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Periodo 1970 a 1991: En 1972 se dieron los primeros síntomas de la existencia de desequilibrios en la estructura económica del país debido a la expansión de la demanda que provocó la política fiscal y monetaria. En 1973 y 1974 se elevó el déficit del sector público el cual se tuvo que financiar con recursos inflacionarios y se elevaron los precios mundiales. La moneda nacional pasó de 12.50 por dólar a 20.50 pesos. Durante 1980 la economía del país se movió bajo la presión de un fuerte impulso de la demanda agregada. Sin embargo, al finalizar 1982 el país afrontaba la más grave crisis económica desde la Gran Depresión Mundial.
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Periodo 1991 a 2009: En este periodo el neoliberalismo está en pleno auge, apoyado por tratados como el TLC, TLCAN, etc. México sufre de nuevo una crisis y una devaluación a partir de 1993. La economía tiene una pequeña recuperación a partir de 1995, pero será hasta 2007 donde se entre de nuevo a una crisis mundial lo cual esta provocando una caída no sólo en el PIB, sino que también en los ingresos, salarios, aumento del desempleo, etc.
Fuente:
Autor de la tabla: Ing. Manuel Aguirre Botello
Nota: La Tabla del PIB absoluto a precios constantes de 2003 está basada hasta 1980, en la serie histórica 1900-1995 publicada en Internet por el INEGI, en base a precios de 1980, misma que fue transportada a la base 2003, sin afectar los porcentajes anuales de crecimiento. Las cifras desde 1980 hasta 2003 basadas en datos trimestrales que publica INEGI con base a precios de 1993, también se transportaron de la misma forma a la base 2003.
2.1.4 EL SALARIO
El comportamiento de los salarios durante estos cien años, nos ha permitido observar que son un rubro muy importante para nuestro pais, por que van a mostrar de manera clara los momentos criticos dentro de nuestra economia, y a su vez los momentos de mayor auge dentro de esta variable.
Los salarios son las percepciones que reciben las personas a cambio de trabajar, por lo cual, este analisis ha permitido tambien vincular los beneficios y los problemas en los que se ha visto la poblacion a lo largo de estas fechas.
Dividiremos el comportamiento de los salarios en las principales epocas, mismas que han sido escogidas por que han sido parteaguas en nuestra economia, y por lo tanto ha repercutido en el comportamiento de los salarios.
Pero antes de ello debemos mencionar ciertos aspectos que son necesarios conocer para comprender los movimientos dentro de los salarios. Para ello comencemos por ver que existen diversas caracteristicas que van a afectar los niveles salariales como son:
Los contratos laborales: en varios paises se determinan por un año, mientras que en otros paises son de tres años.
Los sindicatos: es una fuerza que empuja al alza los salarios, son representantes de los trabajadores.
La legislacion de los salarios minimos: los salarios mínimos nominales no se pueden reducir, lo que significa la existencia de rigidez salarial nominal.
La inflacion: va a ser punto determinante para la decision de subir o mantener los salarios en que nivel.
Debemos definir tambien al salario mínimo real como el salario mínimo nominal ajustado por la inflación, esto, para poder comprender las diversas fluctuaciones que han tenido los salarios.
La grafica del salario real, muestra de manera clara las epocas de expansion del salario, asi como las epocas de disminucion de éste. Partiendo de este grafico tenemos que:
De 1970 a 1976 se venia de una epoca de salarios elevados, incluso los salarios se encontraban por encima de los niveles de inflacion, pero al final del periodo el pais se enfrentó con su primera crisis devalauatoria. En 1976 fue la epoca en la que el salario alcanzó su nivel mas alto, pero fue un incremento ficticio, ya que no contaba con un soporte relamente valido, ya que estos salarios se incrementarion por decreto del presidente, pero sin fundamento real.
Een 1929, podemos observar la caida del salario, principalemente debido al crack de 29, sus consecuencias tambien se vieron reflejadas en la baja de los salarios. Recordemos que es un epoca en la que nuestro pais se estaba comenzando a recuperar de la Revolución Mexicana.
En 1945 se observa una caida de los salarios importante, esto debido principalemte al estallido de la segunda guerra mundial.
1977 1982 el presidente Lopez Portillo apostó la economia en base al petroleo, pero esto nos llevo a nuestra segunda crisis devaluatoria, los salarios se mantuvieron estancados, ya que nuestra economia estaban en una completa recesion. Se dio una perdida grande del poder adquisitivo de las personas
De 1983 a 1988 se comenzo a observar una perdida del poder adquisitivo de las personas, fue una perdida estrepitosa, se dieron una serie de huelgas obreras que no tuvieron resultados favorables, entramos en una epoca inflacionaria a la que algunos autores han llamado inflacion desbocada, esto repercutió en una baja tendencial de los salarios. Pese al pacto firmado de solidaridad economica donde uno de los principales temas eran los salarios, estos siguieron en la misma siuacion.
De 1989 a 1994 se vivieron epocas dificiles, los crecimientos de los salarios inluso alcanzaron a tomar valores negativos, estabamos hundidos en una devalacion profunda, hasta que en 1994 se cayó en la crisis total.
1995 – 2000, con la entrada de Ernesto Zedillo como presidente, entró tambien la crisis, fueron epocas de mucha inflacion y descontento, los salarios comenzaron a disminuir y por tanto a desacelerarse. Estas desaceleraciones estuvieron vinculadas tambien a la epoca recesiva que vivian los estados unidos.
2001-2006 los salarios continuaron con una tendnecia a la disminucion, los salarios se encontraban por debajo de los niveles de la inflacion, se creó la politica de bancos de inflacion, pero pese a eso los salarios permanecieron estancados y con tendencias a la baja.
Esta tendencia a la baja en los salarios, la vemos como resultado de los brutales incrementos en la explotacion, o mas bien llamada productividad de los trabajadores. Ahora los salarios tambien son marcados por la inflacion esperada, asi que si la inflacion es muy alta, los salarios no van a incrementarse a la par que ésta.
2.1.5 EL VOLUMEN DEL COMERCIO EXTERIOR
Al hacer dicho trabajo nos pudimos dar cuenta del comportamiento que ha tenido el comercio exterior a partir de distintos datos investigados por el equipo, estos datos nos permiten analizar el comportamiento a partir de la balanza comercial, tomando como base los años de 1975 y 1945. En el comportamiento que tiene la grafica ya elaborada podremos observar las variaciones que se han tenido a lo largo de un siglo con respecto al comercio exterior, ya que los datos recopilados se investigaron a partir del años de 1990 hasta lo que va del 2009.
En esta grafica podemos darnos cuenta que en el periodo de 1975 hubo una leve alza en el comercio exterior. En esta época estaba en la presidencia Luis Echeverría el cual paso por unos momentos difíciles ya que la crisis internacional provocada por la escasez de petróleo, aumentó de forma considerable el gasto público, emitiendo papel moneda sin valor y contratando deuda. Durante su mandato se dio la primera crisis económica desde el inicio del "Milagro Mexicano". Además, se lanzó a la compra de empresas al borde de la quiebra para sostener los empleos, pero a costa de ineficiencias y corrupción. Durante su gobierno se abandonó el tipo de cambio fijo que existía desde 1954, de $ 12.50 por dólar, al final de su sexenio llegó a los 20 por dólar. La deuda externa aumentó de los manejables 6,000 millones de dólares que había heredado Díaz Ordaz a más de 20,000 millones.
Entre 1980 y 1983 podemos observar que hay un considerable incremento en el comercio exterior, esta parte le toco a José López Portillo para el cual la situación era difícil en general, dado que apenas unos días antes de entrar en funciones se realizó una de las devaluaciones más severas que el país hubiese vivido hasta esas fechas y se obtuvo un préstamo del Fondo Monetario Internacional con el acuerdo de ejercer un presupuesto reducido y mantener bajos los salarios. Constreñido por los malos manejos de su antecesor y ante aquellas disposiciones, López Portillo se mostró prudente en cuanto a gasto e inversiones se refería, pero todo cambiaría cuando, como secuela de la Guerra del Yom Kipur, los países árabes interrumpieron la venta de petróleo a Estados Unidos y a Europa Occidental por el apoyo brindado a Israel. Esto, junto al descubrimiento de nuevos yacimientos en Chiapas, Tabasco y de la rica Sonda de Campeche catapultó a México como primer exportador de crudo, lo que permitió que el Producto Interno Bruto se elevara a un 8% anual y que la tasa de desempleo se redujera en un 50%.
En 1985 la grafica muestra un declive en el comercio exterior, el cual pudo haber sido provocado por el suceso que hubo el 19 de septiembre de 1985; un terremoto de 8.1 grados en la escala de Richter sacudió la Ciudad de México, con una fuerte réplica el día 20. Los daños materiales fueron masivos, y aunque los cálculos oficiales hablan de unos pocos miles de muertos.
Pero además De la Madrid llegó al poder en una de las épocas más difíciles del país, mucho debido a su antecesor José López Portillo, quien nacionalizó la banca tres meses antes de salir del poder tras dos sexenios de gastos excesivos. Como resultado, la inflación subió a un promedio de 100% cada año, el empleo informal creció a 20% entre 1983 y 1985 y hubo caídas drásticas en producción, sobre todo en industrias gubernamentales, ya para ahí entonces anticuadas, crecimiento del PIB fue erróneo con altibajas y disminuyó el poder adquisitivo. Para resolver tales problemas, emprendió la Renovación Moral de la sociedad, elaboró un Plan Global de Desarrollo, estableció a nivel constitucional un sistema de planeación democrática y más importante, inició con la apertura económica, la desregulación y descentralización así como la privatización de empresas estatales, algo que seguiría bajo su sucesor; durante su administración, el número de para estatales se redujo de 1155 en 1982 a 413 en 1988. Ante la severa crisis económica (donde se alcanzó el 3,100 por ciento de devaluación del peso), se establecieron los Pactos de Crecimiento Económico con los diversos sectores sociales, mediante los cuales el gobierno subsidiaba parte de los precios de los productos básicos y los productores/distribuidores se comprometían a no aumentarlos. En Enero de 1986, aprox. 3 años de negociaciones, México logra ser admitido al GATT, siendo el punto más fuerte de esta administración.
