Según Hartmann el sujeto formula una imagen basándose en el objeto. El problema está en la forma en que percibe al objeto. Entonces el conocimiento que cada sujeto tome del objeto será diferente para cada uno de los sujetos que observen un mismo objeto, es decir tendrán una imagen distinta en función de la percepción que cada uno realice sobre el objeto. En otras palabras, la imagen que nosotros como sujetos tomemos de un mismo objeto será diferente para cada uno de nosotros. Porque cada uno, como sujeto independiente, tiene una percepción diferente de un mismo objeto. Debido a que ningún sujeto tiene una percepción igual a la de otro, cada uno observará diferentes cosas en el objeto, lo analizará de forma diferente y llegará a una conclusión relativa a la del otro sujeto. Esto define claramente que las observaciones de cada sujeto sobre un mismo objeto sean relativas, varíen. Es decir que se da a conocer un relativismo. Esto muchas veces nos lleva a un falso conocimiento.
Si aplicamos los razonamientos del párrafo anterior a la alegoría de la caverna de Platón nos damos cuenta que por este relativismo de las cosas y del falso conocimiento que algunos sujetos obtienen erróneamente, no todos los hombres y sujetos llegan a ser liberados. Estos no poseen el conocimiento suficiente, posiblemente por una mala reflexión sobre el objeto. No entienden las cosas tal como son, sino por lo que ellos mismos son, es decir que sus razonamientos y sus comprensiones se dan por lo que saben y conocen, que es muy poco. Ellos son prisioneros que no tiene el don de razonar u observar. Son prisioneros, sujetos sin ningún saber, no pueden juzgar la mayoría de las cosas y como resultado se quedan en la caverna por siempre. Como explica Platón, sólo algunos salen de la caverna debido a que pueden razonar y pensar.
La finalidad de los párrafos anteriores es mostrar que nunca podemos obtener un conocimiento certero e infalible sobre algo, siempre tendremos una duda o un error en nuestro análisis. Además nuestro análisis nunca será igual al que realice otro sujeto.
Ahora bien, si para explicar la afirmación (Vemos y entendemos las cosas tal como somos, no tal como son) tomamos una postura racionalista, primero tenemos que saber que según esta corriente de pensamiento la posibilidad de conocer se da solamente mediante el único uso de la razón y que un saber realmente merecido por el hombre debe ser necesario y universal. Una adecuada forma de razonar tiene la capacidad de lograr entender la realidad de las cosas, como son en sí. Si un razonamiento no es del todo certero, es decir, es inverosímil debe ser descartado o dejado de lado. Un juicio tiene que ser totalmente seguro y para esto debemos hacer uso de la razón.
Para el racionalismo la forma en que podemos llegar a conocer algo depende únicamente de nuestra capacidad de razonar, por lo tanto los racionalistas sostienen que es imposible obtener conocimiento mediante los sentidos (olfato, tacto, gusto, vista y oído), tal como justifica la siguiente cita: “Porque hemos descubierto que los sentidos a veces yerran, y es propio de la prudencia no confiar jamás demasiado en aquellos que nos engañaron alguna vez.”
Si nos basamos en la línea de pensamiento del párrafo anterior para analizar la frase, y siguiendo tanto las afirmaciones como los razonamientos previos, podemos argumentar que un racionalista estaría totalmente a favor de la frase, debido a que ésta hace referencia a un sentido, el de la visión. Al ser el conocimiento que nos dan todos los sentidos limitado y erróneo, siempre desde una postura racionalista, las cosas no las entenderíamos completamente utilizando la visión o cualquier otro sentido sino que entenderíamos lo que este sentido nos provee sobre el objeto, por lo tanto el conocimiento y la comprensión del mismo serían inciertos o incompletos.
Por otro lado nuestro modo de razonar depende tanto de nuestra formación cultural y moral como de nuestra forma personal de pensar e interpretar las cosas. En conclusión podemos decir que como nuestro razonar depende únicamente de nosotros, lo que razonamos puede estar bien o mal. De este modo, el obtener un conocimiento verdadero y puramente cierto de algo queda totalmente a la deriva de la dependencia de cómo nosotros razonemos y saquemos conclusiones. En otras palabras, el conocimiento sigue sin ser del todo certero, salvo en excepciones como los conocimientos universales y necesarios.
A diferencia del racionalismo, para el empirismo el conocimiento solo se obtiene mediante la percepción sensorial. El pensamiento básico de todo empirista está brevemente resumido en la siguiente cita:”Todo conocimiento deriva en última instancia de la experiencia sensible; ésta es la única fuente de conocimiento, y sin ella no se lograría saber ninguno.”
