En segundo lugar, ocurrió precisamente en estos años que mientras la demanda europea por lana crecía, la otra fibra que siempre le había hecho competencia a la lana en el mercado mundial, el algodón, desapareció casi por completo. La lana quedó durante cierto tiempo como la unica gran fibra textil en todo el mundo. El principal productor de algodón del mundo era el sur de los Estados Unidos. La Guerra de Secesión (1861-1865) arruinó por varios años a los plantadores sureños y al "rey algodon", como fuera llamado por los historiadores norteamericanos. El precio de la lana, en consecuencia, se alzó hasta cifras nunca vistas. Casi no existía fibra competitiva y la demanda europea era mas firme que nunca.
En tercer lugar, los estancieros orientales se dedicaron al lanar ante la crisis que contemporáneamente vivió el vacuno en sus precios y en su existencia. Ya estudiamos como hacia 1862 la cotización del novillo para saladero había descendido debido a que la superproducción de tasajo le dió tan escaso valor a la carne que los vacunos comenzaron a valer lo mismo muertos en la estancia y aprovechado sólo el cuero , que faenados en el saladero.
Al precio del vacuno en descenso se unió una grave sequía que afectó el pais entre 1860 y 1862, la misma que provocó las dificultades al gobierno de Berro para movilizar sus ejércitos y hacer frente a Flores. A la mortandad de caballos y vacunos solo había una forma de hacerle frente: incorporar el lanar, mucho mas resistente a la sequía que los otros dos tipos de ganado.
Ya en 1861 el jefe político de Cerro Largo, José Gabriel Palomeque, advertía que en la misma extensión de campo en que se cuidaban dos mil reses vacunas, se podían albergar doce mil ovejas y obtenerse una utilidad 4 veces mayor.
Seguro contra el clima adverso y la escasa rentabilidad de la explotacion antigua basada en el vacuno criollo, ambientado por una demanda excepcional debido a la momentánea desaparición del algodón y a las necesidades crecientes de la industria europea, el lanar triunfó y se impuso en el país en 8 años.
Las consecuencias fueron múltiples e importantes. Los estancieros no abandonaron al vacuno, simplemente colocaron el ovino a su lado. La explotación conjunta será uno de los rasgos mas originales de la ganadería uruguaya y rioplatense. Desde este angulo el lanar capitalizó el medio rural, pues se agregó al viejo valor representado por el vacuno criollo, el nuevo representado por la oveja.
En 1872 se calculó que el ovino incrementó en un 50% los bienes existentes hasta ese momento en la estancia antigua.
Enriquecimiento de los hacendados, pero también cambios sociales. Cuidar las ovejas no era lo mismo que pastorear vacunos criollos. Se necesitaba mas personal. El ovino era un animal mas debil y sujeto a enfermedades que el vacuno de la época. Mientras no existieran alambrados, el control del mestizaje debía hacerse por el hombre. Todo conducía a la demanda de mas brazos. Fué ésta la única modificación en la ganadería del siglo XIX que demandó un mayor número de peones. Según fuentes de la época, la vieja estancia basada en el vacuno requería un peon cada mil animales, los que podían pastar en dos mil hectáreas. Si la estancia se transformaba en ovejera las cosas tenían que cambiar. Las majadas estaban a cargo de un pastor. Se formaban con un numero variable de cabezas, el que en las explotaciones mas avanzadas no pasaban de 800 y en las corrientes fluctuaba entre 1.000 y 1.200.
Como la receptividad de los campos para el ovino está en relación al vacuno de 5 a 1, en 2.000 hectareas podían ser mantenidas 4 o 5 majadas, o sea que aquellas proporcionaban trabajo a 4 o 5 puesteros. De lo que se deduce que, por hectárea, el nivel ocupacional de la estancia ovejera era 4 o 5 veces mas elevado que el de la vieja estancia vacuna. Al proporcionar mas trabajo y requerir el asentamiento en el puesto, el ovino contribuyó a la sedentarización de la población rural y a restarle masa campesina a las revoluciones.
También la explotación del lanar fortaleció a quien lo necesitaba mas ya que toda la evolución económica, social y política del país había jugado en su contra: la clase media rural. Si el lanar necesita 5 veces menos campo que el vacuno - y económicamente rendía lo mismo e incluso más - el hacendado con una propiedad mediana vió en la oveja su única tabla de salvación, su posibilidad de sobrevivir en un medio dominado por la gran estancia ligada al vacuno porque era la unica que podía explotarlo. En un campo de 2.000 hectáreas podían entrar 1.000 vacunos y obtenerse una utilidad bruta de $1.500 al año; si se explotaban ovinos, entraban 5.000 y la utilidad era de $3.000.