El GATT (Acuerdo general sobre comercio y aranceles) es un tratado multilateral, creado en la Conferencia de La Habana, en 1947, firmado en 1948, por la necesidad de establecer un conjunto de normas comerciales y concesiones arancelarias, y está considerado como el precursor de la Organización Mundial de Comercio. El GATT era parte del plan de regulación de la economía mundial tras la Segunda Guerra Mundial, que incluía la reducción de aranceles y otras barreras al comercio internacional.
Con Carlos Salinas de Gortari, quien gobernó del 1 de diciembre de 1988 al 30 de noviembre de 1994, se darían importantes cambios económicos, entre ellos la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, una privatización masiva de empresas estatales incluida la banca, la implementación del Programa Nacional de Solidaridad de combate a la pobreza, y el restablecimiento de las relaciones Iglesia-Estado y diplomáticas con el Vaticano.
La crisis de 1982 obligó al gobierno federal a nacionalizar la banca, con lo que la participación del Estado en la economía creció todavía más. En otros casos, sin embargo, el gobierno, lo mismo el federal que el del Distrito Federal y los de los estados, se convirtió en dueño de empresas como medida para evitar la quiebra de empresas privadas que se consideraba jugaban un papel importante para la economía del país o que simplemente empleaban a un número importante de personas.
Esta dinámica se vio favorecida por dos procesos. En un sentido, por la sobrevaluación del peso mexicano que ocurrió ya durante los últimos años del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz y de manera más clara durante los primeros años del gobierno de Echeverría, quien expandió el control del Estado sobre la economía al hacerse cargo de Teléfonos de México. La sobrevaluación hacía que las mercancías mexicanas fueran más caras que las que se producían en otros países. No sólo eso, gracias a las políticas de industrialización seguidas desde el gobierno de Lázaro Cárdenas (con un alto componente de protección a la industria nacional), las empresas mexicanas habían perdido calidad y eficacia.
La administración Salinas estimó que México debía redefinir los términos de sus relaciones con sus principales socios comerciales y redefinir las hipótesis que habían servido desde la década de los treinta, como soporte para el desarrollo de la economía mexicana, fue así que Salinas inició, primero informalmente, consultas con empresarios de México, Estados Unidos y Canadá para lograr la integración de México al acuerdo comercial originalmente pactado por estos últimos.
Las negociaciones formales del Tratado de Libre Comercio de América del Norte iniciaron en 1990 y continuaron durante los próximos tres años.
Comercio exterior de mexico de 1976 - 2005
2.1.5.1 El comercio exterior de México 1900-1964
De 1900 a 1939, la Segunda Guerra Mundial dejó un fuerte impacto en nuestro comercio exterior y para estudiar su desarrollo se pueden establecer dos etapas claramente diferenciadas: una, que arranca de 1900 y termina en el momento de iniciarse el conflicto bélico en 1939 y otra, que desde esa fecha llega a nuestros días. Las cifras del comercio exterior de México, correspondientes a los años de 1900 a 1939, sirven de base para elaborar las conclusiones pertinentes acerca del movimiento que tuvieron las importaciones y exportaciones mexicanas en ese periodo. Hasta el año de 1914, la estadística del comercio exterior, se hizo atendiendo a los años fiscales, es decir, comprendiendo el segundo semestre del año anterior y el primer semestre del año siguiente. Ello explica que las cifras de año 1914, al incluir solamente las cantidades correspondientes al segundo semestre, parezcan bajas.
A primera vista se observa que el movimiento comercial presenta variaciones muy bruscas, dos de las cuales son de mayor importancia; la primera corresponde al año de 1914 y se debe a la desorganización causada en la economía por la Revolución Mexicana y porque la Primera Guerra Mundial produjo los consiguientes trastornos en las operaciones internacionales del comercio. El descenso del comercio pudo no haber sido tan brusco como parece, porque la mayoría de las aduanas encargadas de registrar la entrada y salida de mercancías no estuvo sujeta a inspección administrativa y pudo haber dejado sin registro algunas operaciones importantes. Entre los años 1929 y 1932, tuvo lugar la segunda depresión correspondiente a la crisis mundial que afectó de manera inevitable a México. Ese fenómeno hizo disminuir el valor total de las importaciones y exportaciones. A partir del año 1932 y hasta llegar a 1939, el comercio aumentó hasta alcanzar la cifra más alta en el año de 1939.
Las apreciaciones así hechas son de carácter general, derivadas del estudio del cuadro que representa el valor del comercio exterior. Con estos elementos se puede entrar en una explicación de los renglones que forman la balanza comercial.
Importaciones: Las importaciones muestran un incremento irregular hasta el año 1910, con un valor máximo en el año de 1907. El descenso en las importaciones correspondientes al año 1910 se explica por el movimiento revolucionario, cuyos efectos se prolongaron hasta 1914. De esta fecha a 1917, el volumen de importaciones no es considerable por trastornos políticos, administrativos y económicos motivados por la Revolución Mexicana y por la contracción que sufrió el comercio internacional, debido a la Primera Guerra Mundial. En 1918 se superaron las anteriores cifras de importación y el crecimiento se prolongó hasta 1921, cuando por la brusca reducción del precio de la plata (de 1.099 dólares la onza a 0.627), se redujo el valor de las importaciones debido a la baja capacidad de compra del país.
Exportaciones: En el lado de las exportaciones se observa que, salvo ligeras variaciones, de 1900 a 1914, siguieron un aumento gradual, a pesar de la Revolución. El descenso en el año 1914, así como las causas que lo motivaron, se expresó a tratar el comercio internacional en general. En 1917 ocurrió una disminución de las exportaciones como resultado de las condiciones por las cuales atravesaba el país, a la prolongación de los efectos de la Revolución y a la influencia del desajuste económico mundial a consecuencia de la guerra de 1914 a 1918.
De 1917, a un ritmo acelerado, se alcanzó en 1929, un elevado valor de las exportaciones. Esta alza se debe al auge de la industria petrolera, circunstancia favorable que, ligada al aumento del valor de la plata, determinó una apreciable mejoría en nuestras exportaciones. Se hace notar que el petróleo y la plata constituían dos de los mas importantes capítulos de exportación y el aumento o disminución en sus precios afectaba en alto grado el valor de las exportaciones; así se explica el descenso que se nota en el año 1923, causado por la depreciación de la plata y el petróleo. De 1923 a 1926, las exportaciones volvieron a subir por la recuperación que la actividad mundial tuvo al terminar el conflicto armado. A partir de 1926 se inicio una pronunciada baja del valor de la plata que se derrumbó hasta llegar a valer solamente 0.2789, con relación al precio de 1.009 dólares por onza, capacidad que tenía en 1920. Otras causas fueron: la baja de las exportaciones petroleras, la baja del nivel general de los precios del mundo y la transformación del régimen monetario de México.
El año de 1932, marca el principio de un desarrollo ascendente de nuestras exportaciones, solo interrumpido por un ligero descenso en 1938, para volver a recuperarse en el año 1939, último que analizamos en este breve balance del comercio exterior. La balanza comercial, tiene, hasta la fecha que abarca el análisis, un saldo favorable. La mayor amplitud se este saldo se observa en los dos periodos que comprenden de 1915 a 1917 y de 1920 a 1929. De 1940 a 1960.
Durante la Segunda Guerra Mundial, algunos de los fenómenos creados en las relaciones económicas internacionales favorecían a nuestro país. Los principales proveedores de artículos industriales (Estados Unidos y las naciones europeas), no podían abastecer la demanda de esos artículos, pues muchas de sus industrias estaban incapacitadas para producir por estar destinadas a la producción bélica. Las importaciones mexicanas, que comprendían importantes cantidades de bienes de consumo, fueron obligadamente disminuidas, tal como sucedía en el resto de Latinoamérica. Por su parte, los países beligerantes demandaban materiales estratégicos, alimentos y ciertas manufacturas. Por el ahorro de divisas y la afluencia de capitales que provenían de los países afectados, existía un exceso de recursos monetarios, que ampliaba las posibilidades de inversión.
La escasa competencia, amplios mercados y suficientes disponibilidades monetarias, fueron ventajas que permitieron a México impulsar su industrialización y mejorar sus relaciones comerciales durante el periodo bélico. No obstante, las condiciones favorables no fueron plenamente aprovechadas. El primer saldo negativo en la balanza comercial mexicana fue en 1941, pero en los dos años siguientes se obtuvo un superávit de 237 y 220 millones de pesos respectivamente. En 1944, Estados Unidos ya pudo satisfacer muchos de sus pedidos y al cubrir la demanda acumulada, provocó un extraordinario crecimiento de nuestras importaciones (de 919 millones de pesos en 1943 a 1895 millones de pesos en 1944), por lo cual la balanza comercial mexicana volvió a registrar saldos negativos, siendo de 848 millones de pesos el de 1944. En 1940 los minerales representaban el grueso de las exportaciones mexicanas; cuatro materias primas de origen mineral, sin elaborar, constituían el 45% del valor de las exportaciones totales. En el mismo año se importaban considerables cantidades de alimentos y de bienes manufacturados para el consumo; estos dos renglones representaban aproximadamente un tercio de las importaciones y el resto se dividía entre bienes de capital y materias primas para la industria.