Para los empiristas, todo conocimiento es adquirido o comprendido mediante el uso de los sentidos y de las ideas que se toman de las impresiones captadas. A la vez se debe formar una conexión necesaria entre las ideas y las impresiones para poder llegar a entender una situación. Por ejemplo: cuando nos paramos en una esquina por primera vez y observamos un semáforo tenemos la impresión de éste, al observar que los autos se detienen cuando el semáforo enciende la luz roja obtenemos otra impresión: la de los autos deteniéndose. Entonces al conectar ambas impresiones formamos la idea de que cuando el semáforo está en rojo, los autos se detendrán. Para que nuestra idea sea válida debe tener su propia impresión correspondiente y una previa conexión realizada, como se explicó anteriormente. Por lo tanto, a partir del uso de los sentidos y de la asociación de impresiones obtenemos una idea y un conocimiento a posteriori (dependiente de la experiencia).
Una vez explicado brevemente el pensamiento empirista, pasamos a relacionarlo con la frase dada. En principio se podría decir que el enunciado cumple con las opiniones empiristas en Vemos y entendemos las cosas..., claro está que para todo empirista el ver (uso de los sentidos) y entender (formular una conexión basándose en impresiones e ideas previas sobre una cosa) las cosas de forma correcta llevaría al sujeto a lograr un conocimiento certero, sin embargo esto requiere que un sujeto tenga un poder de conexión avanzado. Si llegara a tenerlo lograría entender la cosa tal cual es y a formular un enunciado sobre el cual está del todo seguro que es seguro. Por consiguiente se podría de decir que el inicio de la frase es aceptable para la forma de ver las cosas desde un punto de vista empírico porque da a entender el uso de los sentidos y de la asociación de ideas. Sin embargo, el resto de la frase niega la reflexión realizada anteriormente. Debido a que en las cosas tal como somos, no tal como son se da a conocer un error en la conexión realizada por el sujeto al analizar y entender la cosa desde su propio pensamiento y mediante el uso de los sentidos (en vemos), lo cual no es posible para el empirismo porque llevaría a, como se dijo al inicio del ensayo, un total relativismo.
En conclusión y luego de un profundo análisis, la afirmación analizada contiene características del pensamiento empírico sin llegar a ser del todo empirista. En este sentido la afirmación toma las impresiones de la reflexión de Hume, es decir de nuestra propia interioridad como observadores, y además infiere la existencia de las cosas observadas por la interpretación de hacemos como sujetos observadores. Por otro lado, podemos señalar que la frase sigue la forma de pensamiento racionalista debido a que expresa que mediante los sentidos no se adquiere un conocimiento certero, desvalorizando la mirada empirista y favoreciendo a la racionalista. Podemos decir que de alguna manera critica el empirismo al decir que entendemos lo que queremos o lo que podemos, usando los sentidos, sin llegar a entender todo como es en realidad. Vale tener en cuenta que para arribar a esta conclusión hemos analizado las opiniones filosóficas de algunos de los filósofos más reconocidos en la historia tales como Platón, Hartman y, principalmente, Hume y Descartes.
Bibliografía
HARTMANN, N, les principes d’une metaphysique de la connaissance, Aubier, París, 1945.
Díaz, Esther 1989: “El conocimiento científico”. Vol I Ed. EYDEBA, pág. 40 – 43.
Carpio, Adolfo P. “Principios de Filosofía”. Ed Glauco, Bs As 1997. Cap: IV, V, VI, VIII, IX, X.
Ferrater Mora, José - Diccionario De Filosofía.
Conocimientos dependientes de la experiencia (a posteriori), o independientes de la experiencia (a priori), son términos utilizados principalmente por Kant para explicar su pensamiento.
Conexión necesaria realizada por el sujeto a base de ideas e impresiones es un término utilizado por David Hume en su postura empirista.
El solo uso de la razón para obtener conocimientos es un término utilizado por René Descartes desde su postura racionalista.
-Toda la información utilizada para justificar las anteriores tres citas, fue sacada de:
*Díaz, Esther 1989: “El conocimiento científico”. Vol I Ed. EYDEBA, pág. 40 – 43.
*Carpio, Adolfo P. “Principios de Filosofía”. Ed Glauco, Bs As 1997. Cap: IV, V, VI, VIII, IX, X.
HARTMANN, N, les principes d’une metaphysique de la connaissance, Aubier, París, 1945.
Comparación de la teoría de Hartmann con “el mundo de las ideas” de Platón.
Carpio, Adolfo P. “Principios de Filosofía”. Ed Glauco, Bs As 1997. Cap: IX, 14, GM 96.
Universales porque valen para todos los casos y necesarios porque no pueden ser de otra manera (tiempo y espacio).
El empirismo, Capitulo IX, Sección 1 de Principios de Filosofía