significa que la cantidad que cada uno de ellos demanda u ofrece resulta tan pequeña
respecto a la demanda u oferta de mercado que su comportamiento individual no puede
tener efectos perceptibles sobre los precios de las mercancías. Por ello, los productores y
los compradores aceptarán los precios del mercado como datos. En este caso, la
competencia entre los compradores conducirá a que nadie pueda comprar a un precio
inferior al que compra el resto. Asimismo, la competencia entre los vendedores llevará a
que ninguno de ellos pueda vender a un precio más alto del que lo hacen los demás, pues
si lo intentara la competencia del resto de los productores lo expulsaría del mercado.
Dado que la empresa puede alterar su volumen de producción y ventas sin que ello tenga
efectos significativos sobre el precio del producto que vende, ha de aceptar el precio de
mercado como un dato, esto es, tiene un comportamiento que se denomina cono de
precio aceptable. El precio se toma como un parámetro y las decisiones de las
empresas no dependen de las reacciones que estiman que las demás empresas llevarán a
cabo como consecuencias de modificaciones en la s políticas productivas. En los
mercados competitivos no hay rivalidad entre las empresas, sino competencia impersonal.
* Tanto compradores como vendedores deberán ser indiferentes respecto a quien comprar o
vender. Este supuesto implica, en realidad, que el bien comprado o vendido sea
homogéneo. Se presupone implícitamente, por tanto, que cada unidad de determinado
bien deberá ser idéntica a cualquier otra del mismo; de lo contrario el productor de algún
bien o servicio ligeramente diferente a los demás tendrá cierto control sobre el mercado y,
por tanto, sobre el precio de su producto. En otras palabras, este supuesto implica que no
hay marcas que diferencien a los productos. Respecto al bien, se supone, que es un bien
económico infinitamente divisible.
* Que todos los compradores y los vendedores tengan un conocimiento pleno de las
condiciones generales de mercado. De este supuesto se infiere que los vendedores
generalmente conocen lo que los compradores están dispuestos a pagar por sus
productos, mientras que los demandantes saben a que precio los oferentes desean vender.
De esta manera, es posible predecir correctamente aquel precio que equilibra el mercado.
Una vez que es conocido el precio de equilibrio, los compradores no aceptan comprar a un
precio mayor y los oferentes rechazan vender a un precio inferior al de equilibrio. En tal
situación, no habrá compradores ni vendedores insatisfechos; todos aquellos los que
quieran vender podrán hacerlo, y todos los que quieran comprar lo harán en la cantidad
deseada, pero siempre al precio de equilibrio.
* La libre movilidad de los recursos productivos, de forma que las empresas tienen libertad
de entrada y salida al mercado. La totalidad de los agentes que participan en la producción
podrán, consecuentemente, entrar y salir del mercado de forma inmediata como respuesta
a incentivos pecuniarios. De igual manera, quien desee dedicarse a la producción de un
bien o servicio podrá hacerlo sin que se lo impida ninguna restricción. En otras palabras,
este supuesto implica la libre entrada y salida de empresas en una, como respuesta a los
incentivos pecuniarios.
La esencia de la competencia perfecta no está referida tanto a la rivalidad como a la dispersión de
la capacidad de control que los agentes económicos pueden ejercer sobre la marca del mercado.
El funcionamiento de los mercados en competencia perfecta
La oferta y la demanda del producto determina un precio de equilibrio, y a dicho precio la empresas
deciden libremente que cantidad producir.
Por consiguiente, el mercado determina el precio y cada empresa acepta este precio como un dato
fijo sobre el que no puede influir.
A partir del precio de equilibrio cada empresa individual producirá la cantidad que le indique su
curva de oferta para ese precio concreto. La curva de oferta de cada empresa está condicionada por
su costo de producción.
Los beneficios y la competencia perfecta.
Al precio que se determine en el equilibrio de un mercado competitivo las empresas no tendrán, en
general, los mismos beneficios. Esto se deberá a que, si bien suponemos que todas las empresas
conocen la misma tecnología a corto plazo, las instalaciones fijas de cada empresa serán
diferentes, de forma que los costos y beneficios serán distintos.
Aunque esta situación puede existir en el corto plazo (mientras no sea posible alterar el tamaño de
la empresa), no se mantendrá en cuanto las organizaciones logren readaptar sus procesos
productivos. Además, los beneficios que obtengan las empresas más eficientes, serán tenidos en
cuenta por las compañías de otros mercados o sectores. De nuevo. en el corto plazo, éstas no
podrán abandonar el sector en el que se encuentran, pero tan pronto como puedan liquidar sus
instalaciones, lo harán.
La esencia de la competencia no está referida a la rivalidad, sino a la dispersión de la capacidad de
control que los agentes económicos pueden ejercer sobre la marcha del mercado. Ello lo debe a
que cuanto más repartido esté el poder de influir en las condiciones del mercado, menos eficaces
serán aquellas acciones discrecionales dirigidas a manipular la cantidad disponible de productos y
los precios de mercado.
Un mercado es perfectamente competitivo cuando hay muchos vendedores pequeños en
relación con el mercado, el producto es homogéneo, los compradores están bien
informados, existe libre entrada y salida de empresas y decisiones independientes, tanto
de los oferentes como de los demandantes.
Aunque las condiciones citadas son uy restrictivas y pocos son los productos cuyos mercados las
reúnen, el modelo de competencia perfecta es útil y no sólo porque sea aplicable a la mayoría de
los productos agropecuarios y a muchos títulos valores, sino porque otros muchos mercados se
aproximan al modelo de competencia perfecta, de forma que las predicciones derivadas de dicho
modelo tienen una aplicación considerablemente amplia.
Así, en un mercado de competencia perfecta hay una tendencia a que se minimicen los costos y
se equiparen los beneficios.
Una industria es un grupo de empresas que produce un bien homogeneo.
Si las empresas existentes no pueden, pues, impedir la aparición de otras nuevas, y si se supone,
asimismo, que no existen prohibiciones legales de apertura o de cese, la liberta de entrada y de
salida asegura que los recursos productivos se puedan asignar a los sectores más eficientes.
Se supone también que en las industrias respectivas las empresas no actúan tratando de
establecer acuerdos entre ellas, es decir, no se da colusión (pactar el daño a un tercero). Respecto
al funcionamiento del mercado, se supone, asimismo que éste es libre en el sentido de que no
existe ningún control externo que influya sobre su funcionamiento y que cree unas condiciones
artificiales de mercado.
La competencia perfecta y la eficiencia económica.
En los mercados de competencia perfecta, las empresas que pretenden obtener mayores
beneficios deben recurrir al máximo aprovechamiento de la tecnología. Por lo tanto, la búsqueda de
mayores beneficios va asociada a la combinación más eficiente y rentable de los factores
productivos y a la modernización de la tecnología.