Durante la Segunda Guerra Mundial, México importaba anualmente en promedio, 350000 toneladas de alimentos, mientras que para 1960, a pesar de haberse aumentado el consumo, esas importaciones sumaron 180000 toneladas. Asimismo, el volumen de exportación de productos alimenticios aumentó en el lapso de 1940 a 1960, hasta llegar a 1700000 toneladas y el de materias primas de origen agrícola creció en forma semejante; el volumen de café exportado pasó de 25000 a 90000 toneladas; el de azúcar y subproductos, de 40000 a cerca de 700000 toneladas; el de algodón, de 10000 a 300000 toneladas, etc. De 1950 a 1960, las exportaciones mexicanas de productos con mayor grado de elaboración aumentaron considerablemente y representaron el 48% de nuestras exportaciones. Para 1961 esa relación había disminuido al 35%; los productos de la ganadería, apicultura y pesca aumentaron su participación en las exportaciones del 4 al 12.5%; los de industrias extractivas, disminuyeron su importancia del 30 al 20%; mientras los de la industria manufacturera progresaron del 5 al 21% del total exportado, entre uno y otro de los años indicados, (1950-60).
En relación con el movimiento de importaciones, se logró reducir progresivamente la importación de bienes de consumo a sólo el 20% del total de las compras del exterior; la mitad de ese 20% corresponde a las importaciones de los llamados perímetros y zonas libres, áreas de nuestro territorio cuyas importaciones gozan de franquicias aduanales, ubicadas principalmente al norte y sureste del país y deficientemente comunicadas con el centro de la República. De 1960 a 1964, las importaciones principales variaron de 6207.5 millones a 9255 millones de pesos, que representan, respectivamente, el 49.3% y el 48.3% del total importado. Del examen anterior se deduce que durante esos 20 años se logró reducir casi a la mitad la participación de los bienes de consumo dentro de las importaciones totales, gracias a lo cual se pudo incrementar la compra de equipo, maquinaria, vehículos y otros bienes necesarios para la industrialización.
Respecto a la distribución geográfica de las exportaciones, se progreso en el sentido de disminuir la marcada dependencia de los Estados Unidos. En 1950, el 85% de nuestras exportaciones se envió al vecino país, en tanto que en 1960, ese porcentaje disminuyó al 65%. Japón es el país que más aumentó sus compras en el nuestro, de modo que, en tanto representó el 0.7% del total en 1950, pasó al 6% en 1960. Las exportaciones hacia Europa Occidental también mejoraron en importancia, pues en 1950 representaron el 5.4% de nuestras ventas totales al exterior y en 1960 el 10%. En cuanto a las importaciones mexicanas, también, se muestra una menor dependencia de los Estados Unidos; las compras a ese país constituían el 85% del total importado en 1950 y para 1960 la proporción se redujo al 70%. Las importaciones de Europa Occidental pasaron del 10 al 23% en 1961.
Aun cuando la situación del comercio exterior mexicano en 1966 se compara favorablemente con la que prevalecía en 1940, las tendencias recientes no son satisfactorias. Entre 1940 y 1955 la demanda extranjera por la producción mexicana de exportación continuó creciendo y los precios fueron realmente favorables. Los ingresos procedentes de las crecientes exportaciones permitieron aumentar las importaciones de bienes de capital y de materias primas industriales, con el consiguiente beneficio al desarrollo económico del país. Sin embargo, a mediados de la década pasada, el mercado internacional de los productos básicos sufrió cambios desfavorables para nuestro país; el valor de las exportaciones mexicanas no solo dejó de crecer, sino que en el último quinquenio descendió a niveles inferiores a los registrados en 1955 y 1956. Para comprar en el exterior cierta cantidad de mercancías, se requiere contar con divisas que pueden provenir de la exportación de otra cantidad determinada de productos nacionales; cuando la comparación entre ambas cantidades se establece en términos de unidades físicas, se habla de la “relación real de intercambio”. Si a raíz de una modificación de precios, un país tiene que exportar más que antes del cambio de precios, para mantener al mismo nivel sus importaciones, la relación real de intercambio se habrá “deteriorado” durante el último quinquenio en un 20%, aproximadamente. La balanza comercial propiamente dicha, registro en el periodo 1957-1961 un déficit total de 21262.5 millones de pesos y de 1962 a 1964 el déficit fue de 9557.7 millones de pesos.
2.1.5.2 El comercio exterior de México 1965-1987
En 1965, la Balanza de pagos de México mostró una gran firmeza, crecieron las exportaciones de bienes y servicios y disminuyó el crecimiento de las importaciones. La exportación de mercancías y servicios se elevó un 8.66%, tasa de aumento superior a la de 1964 y muy superior al incremento de la población y del producto nacional. Entre las causas que determinaron el aumento de las exportaciones de bienes y servicios se encuentra una mayor demanda debido al crecimiento de la actividad económica mundial, así como un importante incremento en el número de turistas que visitaron nuestro país. En este año, el gasto realizado en la importación de mercancías continuó creciendo 4.5 por ciento. A dicho aumento contribuyó en forma apreciable el aumento de las compras de materias primas que se propició a causa del acelerado ritmo de la actividad industrial del país.
En lo que se refiere a las importaciones, se continuó con la creciente y favorable tendencia a adquirir más artículos de producción, incluyendo dentro de este tipo de productos, no solamente el equipo y maquinaria que requieren tanto en mantenimiento con la ampliación de ésta, sino, según se expresaba antes, las materias primas que exige una producción interna cada vez mayor. El déficit de la cuenta de mercancías y servicios para 1970 se elevó a 866 millones de dólares. En este ascenso influyeron en forma importante factores no recurrentes, tanto el resultado desfavorable del ciclo agrícola 1969-1970 como las mayores importaciones necesarias para complementar la oferta interna de esos productos.
Por otra parte, los ingresos por exportaciones de mercancías y servicios llegaron a 3172 millones de dólares, con un incremento en relación al año anterior de 6.6%, el cual, se debió principalmente al mayor ingreso por transacciones fronterizas y por turismo al interior del país, además de cierto aumento logrado en el rubro de “otros conceptos”. Sin embargo, los egresos por importación de mercancías y servicios alcanzaron un nivel de 4038 millones de dólares ya que el gasto de las mercancías en la zona fronteriza aumentó en 84 millones de dólares y el de los turistas mexicanos en otros países, en 16 millones. En el transcurso de 1975, la contracción de la demanda externa y el deterioro de los precios de nuestros productos de exportación fueron los factores determinantes en el estancamiento de los ingresos en cuenta corriente. Así, se observó una notable disminución en la tasa de crecimiento del valor de las exportaciones y de los servicios de transformación de las empresas maquiladoras, y una baja en los ingresos por turismo.
En 1975 el ingreso por exportación de mercancías llegó a 2859 millones de dólares, o.3% mayor que el de 1974. Este aumento contrasta con los observados en 1973 y 1974, que fueron de 24.3 y 37.7%, respectivamente. A pesar de la más aguda recesión económica y contracción del comercio internacional desde la Segunda Guerra Mundial, el valor de nuestras exportaciones se mantuvo en 1975 al mismo nivel que en 1974. Ésto se explica debido a que el ingreso por las ventas de petróleo y sus derivados casi se cuadruplicó y se pudo más que compensar la baja del 12% en el resto de las exportaciones. Aunque el valor de las importaciones de mercancías en 1975 (6580 millones de dólares) fue superior en 523 millones de dólares (8.6%) al registrado en 1974, nuestras compras al exterior mostraron una disminución en su tasa de crecimiento durante el año.
En 1981, el déficit en cuenta corriente se amplió de manera notable, al sumar 11704 millones de dólares, cantidad superior en 73.1 al registrado en 1980. Además del alto volumen de las importaciones, contribuyeron a este resultado los siguientes factores: la caída en los precios del petróleo, los mayores pagos al exterior por concepto de servicios financieros (alza en tasas de interés), el ensanchamiento en el diferencial entre la inflación interna y externa. Durante 1981 el valor total de las exportaciones de mercancías fue de 19379 millones de dólares, cantidad que supera en 26.6% a la registrada en 1980. Sin embargo, y como ocurrió en 1979 y 1980, el incremento en el valor de las ventas externas se explica fundamentalmente por las exportaciones del sector petrolero, éstas representan el 75% de los ingresos de la balanza comercial. Por su parte, las exportaciones no petroleras alcanzaron un monto nominal similar a las del año de 1980, es decir, algo más de 4800 millones de dólares.
Por cuarto año consecutivo, la tasa de crecimiento real de las importaciones excedió considerablemente a la de la producción interna. El valor de las compras externas de mercancías creció un 25%, lo que equivale aproximadamente a una tasa real de 13.5%. Atendiendo a la estructura de las importaciones, el hecho más relevante fue que las adquisiciones de bienes de capital continuaron aumentando rápidamente, por lo tanto, el ajuste en la tasa de crecimiento de las importaciones se dio en los bienes intermedios, pero sobre todo en los de consumo. La disminución en el crecimiento de las importaciones de bienes de consumo e intermedio fue más o menos generalizada en todos los grupos de mercancías. Sin embargo, el caso más destacado de sustitución de importaciones se dio en algunos productos agrícolas.
La cuenta corriente de la balanza de pagos en 1987, registró un superávit de 3,9 millones de dólares, que contrasta con el déficit de 1.7 miles de millones de dólares en 1986. En 1987 las exportaciones sumaron 20.7 miles de millones de dólares y crecieron 29% en relación a 1986, después de que en ese año habían disminuido 26 puntos porcentuales con respecto a 1985. En este resultado influyeron tanto la notable recuperación de las exportaciones petroleras, que aumentaron 37%, como las manufactureras, cuyas exportaciones crecieron 39%. Después de una caída de 14% en 1986, durante 1987 la importación creció 7% y alcanzo la suma de 12 mil millones de dólares. Las compras externas del sector privado tuvieron un descenso de 4% en la primera mitad del año, pero aumentaron 40% de julio a diciembre, para sumar 9.4 miles de millones de dólares y registrar un crecimiento de 17% la tasa anual. Por su parte, las importaciones del sector público (2.8 miles de millones de dólares), mostraron un descenso de 17%.
