca fácil para Frida y Diego. Al poco tiempo de su matrimonio en 1929, empezaron los problemas. El año de 1949, la relación tocó el punto más bajo cuando corrió el rumor de que Diego intentaba casarse con la estrella de cine, María Félix, con quien mantenía un romance. A pesar de que nada de esto resultó y Diego permaneció al lado de Frida, ella terminó profundamente herida. El autorretrato Diego y yo proviene de esta experiencia vivida.
Diego está presente en los pensamientos de Frida, tal como lo gugiere el retrato de Diego entre las oscuras cejas de Frida.
La admiración de Frida por la inteligencia y sabiduría de Diego es sugerida en el tercer ojo incluido en la frente de Diego. De esta manera expresa su convicción a cerca de la superioridad intelectual y artística de Rivera.
Por añós, Frida hizo chistes y se rió de las indiscreciones de Diego pero, las lágrimas de Frida en este retrato nos muestran su pena y dolor. Una vez Frido commentó: “Yo he sufrido dos accidentes graves en mi vida uno, en un autobús que me tumbó … el otro accidente es Diego.”
En la mayoría de los retratos el cabello de Frida aparece arreglado elegantemente, en éste por el contrario, su cabello se encuentra suelto y enredado en su cuello sugiriéndonos un estado de ahogamiento; sin Diego, Frida pierde el respiro por la vida.
El 17 de septiembre de 1925, Frida sufre un accidente que le cambió la vida. Un año después, ella hizo el boceto El accidente en el estilo tradicional de las pinturas religiosas o ex-voto mexicanas.
Tradicionalmente, esta pinturas son ejecutadas sobre láminas de hojalatas y retratan la escena en la que ocurre un hecho milagroso. El milagro ocurrido en este boceto es que Frida no murió. Una de las características de ex-voto es que la escena es descrita de manera doble, en dibujo y palabras. Muchas de las pinturas de Frida incorporarán elementos del estilo del ex-voto.
El momento de impacto es representado en este boceto. Un tranvía fuera de control impacta sobre el autobús en el que Frida viaja. Varias personas mueren como se puede observar en los cuerpos atrapados entre las ruedas del tranvía. Frida sobrevive pero, sufre gravas heridas que la harán sufrir de dolor el resto de su vida. Este dibujo surge de su propia necesidad de explorar y sobrellevar el dolor por el que está pasando. Se piensa que este trágico accidente descencadenó la vocación de artista en Frida.
El rostro de Frida aparace como flotando en la escena mirando cual testigo del evento.
La fecha del accidente así como el nombre del dibujo aparecen en la parte inferior de éste. Muchas de sus pinturas incorporarán esta técnica frecuente en el ex-voto mexicano donde, se describe el evento en palabras como en dibujo.
El día del accidente, Frida viajaba del colegio a su casa, La casa azul, representada también en este dibujo. A lo largo de su vida, La casa azul será un lugar muy importante como hogar y refugio de la artista.
El segundo figura de Frida aparece en cuerpo entero, acostada y toda vendada. Durante el resto de su vida, Frida tendrá que cubrirse de diferentes tipos de fajas y corsés a consecuencia de este accidente.