La pequeña propiedad y la mediana sólo sobrevivieron en el Uruguay a raiz del lanar. Ataron sus perspectivas de progreso a él y sufrieron sus avatares. Del vacuno crillo - e incluso del futuro vacuno mestizo - los pequeños y medianos hacendados poco podían esperar. Con el régimen de explotación extensiva imperante entre nuestros hacendados, lo único que permitía mantener al pequeño y mediano era el ganado menor, el que requería menos campo porque comía menos.
Llegó a suceder en estos años que la estancia ovejera ofreciera a los cuidadores del lanar una posibilidad de ascenso social que la explotación del vacuno jamás había posibilitado. El inmigrante que por único capital tenía su conocimiento del manejo de la oveja . vasco, francés, inglés, alemán - pudo progresar en el establecimiento del gran propietario porque éste, ante la necesidad de mano de obra especializada, debió cederle la mitad o el tercio del procreo anual. Al cabo de poco tiempo el inmigrante era dueño de una majada, y con asuididad y esfuerzo constantes se convertía en propietario de la ansiada tierra.
La explotación lanar, en consecuencia, diversificó el cuadro de las clases sociales en la campaña. Afianzó a un grupo en extremo debilitado por el anterior sistema económico, la clase media, y permitió el ascenso social hasta el grado de propietarios de aquellos que solo tenían su trabajo como capital. Si la gran propieada siguió siendo la forma predominante, lo cierto es que el ovino fué la única transformación que logró poner un freno a su hegemonía absoluta.
Tuveiron similar envergadura las consecuencias económicas. Con el lanar el Uruguay salió por completo de la edad del cuero. La lana tendió inconteniblemente a alcanzar el primer puesto de los rubros exportados. En 1862, con el 10.6% de la exportación total, apenas si estaba detrás del tasajo, 11.5%, aunque muy alejada del cuero: 32.9%. en 1872 el cuadro ha sufrido sustanciales variaciones. La lana ha elevado su participación al 24.4%, y los otros rubros mantienen porcentajes similares a los de 10 años atrás. En 1884 por primera vez la lana supera a los cueros, concretándose en los números el fin del Uruguay basado económicamente sólo en el vacuno criollo.
Romper con la dependencia del cuero y su precio, era avanzar en el largo camino de la independencia económica del país. A partir de la introducción de la lana como otro de sus rubros exportables,el Uruguay comenzó a vivir de 3 productos fundamentales: lana, cueros y tasajo. Al diversificarse la exportación, cupo la suerte al país de que también se diversificaran los mercados compradores. Los cueros iban sobre todo a Gran Bretaña y los Estados Unidos; el tasajo a los ya clásicos Brasil y Cuba; la lana hacia Francia y Bélgica, redistribuyéndola esta nación por todo el continente europeo, en particular Alemania). No depender de un único comprador y tampoco de un solo producto eran lujos que pocas naciones de la América Latina podían darse en el siglo XIX. En ello estaría una de las bases de nuestra originalidad y futura prosperidad.
Cual era el interés político de los estancieros, ahora que había variado su esquema de producción?
La paz era una alternativa posible en el Uruguay del vacuno criollo. La guerra civil, cuando debilitaba peligrosamente las existencias de ganado, hacía que los estancieros clamaran por su fin. Pero la paz permanente, como ya se advirtió, conducía a la superproducción de tasajo y al descenso en el precio de los novillos. Precio de cuero y novillo tendían a coincidir. La paz interna fué, en cambio, una necesidad en la nueva estancia que explotaba vacunos y lanares. La revolución destruía un animal que valía por lo que daba todos los años: el vellón.
El cuero no interesaba en este caso. Cuando la "Revolución de las Lanzas" se enseñoree del país entre 1870 y 1872, las quejas de los hacendados se harán cada vez mas amargas hasta adquirir un tono de amenaza dirigido por igual hacia los caudillos blancos y colorados. Es que el estanciero-caudillo fué sustituído por el estanciero-empresario. Ello se concretó cuando los hacendados fundaron la Asociación Rural del Uruguay el 3 de octubre de 1871, en plena guerra civil, con un programa que se resumía en pocas palabras: el ordeninterno era el fundamento económico.
Los ejércitos mataban el ganado de raza, destruían la "riqueza del porvenir" al hacer un cojinillo del rico vellón, y concluían por llevarse a las peonadas a la fuerza, imposibilitando el trabajo diario, cuando no esencial de la esquila.
Estos hechos continuaban inexorablemente llevando a nuestro país por el camino que desembocaría en 1875 en el golpe en que los militares (herramienta de los ricos terratenientes y de los fuertes comerciantes montevideanos), con Latorre a la cabeza, se apoderarían del Estado.
Apogeo y Crisis del Uruguay Pastoril y Caudillesco
José Pedro Barrán