En 1988, las exportaciones totalizaron 20658 millones de dólares, monto similar al de 1987. Este estancamiento fue producto de la caída de las exportaciones petroleras, las cuales, disminuyeron 1921 millones de dólares para alcanzar así un nivel de 6709 millones. En cambio, las exportaciones no petroleras totalizaron 13948 millones de dólares, cifra que representa un incremento de 16% respecto al año anterior y que refleja una consolidación de la capacidad exportadora del país, y principalmente de su industria manufacturera. Durante 1988 el valor de las importaciones de mercancías se incremento 55%, al pasar de 12223 millones de dólares, en 1987, a 18903 millones de dólares. El aumento en las compras externas del sector privado absorbió 88% del incremento en la importación total. En 1989, el valor de las importaciones de mercancías alcanzó 23410 millones de dólares, monto que significa un aumento anual de 23.9%. Aunque elevada, dicha tasa fue inferior en 30.7 puntos porcentuales a la registrada en 1988.
No obstante que los efectos de la liberalización comercial sobre la importación total estuvieron presentes todavía durante 1989, fueron substancialmente menores que los de 1988 y se fueron disminuyendo en el transcurso del año. Hacia el final de éste, las compras externas tendieron a estabilizarse, salvo por la necesidad de adquirir en el exterior bienes básicos como granos, azúcar, leche y gasolina, para garantizar el abasto interno. Si se elimina el efecto de las compras adicionales a estos bienes, la tasa de crecimiento anual de la importación total se reduce a 21%. En 1990, se difundió el reglamento de la Ley Federal de Entidades Paraestatales. Durante 1991, la evolución del sector externo de la economía se caracterizo por entradas de capital muy elevadas, un aumento en el déficit de la cuenta corriente y una importante acumulación de reservas internacionales. Al término del año, tales activos alcanzaron un saldo de 17546.6 millones de dólares. Las entradas de capital y el déficit de la cuenta corriente fueron el reflejo del aumento de la inversión privada en relación al ahorro de ese sector.
Las exportaciones efectuadas por empresas no maquiladoras sumaron 27120 millones de dólares en 1991, monto superior en 282 millones (1.1 por ciento) al obtenido un año antes. Las exportaciones no petroleras, sin maquiladoras sumaron 18954 millones de dólares y las petroleras 8166. Cabe destacar el incremento del total de las exportaciones, no obstante la reducción de 1937 millones de dólares que registraron las ventas petroleras. Esto se debió al desempeño positivo de las exportaciones no petroleras.
2.1.5.3 Tratado de Libre Comercio de América del Norte
El 11 de junio de 1990, en un viaje a Washington el Presidente Carlos Salinas de Gortari y su homologo norteamericano George Bush, anunciaron su intención de comenzar el proceso de consultas tendientes a la negociación de un acuerdo de libre comercio entre México y Estados Unidos. Ambos presidentes coincidieron en que un acuerdo de esta naturaleza sería benéfico para ambos países, obteniendo un crecimiento sostenido y establecer así un clima de estabilidad y confianza para el comercio y la inversión. Las características de dicho acuerdo de Libre Comercio según un comunicado presidencial conjunto son: eliminación gradual y completa de los aranceles, eliminación o máxima reducción posible a las barreras no arancelarias, tales como cuotas textiles, cuotas de acero, permisos de importación y otras barreras técnicas al comercio. El 24 de septiembre de 1990, el primer Ministro Canadiense Brian Mulroney, informa oficialmente al Presidente Carlos Salinas de Gortari y al Presidente estadounidense George Bush, que Canadá está interesado en participar en negociaciones con México y los Estados Unidos acerca del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte.
En este contexto se procede a la búsqueda de un tratado de Libre Comercio Trilateral, para el libre cambio de bienes, servicios y capitales. Los propósitos del TLC, declarados por el gobierno mexicano son principalmente:
- Recuperar el crecimiento sostenido de la economía.
- Exportar bienes y servicios a Estados Unidos y Canadá.
- Atraer capital externo de riesgo para generar empleos.
- Aumentar los salarios reales.
- Enfrentar con éxito la Globalización Económica.
El 12 de agosto de 1992, concluyen las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, después de una serie de sesiones y el 7 de octubre del mismo año, ante los presidentes de México y Estados Unidos y el Primer Ministro de Canadá, los ministros responsables de las negociaciones rubrican, en San Antonio, Texas, el texto final del TLCAN. Desde el punto de vista técnico-económico, el documento es definitivo, la consideración del Tratado por el Poder Legislativo, para su eventual aprobación, se anticipa para el primer semestre de 1993, habiéndose fijado el primero de enero de 1994 como fecha tentativa para su entrada en vigor.
2.1.6 PRODUCCION DE ALIMENTOS BASICOS
2.1.7 LA INVERSION EXTRANJERA DIRECTA
Los flujos de inversión extranjera directa durante las crisis económicas recientes en los países en vías de desarrollo han sido flujos más estables que otros tipos de flujos financieros internacionales. De ventajas como esta es que las políticas económicas en distintos países en vías de desarrollo busquen que este tipo de inversiones este presente en su estrategia de crecimiento económico. A pesar de su relativa mayor estabilidad, los flujos de IED, no son insensibles del todo a las crisis económicas presentes en los diferentes continentes y países, como es de esperarse. Sin embargo, este interés por la IED es un fenómeno relativamente nuevo en los países en vías de desarrollo.
Con anterioridad a la década de los ochenta, la apertura de México era prácticamente inexistente, mientras que las relaciones con sus actuales socios comerciales norteamericanos se caracterizaban como de “olvido benigno”; y no es de extrañar que la IED en general no se viera con buenos ojos y fuera considerado como mecanismo de dominación del capital internacional.
En 1940, del total de la inversión extranjera directa acumulada, el 57.6% fue de origen estadounidense; en 1965, esta proporción aumento al 65.9% y en 1970 al 79.4%. Sin embargo, en el transcurso de los años setentas, dicha participación disminuyo y ya en 1986, llego a ser 65%. Mientras, las inversiones de otros países se incrementaron significativamente, en especial las que procedían de la República Federal Alemana, de Suiza y de Japón. Durante la época de bonanza económica que experimento México de 1972 a 1981, la participación de la República Federal Alemana en la IED aumento del 7.4% al 8.1%. Para 1986, fue de 8.2%. El caso de Japón reviste un comportamiento similar al de Alemania, y su participación en 1986, fue de 6.2% del total acumulado.
Debe observarse que la participación de Francia de Gran Bretaña se ha mantenido estable al paso de los años. Para 1986, la participación de ambos países en la IED fue del 3.3%. Ante la crisis económica de nuestro país, la IED se contrajo en 1982 y el flujo de capitales del exterior se redujo considerablemente, en relación a 1981. La recuperación económica registrada en México en 1984, también se reflejo en los flujos de IED, misma que alcanzó la cifra de 1,552 millones de dólares, básicamente destinada a la expansión de empresas foráneas ya instaladas en México. Para 1986, la IED en nuestro país fue de 1,522 millones de dólares, con lo que el total acumulado alcanzó la cifra de 17049 millones de dólares.
En 1985, México inicia un proceso de apertura comercial que se fortalecería en 1987 con la implementación de un nuevo programa económico. Este incluye reforma fiscal, renta de paraestatales, desreglamentación, liberalización del mercado de capitales, política cambiaria estable y crecimiento sostenido con bajos índices inflacionarios. La evolución de la coyuntura ofrece a empresarios y productores mexicanos y extranjeros, mejores opciones para invertir. Además, se permite la participación foránea mayoritaria en agricultura, ganadería, caza, industria de la construcción y servicios educativos privados, entre otros renglones.
La IED que se destino al país durante 1991, ascendió a 4,761 millones de dólares, cifra que además de superar en 2,633 millones de dólares a la observada en 1990, establece un record en la recepción anual de la inversión foránea. Cabe señalar que este considerable monto de inversión extranjera, además de apoyar al repunte de la economía, fue un elemento fundamental del equilibrio en el saldo global de las cuentas corrientes y de capital de la balanza de pagos del país. Al finalizar 1991, el 58.6% de la IED acumulada en el país se localizaba en el sector industrial, 32.2% en servicios, 7.2% en comercio, 1.5% en extracción y 0.4% en agropecuario. De igual manera, el grupo de los principales inversionistas en México lo encabeza Estados Unidos 63.4% de la inversión acumulada, sigue Alemania con el 6%, después Gran Bretaña con 5.9%, Japón con 4.5%, Francia con 4.3% y Suiza con 4.2%.
Grafica 1. Inversión Extranjera Directa
FUENTE: elaboración propia con base en datos obtenidos del Banco de México, Informe Anual e Indicadores del Sector Externo
Las tendencias de la IED en México
Durante la década de los sesenta la inversión extranjera directa se mantuvo aparentemente estable, sin grandes cambios; probablemente tal comportamiento se deba a la buena medida de la política mexicana de la época, en la que no se seguía una política específica sobre las inversiones directas del exterior. Sin embargo, después de esa época, es decir, despojes de los años sesenta, comienzan a existir flujos de IED cada vez más significativos.
Par los años setenta, comienzan a registrarse flujos crecieres respecto a periodos anteriores. A principios de la década de los setenta inicia una fase ascendente, medianamente acelerada hasta 1981; y posteriormente en el año 1982 se aprecia claramente la caída de esta variable por causa de la crisis.
Durante los años entre 1991 y 1993 los flujos permanecieron estables; en 1994, año en que entra en vigor el TLCAN, se registra un repunte de la IED.
Surgimiento de la IED
Diversos estudios reconocen la impresionante liberalización de la economía mexicana en la década de los ochenta, liberalización que, entre otros muchos aspectos, afecto la política hacia la IED. Hacia mediados de los ochenta comienza una profunda reforma de la economía mexicana, como consecuencia de la crisis mexicana de principios de los ochenta. Dicha reforma incluyo la liberalización comercial y de la inversión extranjera: en 1985 se inicia el desmantelamiento de los aranceles y en 1986 se accede al GATT; firmándose mas tarde una serie de tratados comerciales con otros países.
Y en 1989 se promulga un nuevo Reglamento de la Ley para Promover la Inversión Mexicana y Regular la Inversión Extranjera, y para 1993 se publica una nueva Ley de Inversión Extranjera que permite el acceso de la IED a casi la totalidad de las actividades económicas en México.
