En el discurso analítico se trata de leer lo que está más allá de lo que el sujeto dice o quiere decir. No lo dice todo, justamente se intenta que diga lo que se le ocurra sin vacilar ante las necedades que se puedan decir.
Todo sujeto tiene una relación especial con el lenguaje en tanto es el instrumento con el cual intentamos relacionarnos con los otros, con los objetos que nos rodean. Abdón Ubidia, opina que “Palacio se construye a sí mismo en cuanto a individuo, gracias, entre otros auxilios, a su literatura”.
En su Seminario “Aún”, Lacan plantea que la realidad se aborda con los aparatos del goce. No hay otro aparato que el lenguaje, así se apareja el goce en el ser que habla. Goce es un término psicoanalítico muy amplio, pero para dar una idea diré que da cuenta de cierta energía pulsional que se satisface vía la repetición. Una de las formas en que se vivencia es, por ejemplo, cuando un sujeto se queja de algo, sufre por un síntoma o situación y por más que lo razone y quiere cambiarlo, sigue provocando, repitiendo eso que lo hace sufrir.
Se puede percibir que a veces el lenguaje no alcanza para explicar lo que un sujeto siente o piensa. Hay un resto que no se puede expresar. En Psicoanálisis un término se asocia a este resto: lalengua. El lenguaje intenta dar cuenta de esta la lalengua. Esta sirve para otras cosas muy diferentes a la comunicación. La lalengua es la palabra (goce) antes de su ordenamiento gramatical y lexicográfico, va más allá del lenguaje
Retomando a Lacan, Jacques-Alain Miller expone “…la satisfacción, la verdadera, la pulsional… no se encuentra ni en lo imaginario ni en lo simbólico, está fuera de lo simbolizado, es del orden de lo real. Eso implica que tanto el orden simbólico como la relación imaginaria… está eregido contra el goce real,” para contenerlo.
Explica que sin el lenguaje, sin el significante no habría sujeto en lo real…El significante, causa del sujeto, nos pone en relación con el goce. Más allá de las estructuras diagnósticas, nos diferenciamos por una serie de elecciones, de adhesiones a un modo de goce más a otro, de maneras de saber hacer con este goce o sus efectos.
Entre estas maneras se plantea que pedirle coherencia a un escritor es no solo exigirle demasiado, sino pedirle algo irracional. En tanto su creación, mientras más “verdadera” sea más estará influenciada con su elección particular en relación al goce y su intento de elaboración en el lenguaje. En la relación de cada sujeto con el significante, no entra más apropiadamente la lógica universal. El artista suele tener una manera muy particular, de manifestar esta relación. Se dice que el ademán frecuente, en literatura y fuera de ella, que asocia algunas conductas con la locura intenta ligar lo “normal” a la falta de angustia, o signarlo a las relaciones plenas con otros seres humanos.
Miller plantea “… el goce es fundamentalmente Uno, es decir; prescinde del Otro… El lugar del goce… es el propio cuerpo… Es siempre el propio cuerpo que goza a través del medio que sea” (por ejemplo, el lenguaje).
Expone algunas figuras del Goce Uno:
- goce del cuerpo
- goce fálico
- goce de la palabra
- goce sublimatorio
Voy a tratar de ubicar ciertos aspectos de la obra, en relación a estas figuras
El goce del cuerpo.
Hay un cuerpo que habla, pero esto no implica que esté ligado al Otro.
En los relatos se vislumbra algo de la relación con el cuerpo. Sin ser explícito pone en escena cómo intervienen objetos como la mirada, la voz, en las relaciones con los otros. Suele utilizar también nombres especializados para describir las partes del cuerpo.
En ocasiones describe estas partes o los órganos que entran en juego para realizar algún gesto, mas no la interpretación de éste.
Débora:
“… como le arden las mejillas suavizo mi epidermis en este nuevo hornillo de amor”. (pág. 102)
“Pero a nuestro Teniente estas narraciones le picaban el egoísmo. Era capaz de moverles los omóplatos como a las molestias de la espalda y hacerles el gesto unilateral que acerca una comisura de la boca a la ternilla correspondiente”. (pág. 111)
El antropófago (relato del ataque, pág. 53-54)
Relato de la muy sensible desgracia acaecida en la persona del joven Z (pág. 89)
Goce de la palabra
La palabra como medio de satisfacción especifica del cuerpo hablante. La palabra es goce, separado del Otro, no es su función esencial comunicarse.
En su mayoría, la obra de Palacio expresa claramente este “no comunicar” de lalengua. Violenta la sintaxis, no cuida la coherencia del discurso. Rompe con el código lingüístico tradicional, quiebra estructuras narrativas. Corta el hilo de la narración a cada instante, los cuentos parecen inconclusos.
Débora
“¿Pero, por qué el mayor porcentaje de oleografías en los barrios bajos corresponde al Arcángel y al Mártir? No será por la indumentaria, ni por Lucifer, ni por el tronco del árbol. En fin, vayan a saberlo. Será porque el lunes atropellaron a un perro.
