UNA DEFINICIÓN DE CONOCIMIENTO ES LA CREENCIA VERDADERA BASADA EN PRUEBAS SUFICIENTEMENTE CONCLUYENTES. ¿QUÉ HACE QUE UNA PRUEBA SEA SUFICIENTEMENTE "CONCLUYENTE"? ¿CÓMO SE PUEDE ESTABLECER ESTE LÍMITE?
UNA DEFINICIÓN DE CONOCIMIENTO ES LA CREENCIA VERDADERA BASADA EN PRUEBAS SUFICIENTEMENTE CONCLUYENTES. ¿QUÉ HACE QUE UNA PRUEBA SEA SUFICIENTEMENTE “CONCLUYENTE”? ¿CÓMO SE PUEDE ESTABLECER ESTE LÍMITE?
PATRICIA MARTÍN SANCHIS
Se dice que el conocimiento supone una barrera de separación entre el ser humano y el resto de las especies, y por ello, éste resulta ser el bien más preciado para la humanidad y el sujeto tiene la necesidad inherente y congénita de poseerlo.
Durante la historia ha habido numerosas teorías acerca de cómo llegar a ese conocimiento, pero, en general, podría decirse que el conocimiento supone “la creencia verdadera basada en pruebas suficientemente concluyentes” lo cual significa que el saber es aquella sapiencia verdadera que puede ser probada, corroborada. Por lo tanto, para saber si se posee conocimiento, uno tendrá que asegurarse que las pruebas que lo confirman son concluyentes, indiscutibles. ¿Pero cómo saber cuando una prueba es concluyente? Para responderla, se debe considerar los distintos medios para llegar a ese conocimiento.
En general, hay dos posibles maneras de llegar al saber. Una de ellas es partiendo del ‘mundo sensible’ y la otra de lo que podría llamarse ‘mundo de las ideas’, ambos términos acuñados por el famoso filósofo Platón. Los sofistas, grupo que surgió en torno al siglo IV a.C, consideraban que la única vía hacia el conocimiento es a través de los sentidos y, de este modo, se atendrían al popular dicho de ‘si no lo veo no lo creo’. Esta forma de llegar a la erudición alberga grandes peligros ya que los sentidos son un instrumento engañoso, poco fiable, por lo que el conocimiento adquirido a raíz de ellos será relativo, subjetivo. Esto se debe a que la vista, oído, tacto, gusto y olfato son muy personales para cada individuo y así si dos personas se sometiesen a una serie de pruebas acerca de sus sentidos, los resultados finales resultarían de gran diferencia entre ambos sujetos. Por lo tanto, si todos los seres humanos partiesen del mundo sensible para adquirir sabiduría, no existiría un conocimiento único y supremo, al igual que tampoco existiría una verdad absoluta. De este modo, en lugar de decir ‘esto es verdad’ se debería decir ‘esto es verdad porque es mi verdad’. Esto significa que el establecer una prueba concluyente que juzgara el conocimiento adquirido sería tarea difícil puesto que no habría un conocimiento total y único sino subjetivo y variable, por lo que todo sería válido y así no debería haber pruebas ya que cada uno podría tener su propio conocimiento diferente y dispar. Por lo tanto, un daltónico poseería un conocimiento distinto a cualquier otro individuo pero su sabiduría no sería juzgada sino aprobada y tolerada y nadie podría decirle que está equivocado. Esto se debe a que si los sentidos son el útil para llegar al conocimiento, aunque su sentido de la vista le otorgue información equívoca, su conocimiento final será válido. Por lo tanto, no podría establecerse un límite acerca de cómo se prueba el conocimiento ya que éste sería personal, relativo y subjetivo, todo estaría aceptado. Así, si realmente se tuviese que crear una prueba concluyente para dictaminar el conocimiento, lo más parecido a ello sería celebrar un consenso. De este modo, un grupo de personas debatiría acerca de sus conocimientos y saber y juntos intentarían crear uno común de entre todos.