Esta profunda liberalización económica mexicana fue consecuencia en cierta parte de la crisis internacional de 1982, que puso de manifiesto el agotamiento en el modelo de sustitución de importaciones que se había llevado en el país hasta esa fecha. Y, efectivamente, con posterioridad a esa crisis las autoridades mexicanas, a la par de llevar a cabo distintos programas macroeconómicos para estabilizar la economía, control de la inflación y del déficit fiscal, principalmente, se replantearon el modelo de crecimiento económico poniendo en marcha una serie de reformas. Reformas que permitieron el reajuste de los precios relativos, con el objetivo de contar con una estructura productiva capaz de participar en los mercados internacionales, integrándose en estos y compitiendo en los mercados mundiales, buscando que el papel de las exportaciones sea preponderante en la estrategia del desarrollo económico mexicano.
Grafica 2. Tasa de crecimiento de la IED
FUENTE: elaboración propia con base en datos obtenidos del Banco de México, Informe Anual e Indicadores del Sector Externo
Lo anterior se puede corroborar al observar la grafica 2, se ve como la IED tiene muchas fluctuaciones, y su tasa de crecimiento varia mucho durante todo el periodo, esto puede deberse a los cambios en las políticas del país en materia de la relación con el exterior, y posteriormente a la inserción de México al mercado internacional, como se explica mas arriba.
Y bueno, ya se vio anteriormente los países que invierten más en México, ahora se presenta una grafica mostrando las entidades federativas de México en las que la inversión extranjera directa es mayor.
Grafica 3. IED por entidad federativa
FUENTE: elaboración propia con base en la base de datos del Centro de Estudios de las Finanzas Publicas de la H. Cámara de Diputados, con datos de la Secretaria de Economía
En la grafica 3 se muestra el nivel total de IED en los años ya señalados, y se muestran las barras correspondientes a los estados de Chihuahua, Distrito Federa, Jalisco, Estado de México y Nuevo León; esto para ver la relación que tiene la inversión extranjera directa de estas entidades respecto de la IED total en todo el país. Además, de que sirve también para comparar los niveles de IED entre estados.
Y, podemos observar que los estados más atractivos para la inversión extranjera son, como se esperaba, el Distrito Federal, en primer lugar y en segundo el estado de Nuevo León, pero sin llegar a los niveles de inversión extranjera directa que posee el Distrito Federal, vemos que el DF absorbe gran cantidad de la IED total.
La IED en la actualidad
El monto de la IED total reportada para en enero – marzo de 2009 asciende a 2,663.2 millones de dólares, cantidad 36.5% menor a la reportada en igual periodo de 2008 (4,194.9 md).
Si observamos el cuadro 1 nos muestra el monto de la inversión extranjera directa que hubo en el primer trimestre del 2008 y lo compara con el mismo periodo del año presente, y podemos ver como ha habido una baja en la IED, esto evidentemente debido a la crisis por la que esta pasando todo el mundo.
Cuadro 1
Comparativo de la distribución sectorial de la IED reportada en enero – marzo a/
a/ Incluye la IED realizada y notificada al RNIE al 31 de marzo de cada año. No incluye estimaciones.
b/ Servicios financieros, de administración y alquiler de bienes muebles e inmuebles.
c/ Servicios comunales y sociales; hoteles y restaurantes; profesionales, técnicos y personales.
Y también es posible comparar el nivel de inversión que se le dedica a cada uno de los sectores económicos, y podemos darnos cuenta de la baja importancia que se le da al sector agropecuario; en cambio se invierte demasiado en la industria manufacturera, seguido del comercio y los servicios financieros.
2.1.8 PRODUCTIVIDAD
Ciclo 1929-1933
Desaceleración
Gran inestabilidad en la vida social, se da el inició de la gran depresión, México se encuentra en el maximato
Ciclo 1934-1938
Expansión
Se funda en 1934 Nacional financiera como banco de desarrollo, logrando paulatinamente elevados niveles en el otorgamiento de crédito. Se da la expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938.
Ciclo 1939-1942
Desaceleración
Estalla la Segunda Guerra Mundial
Ciclo 1943-1945
Expansión
El Gobierno del General Ávila Camacho coopera en la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, con el envío de miles de trabajadores a los Estados Unidos de Norteamérica, de petróleo y otros artículos que se producían en el país.
Ciclo 1946
Desaceleración
Hubo una gran agitación sindical al finalizar el mandato de Manuel Ávila Camacho, existiendo huelgas, paros y sabotajes en los Ferrocarriles Nacionales.
Ciclo 1947
Expansión
Se llevó a cabo un vasto programa de obras: caminos, obras de regadío, el Ferrocarril del Sureste, escuelas y obras portuarias. Existieron grandes obras de infraestructura.
Ciclo 1948-1950
Desaceleración
Se devalúa el peso.
Ciclo 1951-1953
Expansión
Se aceleró el reparto agrario, se expropiaron latifundios, aumentó la producción petrolera, con las plantas refinadoras de Azcapotzalco y Ciudad PEMEX.
Ciclo 1954
Desaceleración
Debido a problemas por el desnivel de la balanza comercial, se decretó la devaluación del peso mexicano, cuya paridad pasó de 8.65 a 12.50.
Ciclo 1955-1956
Expansión
Se dieron estímulos a la industria, particularmente a la mediana y pequeña; se pusieron las bases para el desarrollo de la petroquímica e impulsó la creación de empleos.
Ciclo 1957-1960
Desaceleración con estancamiento
Consiguió reprimir los movimientos de ferrocarrileros, maestros y telefonistas. La huelga ferrocarrilera fue declarada inexistente e ilegal por las autoridades laborales, cesados miles de trabajadores, sus líderes encarcelados y las instalaciones ferroviarias tomadas por el ejército.
Ciclo 1961
Expansión
Grandes inversiones en la industria y los servicios con capital nacional y extranjero.
Ciclo 1962-1978
Desaceleración con estancamiento
Se instaura el modelo del desarrollo estabilizador con el que se proyectó modernizar la industria, aumentar la productividad y lograr la competitividad internacional incorporando tecnología moderna. Echeverría buscó reordenar el régimen mixto constitucional a través de la inversión pública, como la fuerza clave para dirigir el crecimiento. Se combatió la falsa ideología basada en los puros indicadores económicos y no en los sociales. Se orientó hacia un neopopulismo que se vio alentado, en el período del presidente José López Portillo, por la riqueza petrolera.
Ciclo 1979-1988
Expansión
Se instaura el modelo neoliberal en 1982 que pretende la reducción del gasto público, el combate a la inflación, la estabilidad financiera y el fortalecimiento del ahorro interno. Se propuso reemplazar al Estado obeso y sustituirlo por uno fuerte y eficiente. En adelante, el empresariado nacional sería el encargado de reactivar y llevar a cabo el nuevo impulso económico del país.
Ciclo 1989-1993
Desaceleración
El Gobierno adopta una radical apertura comercial y se establece el tratado de integración económica con los Estados Unidos y Canadá (TLCAN).
Se da el error de diciembre por la falta de reservas internacionales, causando la devaluación del Peso durante los primeros días de la presidencia de Ernesto Zedillo. A unas semanas del inicio del proceso de devaluación de la moneda mexicana, el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, solicitó al Congreso de su país la autorización de una línea de crédito por $20 mil millones de dólares para el Gobierno Mexicano que le permitieran garantizar a sus acreedores el cumplimiento cabal de sus compromisos financieros denominados en dólares.
Ciclo 1994-2001
Expansión
Se da el boom de las maquiladoras debido al TLCAN empleando a gran cantidad de gente, principalmente en los estados fronterizos. Se aplica el FOBAPROA ante la crisis económica existente.
Ciclo 2002-2008
Desaceleración con estancamiento
Se da la conferencia internacional sobre la financiación para el desarrollo dando como resultado el consenso de Monterrey. Decrecen de manera importante la industria maquiladora, golpeada por los ataques del 11-S, además de nuevas regulaciones impuestas por el gobierno mexicano, así mismo se da un proceso de migración de capital hacia lugares con fuerza de obra más barata que la mexicana, esto como una consecuencia de la globalización. Comienza la crisis económica mundial en 2007, así como empieza el declive de la producción petrolera debido al agotamiento de Cantarell.
2.1.9 TIPO DE CAMBIO INTERNACIONAL
El tipo de cambio internacional, es importante pues junto a la inflación, se puede observar como se manejan las medidas anti-cíclicas en los cambios coyunturales de las crisis en un país. Es importante mencionar que actualmente, comparado con crisis anteriores ha surgido un fenómeno económico nuevo y de importante interés: El nivel medio de los precios en vez de caer, se eleva.
En el neoliberalismo conforme al caso anterior existen mecanismos que permiten adelgazar al Estado (liberando empresas públicas) y centralizan el capital (privatización de las anteriores en algunos entes capitalistas). Este proceso crea cambio de intereses por parte de las altas esferas burguesas frente a las variables económicas, permitiendo una política económica que realice: una disminución de la inflación, topes salariales, sobreexplotación del obrero y déficit fiscal.
Dentro de este contexto, podemos hacer hincapié que el tipo de cambio en las crisis tiende a ser una variable muy útil debido a que desde aquí, vemos las acciones que repercuten en vista de la pérdida competitividad ante el resto de los países exportadores.
En 1914 a 1916 podemos ver la primera tendencia al crecimiento del tipo de cambio respecto al dólar americano, el punto critico más alto se refleja en el año de 1916 con 23.83 pesos por dólar, esto debido en gran parte a que México se encontraba en una ardua revolución que acrecentó los problemas económicos. Este último aspecto es importante porque es el término del ciclo largo anterior y podemos entender este punto histórico como un efecto directo de capitalismo, donde aventajó sencillamente una crisis social.