L a rí, l a r á.” (Pág. 119-120)
Vida del Ahorcado
“Ahora bien:
Esta historia pasa de aquí a su comienzo, en la primera mañana de mayo; sigue a través de estas mismas páginas, y cuando llega de nuevo aquí, de nuevo empieza allá…
Tal era su iluminado alucinamiento” (Pág. 179)
En sus relatos suele dejar lugares en blanco, utiliza mayúsculas cuando se le ocurre, separa a su gusto las frases (una parte como título)
Débora:
“Teniente
has sido mi huésped durante años. Hoy te arrojo de mí para….” (pág. 95)
“Es verdad que eres inútil. Pero te sostiene la misma razón que a Juan Pérez y Luis Flores. He puesto frente a frente
El vacío de la vulgaridad
y
La tragedia de la genialidad
y veo que te conviene más lo primero. Siendo ridículo, corresponde a tus valores el signo matemático – (ridículo), en contraposición al enorme + que ahogará a los martirizados…” (pág. 95)
A veces, crea palabras nuevas (al unir o conjugar a su gusto sin mirar reglas) y en ocasiones parece dar un particular sentido a las palabras.
Débora:
“… Teniente has hecho de tu alma hornecina para la faz grave de la madre”
“… zarpan del estático momento interior las carabelas del recuerdo” (pág. 97)
“ …Grité y me emocioné- la emoción es ahora para mí METRO GOLDWIN PICTURES, porque no he logrado observar otra emoción, y se parece a un insistente columpio de pecho…” (pág. 98)
Vida del Ahorcado
“...Ojo paréntesisojooooooooo” (pág. 126)
Goce sublimatorio
En “Aún”, Lacan da una versión de la sublimación que no implica al Otro, sino esencialmente su función de una salida propia de la palabra de goce. Cuando el lenguaje no alcanza para dar cuenta este goce, a veces el sujeto inventa formas, palabras para expresar algo de este resto.
La escritura de Palacio denota una literatura aislada, individualista, creada a partir de lo insólito.
Contexto Cultural
Todo esto no basta para explicar el estilo de Palacio, es propio del psicoanálisis referir que el sujeto siempre toma los significantes de la época
Se considera que Palacio estuvo adelantado a su tiempo, marcando una evolución literaria a nivel suramericano. Era propio de la época denunciar injusticias sociales, aparentemente se muestra sensible ante estos problemas. De alguna manera lo plantea anterior al relato de “Un hombre muerto a puntapiés”: “Con guantes de operar, hago un pequeño bolo de lodo suburbano. Lo …echo a rodar por esas calles: los que se tapen las narices le habrán encontrado carne de su carne”
A través de su lenguaje marca una ruptura contra las instituciones, ruptura contra el sistema (se burla, critica la burguesía, la justicia penal, etc.) Apuesta por personajes marginales (antropófago, brujos, prostitutas, asesinos, etc.)
Para finalizar, retomo a Lacan, al referirse a Joyce comenta “… Allí verán cómo el lenguaje se perfecciona cuando sabe jugar con la escritura”.
La obra de Pablo Palacio, más allá de sus denuncias sociales y revolución literaria, da cuenta de lo que un sujeto creador puede poner en escena de la relación del sujeto con el significante, con el goce, con lalengua.
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Durante la Mesa Redonda, hubo una exposición que me impactó en tanto las frases que se habían recogido de algunos adolescentes en relación a la Obra de Pablo Palacio, pienso se articulan a lo que intenté plantear en mi ensayo. Cito las siguientes:
“Su obra ayuda a mantener la pregunta” (en tanto deja las historias inconclusas)
“Mantiene una queja contra el sistema”
“Hay cierta morbosidad en los lectores, aunque duele la barriga al leer, se sigue leyendo el Antropófago”
“La literatura de Palacio se siente en el cuerpo, y ahí se queda”
Exposición realizada en la Mesa Redonda: “Pablo Palacio: su vida y su obra”, el 11 de enero de 2007 en la Alianza Francesa de Guayaquil, Ecuador
Lacan, Jacques. “Aún”, Seminario 20, Editorial Paidós. pp 38
Lacan, Jacques “Aún”, Seminario 20, Editorial Paidós. pp 48
Abdón Ubidia, Pablo Palaci, Obras escogidas. Editorial El Conejo
Lacan, Jacques. “Aún”, Seminario 20, Editorial Paidós pp 69
Miller, Jacques-Alain. El lenguaje, aparato del goce, Editorial Manantial. pp 150
Miller, Jacques-Alain. Psicosis Ordinaria
Miller, Jacques-Alain. El lenguaje, aparato del goce, Editorial Manantial. pp177
Palacio, Pablo. Un hombre muerto a puntapiés, Editorial El Conejo, pp 37
Lacan, Jacques. “Aún”, Seminario 20, Editorial Paidós. pág. 48
Toranzos, Mariella “Pablo Palacio, El anarquista antiguo”. (Estudiante de Periodismo)