En lo que refiere a la primera parte de la onda larga (a lo que llamaremos primavera, pues es la parte donde existe crecimiento económico) de nuestro estudio (1932-1938), podemos observar que la explicación del punto 2.1.2.1 es coherente respecto al deslizamiento monetario. En el año de 1934 el peso encuentra su primera dificultad cuando el tipo de cambio es de 18.19 pesos por libra esterlina. En 1938 se enfrenta a un crecimiento brusco de 21.6% en 4 años.
En el caso del dólar se puede ver en el último año (1938) como hay un deslizamiento proporcionalmente grande de 3.6 pesos por dólar a 4.52; es decir, un crecimiento del 25.5%.
Es importante recalcar que en esta época estábamos preparándonos para lo que llamamos el “Milagro Mexicano”. Desde un punto de vista Marxista se debió a que existieron factores como la destrucción de capitales y de superpoblación (en la época de la revolución) que provocaron un alivio a la economía capitalista. Sin embargo, la expropiación petrolera por parte de Cárdenas en 1937 obligó a que el tipo de cambio frente al dólar y a la libra se deslizara.
En la segunda parte de la onda larga (esta onda se llama verano por su tendencia a decrecer y va de 1939-1966) existe un proceso de control cambiario (1942-1947) que tiende a encontrarse dentro de la segunda guerra mundial (1939-1945) la moneda se mantuvo en 4.85 pesos por dólar y tendió en 19.50 pesos la libra. Después de estos años, en inicios del milagro mexicano en 1954 el peso era considerado una moneda fuerte prevaleciendo hasta 1967 la libra en 34.7 pesos promedio y hasta 1976 un tipo de cambio de 12.50 respecto el dólar. Aquí la economía encuentra problemas para crecer en proporciones mayores; por lo que explica Marx hay un desarrollo de las fuerzas productivas dando así, un incremento en la composición orgánica del capital que se refleja en una caída tendencial de la tasa de ganancia.
En la tercera parte de la onda larga (llamada otoño por la época de estanflación y que va desde 1967-1992) resalta problemas estructurales muy importantes. El tipo de cambio se mantiene estable, pero ya existen problemas para poder realizar la acumulación de capital por parte de las empresas, esto se atenúa gracias al sistema de subsidios por parte del Estado; lamentablemente es parecido al sistema de crédito del sistema capitalista: Solo alarga lo imparable. Debido a que las políticas fiscales deficitarias traducido en gastos públicos excesivos, la caída del precio internacional del petróleo y de la limitación al acceso de líneas de crédito internacionales, se presentaron fuertes presiones especulativas sobre el peso. Esto se puede observar en 1977 donde ocurre un deslizamiento de la libra por 72% respecto al año anterior mientras que en el caso de dólar en el mismo año hay un deslizamiento 44.61%. El sexenio de López Portillo (1976-1982) se caracteriza principalmente porque se establece un régimen de cambio fijo ajustable. Bajo el sistema de deslizamiento controlado la moneda oscila en 4 años de 22 pesos a 25 pesos el dólar. Pero a partir de 1982 se presenta la más drástica devaluación que jamás se ha registrado en la historia. De hecho los gráficos 2.1.9.1 y 2.1.9.2 no permiten ver este lapso pero entre 1982-1992 el peso se desliza proporcionalmente en 5311.12%, dando el máximo histórico en este ultimo año con 3,094.08 pesos por dólar. En primer lugar, en 1982 se deprecia la moneda en 500% respecto el dólar, después en 1987 se cambió el sistema cambiario por un modelo dual; es decir, deslizamiento controlado pero flexible ante los controles de cambio; aquí se deprecia cerca del 300%. Al ascenso de Carlos Salinas de Gortari (y su corte neoliberal) se eliminaron los “3 ceros” de la moneda, teniendo en 1993 3.26 nuevos pesos por dólar.
En la última parte de la onda larga (el caso invierno que va de 1993 hasta la actualidad) el enfrentamiento de diversos esquemas cambiarios que van desde un régimen de libre flotación a uno fijo, pasando por uno de flotación manejada, otro de deslizamiento controlado y actualmente uno de libre flotación resaltó con relativo éxito. Aquí el sistema se ha volcado y requiere destruir capital (en este caso cierre de empresas públicas para su concentración) y volver a estabilizarse. En el gobierno de Zedillo se modificó el sistema cambiario ampliando las bandas de flotación del dólar. Sin embargo, se volvió a observar nuevamente una drástica devaluación de 3.61 en 1995 a 6.60 en 1996. Empeoró la situación laboral, pues se implementó la limitación de aumentos salariales. Aquí se desarrolló lo que se llamó después el “efecto tequila” que afectó significativamente al sector exterior.
A la llegada del sexenio de Vicente Fox en un paulatino tipo de cambio respecto al resto de las monedas; se situó en un deslizamiento promedio de 2.6% anual; en este caso el aumento de los precios petroleros favoreció este sexenio. Ante la crisis financiera en lo que estamos con Felipe Calderón el peso se ha devaluado en promedio en 6.7% anual.
En la figura 2.1.9.2 podemos a partir de cálculos en los próximos 10 años (según la tendencia) dice que expresará mínimos cambios en el tipo de cambio; sin embargo, aun no sabemos con claridad cuando se hará este cambio estructural. Algunos autores aseguran que se presenta el nuevo ciclo a partir de 2050, pero todavía es muy pronto para decirlo.
2.1.10 COSTO DE LA VIDA OBRERA
La Ley Federal del Trabajo dice en su artículo 9º que "[el salario mínimo es] la cantidad menor que debe recibir en efectivo el trabajador por los servicios prestados en una jornada de trabajo. […] deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer la educación obligatoria de los hijos". Ahora, si analizamos cuáles son esas “necesidades normales en el orden material, social y cultural” que tiene una familia, nos encontraremos con que estas se equiparan muy bien a aquellos que comprende la definición de la canasta básica, dada por la PROFECO: “el conjunto de bienes y servicios indispensables para que una persona o una familia pueda cubrir sus necesidades básicas a partir de su ingreso; en otras palabras, una canasta básica es aquella que tiene todos los productos necesarios para poder tener una vida sana, tanto física como mentalmente.”
Se antoja pensar (quizá con demasiado atrevimiento) que entonces, el salario mínimo debiera alcanzar para comprar los bienes de la canasta básica. Pero esta es ya una afirmación que tiene supuestos ocultos: primero, que la canasta básica realmente comprende todos los bienes y servicios que un jefe de familia necesita para cubrir sus requerimientos básicos, y que de igual modo, el salario mínimo es suficiente para cubrir por lo menos, la canasta básica. Veamos si así sucede:
La canasta básica generalmente aceptada en términos económicos (pues sobre todo aquí en México, la inflación a partir de 1976 se mide a través del INPC, que comprende los bienes incluidos en la canasta básica, y además de otros varios) es la que integra Banxico, la cual está compuesta de 80 productos que se agrupan en 6 categorías: alimentos, bebidas y tabaco; vivienda; muebles, aparatos y accesorios domésticos; salud y cuidado personal; transporte y, finalmente, educación y esparcimiento.
Esta canasta tiende a actualizarse ya que varía la ponderación de los productos que la componen, o incluso pueden aparecer nuevos, o desaparecer algunos ya existentes debido, por ejemplo, a cambios tecnológicos, a nuevos bienes y servicios, a la mejora en los atributos físicos de los productos, o, incluso a la evolución del ingreso familiar (que les alcance para más o para menos) o a los cambios de hábitos generalizados de los consumidores.
Dicha canasta está compuesta de la siguiente manera
Fuente: Elaboración propia con datos de Banxico. (2009)
Sin embargo, si se analizan los productos que incluyen las fuentes oficiales, veremos que hacen falta tomar en cuenta aspectos esenciales como la ropa y el calzado, elementos de la educación, como la educación media superior y superior (de las cuales la constitución no garantiza gratuidad); en vivienda, falta considerar la renta, ya que es muy poca gente la que vive en casa propia; en fin, es una canasta que no refleja el verdadero costo de la vida de un obrero, pues aunque toma en cuenta aspectos que son indispensables con respecto de lo que un obrero necesita para vivir.
Pero eso es sólo por un lado, por el lado de lo que debiera comprar el trabajador para satisfacer sus necesidades. Por el otro lado, se encuentra lo que puede comprar el trabajador, y también, de acuerdo con el salario mínimo, esto está estipulado por la ley, pues, como ya se dijo anteriormente, el salario mínimo debiera alcanzar para cubrir los precios de todos los productos de la canasta básica.
Sabemos que en México, la Comisión Nacional de Salarios mínimos, ha establecido que estos sean diferenciados de acuerdo con las zonas del país. Sólo por tomar un ejemplo, para el año que corre, los salarios mínimos son de así:
Fuente: SAT. Salarios mínimos 2009, establecidos por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos mediante resolución publicada en el Diario Oficial de la Federación del 23 de diciembre de 2008.
Pero como no es verdaderamente relevante la diferencia, podemos decir que el salario mínimo promedio es 54 pesos diarios, y los productos más elementales de la canasta básica tienen, según la PROFECO, un precio de 334.35 pesos.
Aunado a esto, la jornada reporta en su edición del 16 de mayo de este año, reporta que, según el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, “el precio de la canasta básica tuvo un incremento acumulado de 73.02 por ciento entre el 1 de diciembre de 2006 al 1 de abril de 2009”, mientras que “el aumento al salario mínimo se ubicó en 12.59 por ciento durante el mismo periodo y del 1 de diciembre de 2006 al 1 de enero de 2009, el poder adquisitivo del salario ha acumulado una pérdida de 34.92 por ciento”, por lo que, se deduce que en realidad, la medición del nivel de vida del obrero mediante este método no tiene una relevancia significativa, pues además de que deja de lado muchos factores que son esenciales para la vida del trabajador, no se cumple la paridad salario mínimo-precio de la canasta básica, ni por error.
En cambio, la metodología planteada para evaluar el costo de vida obrera a lo largo del tiempo, tiene más que ver con una medición del aumento de los precios de 35 productos básicos comenzada por la comisión federal del trabajo en 1934 (que se dejó de hacer en 1978) y continuada por el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM y se calcula de la siguiente manera:
Fuente: Elaboración propia por método de Interpolación 1929 - 1935, 1963 - 2005, 2007 con datos de Cincuenta años de la Revolución mexicana en Cifras 1936 - 1962 y de las Canastas básicas del CAM para 2006 y 2008
Pero para observar toda esta información de manera más plástica y para hacer el análisis de la misma más sencillo, se recurre a la gráfica de los datos, que es la siguiente:
Fuente: Elaboración propia con base en los datos del cuadro anterior.
Esto demuestra que, a pesar de que en general se ve un cierto apego a la teoría de Kondratiev que habla de los ciclos económicos, en particular esta variable ha seguido una tendencia ascendente. Sin importar de una manera significativa el modelo económico, sin ver la situación de los grandes estadísticos macroeconómicos (PIB, IED, XN, etc.) el costo de la vida para la gente ha ido aumentando. Por ejemplo, dice Pedro Echeverría que “de acuerdo a datos oficiales de la secretaría del Trabajo, la canasta básica de alimentos de 1970 costaría 160 pesos y con el salario mínimo actual de 50 pesos diarios sólo podría adquirirse el 31 por ciento, es decir, menos de la tercera parte de los alimentos mínimos indispensables. El proceso de deterioro de salario frente a la carestía ha sido diario, aunque cada año se decrete el aumento del salario mínimo “tomando en cuenta la inflación anual”.” (Echeverría, 2008)
También, de primera fuente, dice Teresa Aguirre que a mediados de los años 60’s, el salario de un mes de un profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, por ejemplo, alcanzaba para (sin gastar un centavo en otra cosa) poder adquirir un “vocho”, mientras que hoy para comprar un “chevy” (que sería más o menos el producto equivalente en el mercado), se debe de ahorrar 6 meses aproximadamente, sin gastar un peso en otra cosa. Es decir, que el salario de hoy tiene más o menos 1/6 de la capacidad de compra que tenía hace cuarenta años.
El costo de la vida de los trabajadores se ha ido encareciendo paulatinamente (y claro que también se refleja en la devaluación de la moneda, pues lo que antes costaba un peso hoy cuesta cinco, o veinte, o más) al grado de que el aumento total del costo de la vida de los trabajadores ha aumentado de 1929 a 2008, aproximadamente 8,333%.
2.1.11 INFLACIÓN
Debido a la metodología utilizada para la medición de la inflación tanto en el Banco de México como en el INEGI fue instaurada a partir del año de 1973, la inflación presentada para el periodo de 1900 a 1972 fue calculada a partir del índice de precios al mayoreo en la ciudad de México, para fechas posteriores a 1973 se utiliza el índice nacional de precios al consumidor.
Con base a los datos obtenidos observamos distintas fases del crecimiento y decrecimiento de la inflación. La primera fase que va de 1900 a 1919 es una fase de crecimiento de la inflación, la segunda fase es una fase de descenso en los niveles de inflación que va de 1920 a 1936, la tercera es una fase del crecimiento de la inflación que va de 1937 a 1987, aunque en este periodo se da en los años de 1984 y 1985 y decrecimiento en la inflación que luego repuntará hacia el año de 1986. El siguiente periodo es de 1988 al 2008 en la que la inflación tuvo su fase de desaceleración, pero que de 1994 a 1996 conoció un crecimiento en la inflación para después decrecer.
Primera fase 1900-1919
En esta primera fase el incremento de la inflación responde a la gran inestabilidad política que sufrió el país a partir de la revolución de 1910. Ya en el año de 1990 se da la iniciativa de formar un partido alterno al del Porfiriato, el partido liberal mexicano, con ello comienza la formación de una fuerza política que contrarresta la dictadura porfiriana. Ya tras la salida de Díaz del país en 1911 la lucha por el gobierno se siguió dando ahora entre los propios revolucionarios, con ello se formaron finalmente dos grupos de poder uno a cargo de Carranza y Obregón, el cual estaba vinculado a los intereses de la burguesía norteña, y otro liderado por Zapata y Villa, vinculados con los intereses campesinos. Al llegar Obregón al poder en 1920 se pone en vigor la constitución de 1917 y se da paso a una nueva etapa más estable políticamente.
Segunda fase 1920-1936
En esta etapa ya el poder del país se presenta más estable, sin embargo existieron factores que influyeron en el descenso de los niveles de inflación entre ellos encontramos que con la crisis de 1929 las exportaciones latinoamericanas se vieron afectadas ya que se produjo un proteccionismo comercial y al verse saturado el mercado se produce una caída en las ventas, existe un incremento en el endeudamiento bancario, disminuye la actividad industrial, aumenta el desempleo y por tanto las compras. Para México la crisis de 1929 significó la caída de los precios de las materias primas, principal producto exportado de las economías latinoamericana.
Con problemas como la devaluación del peso en 1930 cae la exportación; en 1932 se aumenta la masa de circulante en el país aunado a una disminución de la producción agrícola loo que causa presiones inflacionarias. la recuperación después de 1933 espectacular crecimiento de obras públicas y Cárdenas estimula la demanda interna.
Tercera fase 1937-1987
Ya con Cárdenas en el poder se da un impulso a la participación del estado en la economía. En 1940 se adopta el modelo de sustitución de importaciones en donde el periodo de 1935-1956, transcurrió caracterizándose por un crecimiento sostenido pero un incremento en los precios internos a causa de la inestabilidad de los mercados externos. Sin embargo, en 1976, existió un descontrol de la deuda que comienza con la primera devaluación del peso mexicano después de veinte años de "estabilidad cambiaria", durante este largo período parte de los recursos derivados del endeudamiento externo se invirtieron en el ciclo productivo del capital generando proyectos, riqueza, recursos y divisas para pagar tanto el capital principal como los intereses generados. Sin embargo con la baja de las exportaciones y la ineficacia de la estrategia de exportación de petróleo el endeudamiento de México con el exterior se vio agravado y a partir un cierto momento la deuda se autonomiza del sistema productivo y refleja cada vez menos el tipo de industrialización adoptada. Se entra en la espiral del endeudamiento externo y México comienza a endeudase para pagar. Después de la crisis de deuda de 1982, el peso mexicano se devaluó y de ahí México vivió años de estancamiento económico y tasas crecientes de inflación.
Cuarta fase 1988-2008
Ante la situación del estancamiento económico y el alto grado de inflación, se adopto un programa de estabilización que logro reducir la inflación gradualmente. El 15 de diciembre de 1987, el presidente Miguel De La Madrid anuncio el pacto de Solidaridad Económica (PSE), un acuerdo firmado por representantes del gobierno, del sector laboral, del sector agrícola y del sector privado.
Este acuerdo propuso y comprometió a los firmantes, a las siguientes acciones: Sanear las finanzas públicas logrando un superávit fiscal, mediante reducción del gasto público y aumento en algunos precios y tarifas de empresas gubernamentales; mantener una política monetaria restrictiva mediante el control del crédito interno del banco de México; comenzar el proceso de apertura comercial mediante la reducción de aranceles a las importaciones y eliminación de permisos de importación; mantener el tipo de cambio fijo; otorgar incrementos salariales de acuerdo a porcentajes predeterminados, sin sobrepasar las tasas esperadas de inflación
Las expectativas inflacionarias que se habían formado por la experiencia de inflación reciente y la falta de confianza en la política económica hacían imperiosa la necesidad de buscar mecanismos tanto por el lado de la demanda como por el lado de la oferta, que aseguraran una reducción en la inflación. De este modo, el programa descrito (PSE) incorporo aspectos de demanda y de oferta. Las políticas monetarias y fiscales restrictivas actuarían para controlar el crecimiento en la demanda agregada, mientras las políticas de apertura comercial y de tipo de cambio contribuirían a controlar los costos, por el lado de la oferta. Conforme se avanzo en la implementación del programa se elimino la indización de los salarios a la inflación, para romper con esta relación que podría alargar el proceso inflacionario que se estaba tratando de eliminar. Se acordó que los incrementos salariales se otorgarían mediante acuerdos periódicos concertados entre los sectores de la sociedad, mas no automáticamente con base en la tasa de inflación. En 1988 se comenzó el proceso de privatización de empresas paraestatales con el objetivo de contribuir al saneamiento fiscal del gobierno y a incrementar la eficiencia de la producción.
Sin embargo estos mecanismos, en especial los dirigidos a controlar la demanda de productos, si bien han traído un descenso de la inflación en el país, esto ha sido a costo de un estancamiento del crecimiento del producto, declinación de las condiciones de vida de las personas y aumento del desempleo.
2.1.12 INDICE DE COSTO DE VIDA
Antes de llevar a cabo el correspondiente análisis del Índice de Costo de Vida, conviene destacar que dicho índice es un concepto teórico que permite representar el valor o costo de los bienes y servicios que los hogares consumen para obtener un determinado nivel de satisfacción. Indica en cuánto se incrementa el costo de los hogares para mantener un mismo nivel de satisfacción, esto es en relación a un año que se usa como base para realizar comparaciones.
El cálculo del Índice del Costo de Vida presenta complicaciones debido a que se basa en conceptos subjetivos como el nivel de satisfacción, pudiendo ser que lo que para algunos sea un buen nivel para otros no lo sea. Como estimador del costo de vida suele emplearse el IPC, tomando en cuenta que hay diferencias importantes, pues mientras que el IPC hace referencia a una canasta fija de bienes y servicios, el costo de vida debe tener en cuenta que los hogares hacen sustitución de productos cuando los precios cambian.
Habiéndose ya indicado en qué consiste el índice de costo de vida, resulta pertinente llevar a cabo el análisis del mismo para el período 1930-2001. Dado que el índice de costo de vida mide el valor de los bienes y servicios que los hogares consumen para gozar de un determinado nivel de satisfacción, es preciso asociar la interpretación de dicho índice al comportamiento histórico de los precios y de los salarios.
- El período 1929-1934, mejor conocido como el maximato, estuvo marcado por la crisis económica nacional e internacional. Se incrementa el desempleo y descienden los salarios. Aunado a esto, los precios se elevan considerablemente debido al aumento de la cantidad de dinero en circulación y de la disminución de la producción agrícola. Lo anteriormente señalado indica un incremento del Índice del Costo de Vida, pues los principales indicadores como el salario y el nivel de precios mostraron comportamientos polarizados.
- Al finalizar el maximato, se dio inicio al sexenio cardenista (1936-1940). Durante este período una de las características del crecimiento económico -al igual que en el período anterior- fue el aumento de los precios. Para algunos observadores esto se debió al gasto público deficitario, sin embargo se tienen datos que demuestran que dicho gasto nunca rebasó el 1.5% del PIB. Es un hecho que el aumento de los precios se vio reflejado en un incremento del Índice del Costo de Vida.
- El siguiente período a analizar comprende los años 1939-1966, el cual estuvo marcado por la Segunda Guerra Mundial y su correspondiente restructuración. Este período estuvo caracterizado por un proceso inflacionario, mismo que no estuvo vinculado a una política populista sino más bien al insuficiente crecimiento de la oferta interna, expresión de la saturación en la capacidad instalada, la cual se topó con restricciones externas para ampliar la importación de maquinaria y equipo. Esto hace referencia a un ineficiente sistema productivo, que falló en su intento por llevar a cabo una sustitución de importaciones. Estos hechos se tradujeron en una oferta de productos incapaz de satisfacer la demanda de la población; basta con observar el incremento del Índice de Precios al Mayoreo. La consecuencia fue una tendencia al alza del índice de costo de vida.
- Para el período 1970-2001 se observa una tendencia al alza en el costo de vida, misma que empieza a hacerse visible a finales de la década de los sesenta, mostrando mayor fuerza a partir de la mitad de la década de los setenta. Si bien es cierto que la década de los setenta es considerada como un período en el que el salario mínimo real estaba en su nivel de mayor poder adquisitivo, al hacer la correspondiente constatación entre el nivel salarial y índice de costo de vida, se observa que a pesar del buen nivel salarial el índice de costo de vida presenta un comportamiento ascendente, es decir, el valor requerido para satisfacer un conjunto de necesidades es mayor que el valor del salario. En parte, esto se explica por el incremento del salario mínimo por decreto presidencial de Luis Echeverría, pues a pesar de que la inflación estaba sin control (11.30% en 1975) el incremento de los salarios fue un hecho.
El resultado del desastre no se presentó en el sexenio echeverrista, entregando al final de su mandato en 1976, el salario en su nivel más alto, equivalente a un 31.6% arriba de 1970. Este aumento ficticio y sin soporte, fue inútil pues al siguiente año empezó a bajar su poder adquisitivo. Este hecho se tradujo en un incremento del índice de costo de vida tal y como lo muestra el gráfico.
Posteriormente, con López Portillo (1976-1982) no sólo se perdió lo ganado, sino que para 1982 entregó el salario en 11.37 debajo del poder adquisitivo que tenía en 1970, hecho que de igual forma hace referencia a un incremento del Índice del Costo de Vida.
Desde entonces los salarios han estado sujetos a un constante deterioro, sólo basta con observar que para 1988 el salario sufrió una pérdida del 48.87%, en 1994 con Salinas de Gortari el salario sufrió una estrepitosa caída del orden del 59.19%. Al hacer la comparación del nivel salarial con el índice de costo de vida, se observa que precisamente es en este período donde el costo de vida muestra los mayores incrementos a lo largo de todo el siglo XX, destacando el año 1994 y la correspondiente devaluación del peso para ese entonces.
A continuación se muestra el gráfico que corresponde al Índice del Costo de Vida.
El gráfico permite constatar que en general el Índice del Costo de Vida muestra una tendencia al alza, lo que significa un constante incremento del costo de vida para la población.
Al asociar el análisis del Índice del Costo de Vida con el correspondiente al Costo de Vida, se puede concluir que la tendencia histórica al alza de dicho índice muestra el bajo nivel salarial que presente en México durante los últimos cien años. Lo que el trabajador debe comprar para satisfacer sus necesidades se encuentra muy lejos de lo que realmente puede adquirir, lo que implica la insatisfacción de sus necesidades más básicas; siendo incapaz muchas veces de adquirir los productos contemplados por la canasta básica. El incremento histórico del Índice del Costo de Vida refleja un aumento en el costo de vida del obrero.
3. CONCLUSIONES
Después del extenso trabajo obtenido por el equipo, comprendemos que los “ciclos de Kondratief” revelan intrínsecamente el funcionamiento del capitalismo mexicano, así como sus fases, dando así una sucesión de ciclos cortos (o Juglar) dentro de la onda larga mencionada por Kondratief y recapitulada por Mandel. También, de forma muy general acertamos que un cambio tecno-productivo del sistema provoca este cambio estructural y en el caso de México esto se refleja en la última etapa Neoliberal.
En este contexto, en primer lugar pudimos notar que en la mayoría de las graficas obtenidas en este trabajo, mostraban una tendencia similar a la que explica Kondratief. Existe pues un extenso panorama observado donde comprendemos que no solamente la fase Neoliberal es la determinante “de un cambio de modelo”, sino que hay una explicación idónea del porqué en esta época ha resaltado más la crisis, pues llegó a ser una crisis coyuntural, mezclada con una crisis estructural.
Particularmente como mencionaba Hobsbawm en la lectura vista en clase “mundo globalizado” podríamos determinar este cambio estructural del capitalismo se intensificará a partir de la segunda mitad del siglo XXI.
Como una recomendación, este trabajo puede ser extendido con el fin de continuar la investigación de los ciclos capitalistas, ya sea para su estudio económico o en otras ramas sociales que sea su objeto de interés; de tal forma que enriquezca el contenido de una explicación formal científica.
4. METODOLOGIA
Aunque sólo existe una “economía mexicana”, la diversidad de sus interpretaciones excede por mucho cualquier intento de revisión, de crítica o de sistematización. En este trabajo; nos hemos enfocado a una alternativa de análisis muy poco frecuentada por los analistas que solemos escuchar en los informes de los medios masivos de comunicación.
Como hemos ya aclarado en los objetivos de este trabajo de investigación; nos hemos basado en la metodología utilizada por Nicolai Dmitrievich Kondratieff, con la cual llegó a la conclusión de la existencia de ciclos económicos largos; para la interpretación y revisión de algunas de las variables que componen la realidad económica mexicana.
Para el desarrollo del tema; antes que nada tuvimos que recurrir a una ardua recopilación de información estadística, la cual podrá ser consultada en el anexo de este documento; y para fines más prácticos; el día de la exposición será proporcionado al grupo una base de datos bibliográfica en formato CD.
Para realizar la descripción de cada una de las variables estudiadas, recurrimos a la realización de gráficos que nos facilitaran la visualización de las principales tendencias que cada una siguió.
Por último, en las conclusiones reflexionamos sobre las implicaciones que tienen algunas tendencias presentes en la economía mexicana.
5.- BIBLIOHEMEROGRAFIA Y/O FUENTES DE INFORMACIÓN.
- Estadísticas Históricas de México, Tomo I y II, Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, 3ª. ed., México, 1994.
- N.D. Kondratieff, Los ciclos económicos largos: Una explicación de la crisis?,1892.
- Anima Puentes Santiaga y Guerrero Flores Vicente, Economía mexicana. Reforma estructural, 1982-2003, Facultad de Economía, UNAM, México, 2004.
- Karl Marx, El Capital, Ed. Siglo XXI, Tomo III, Vol. 6, 17a. ed.
- Banxico.
- Centro de Análisis Multidisciplinario; Facultad de Economía, UNAM.
- Secretaría de Agricultura y Ganadería.
- Secretaría de Economía.
-Criterios. 26.11.2009: Echeverría, Pedro. Si en 1970 se podía comprar la canasta básica, en 2008 sólo el 31%. Online: [http://www.criterios.com]
-La Jornada. 16.05.2009 Online: [www.lajornada.unam.mx]
-PROFECO, Brújula de Compra, Cómo medir el precio de los básicos. 2005. Online: [www.profeco.gob.mx]
6.- GLOSARIO
- Ciclos Económicos: Los ciclos económicos o de la actividad económica, pueden definirse como las oscilaciones de la expansión a la contracción de la , que ocurren entre sucesivas.
- Ciclo Corto: El ciclo corto se define como la trayectoria económica que sigue la acumulación capitalista en un lapso determinado y culmina siempre con la crisis de sobreproducción de capital. Este ciclo corto puede durar de 7 a 11 años. Las fases de este ciclo son a) la prosperidad, b) la crisis o sea, el punto de interrupción del crecimiento económico, c) esta crisis puede tomar la forma de recesión cuando se supera en el corto plazo o bien de depresión cuando se supera en el largo plazo. También a estas fases se les llama momentos del ciclo económico.
- Ciclo Largo: El ciclo largo se define como la articulación de una forma específica de tecnología con una forma específica de un método de organización del trabajo. Los ciclos largos son el resultado de la sucesión de ciclos cortos; siendo los ciclos largos los que subordinan a los ciclos cortos porque la interrupción del crecimiento ocurre sobre la base estructural de la misma tecnología y del mismo método de organización laboral. Dentro del ciclo largo anterior se comienza a gestar el nuevo ciclo largo.
7. ANEXOS
un litro de aceite comestible y de leche; un kilogramo de arroz, azúcar, carne molida de res, de puerco, frijol, galletas, harina de maíz, de trigo, huevo, detergente, jabón para trastes, sal, y tortillas; una lata de 174 gramos de atún; 200 gramos de café soluble, 100 gramos de crema ental, una barra de 150 gramos de jabón para tocador, 200 gramos de pasta para sopa, una lata de 425 gramos de sardinas con salsa de tomate; y una pieza de bolillo.