La primera aparición del viaje en esta novela posee una función, más bien, explicativa e introductoria. "Cada año, a principios de enero, (Hervé Joncour) partía. Atravesaba mil seiscientas millas de mar y ochocientos kilómetros de tierra. Seleccionaba los huevos (de seda), discutía el precio, los compraba. Después, retornaba, atravesaba ochocientos kilómetros de tierra y mil seiscientas millas de mar y volvía a Lavilledieu, generalmente el primer domingo de abril, generalmente a tiempo para la misa mayor." (Baricco, 2009 , pág. 10) En esta cita, el viaje del protagonista es descrito de una manera simple y breve, ya que este fragmento se utiliza solo para explicar las acciones que debía realizar el protagonista para cumplir con su trabajo. Sin embargo, en el momento que surgen problemas con la mercadería que él importa (huevos de seda), los productores de su pueblo deciden que Hervé debe emprender una nueva travesía, pero esta vez no a África, como se describía en la cita anterior, sino a Japón.
La obra está perfectamente contextualizada en el periodo en el que ocurre el conflicto. La primera fecha registrada dentro de la narración es el año 1861 y se describen ejemplos de aquella época como lo es “Flaubert estaba escribiendo Salammbó, la luz eléctrica era todavía una hipótesis y Abraham Lincoln, al otro lado del océano, estaba combatiendo en una guerra cuyo final no vería”. (Baricco, 2009 , pág. 7) Antes de emprender el viaje, también se narra un pequeño contexto de Japón. En aquel tiempo la isla estaba cerrada para turistas y el comercio, solo comenzaron a abrirse al mundo con la intervención de los buques estadounidenses que lograron imponer un tratado y lograron comenzar la apertura de la isla al público. Es en este contexto, donde el protagonista comienza su travesía.
“Cruzó la frontera francesa cerca de Metz, atravesó Württemberg y Baviera, entró en Austria, llegó en tren a Viena y Budapest, para proseguir después hasta Kiev. Recorrió a caballo dos mil kilómetros de estepa rusa, superó los Urales, entró en Siberia, viajó durante cuarenta días hasta llegar al lago Baikal, al que la gente del lugar llamaba mar. Descendió por el curso del río Amur, bordeando la frontera china hasta el océano, y cuando llegó al océano se detuvo en el puerto de Sabirk por once días, hasta que un barco de contrabandistas holandeses lo llevó a Cabo Teraya, en la costa oeste del Japón.” (Baricco, 2009 , pág. 26) En este fragmento se presenta el primer viaje que Hervé Joncour emprendió a la isla oriental de Japón. La principal característica de este trozo de narración, utilizado como recurso literario, es su repetición a lo largo de la obra experimentando variaciones solo en el final y en el nombre del lago Bajkal. Para el lector esta reiteración se percibe casi como una llamada “paramnesia” que se puede interpretar de diversas maneras.
La repetición de palabras, frases y, en este caso, párrafos enteros puede tener diferentes funciones. La interpretación más concreta que puede formularse el lector sobre la repetición de secciones en “Seda” está relacionada con la importancia de aquellos pasajes. Posiblemente Baricco, para evitar profundizar en los viajes y dedicarse a ahondar otros aspectos de su novela decidió escribir ciertos fragmentos en la forma que el lector, al tener la primera oportunidad de leer el pasaje, pueda comprenderlo e interpretarlo rápidamente, finalizando así, el análisis de cuatro secciones distintas dentro de la obra (número total de repeticiones del pasaje) de una sola vez.
Otra posibilidad de interpretación que es posible plantear se relaciona con las características oníricas que poseen la mayoría de las obras de Baricco. Al sentir la repetición como una paramnesia, se produce una sensación en el lector de confusión y el autor comienza a jugar con la mente de éste, en el sentido de introducir a la memoria dentro de esta lectura y entremezclar los recuerdos con la lectura. De esta manera, el autor logra los efectos de ensoñación en el lector que dan a la lectura otro ambiente y otras posibilidades de comprensión.
En tercer y último lugar, se ha analizado la posible relación entre las repeticiones y el título de la obra. Las características principales del género llamado seda son su transparencia, suavidad y ligereza. Estos tres atributos se pueden encontrar también en la obra de Baricco. La cualidad que está relacionada con el viaje es la ligereza en la obra. Gracias a que existen varias secciones se repiten casi textualmente, de las cuales una en particular ha sido nombrada, son pasajes que se pueden leer fluidamente sin tener que detenerse ya que se hacen conocidos para el lector. De este modo la lectura se hace más rápida y fluida en esos fragmentos, por lo tanto se puede decir que es una lectura liviana.
Es un hecho que no hay límites de perspectivas sobre un tema determinado. Con el subtema del viaje físico en la obra “Seda” de Alessandro Baricco ocurre lo mismo. Como lector, me ha parecido que existen tres interpretaciones posibles de este tópico y sus características. El darle poca relevancia al viaje, intentar entremezclar lectura y memoria o la posible relación con el título demuestran recursos literarios realmente bien empleados por Baricco y sinceramente, esta obra contiene mucha belleza que se logra mediante diferentes características estructurales, que combinados con los subtemas y tópicos, entre otros, le dan la textura necesaria a la obra para asemejarla a un objeto tan lujoso como lo es la seda.
Bibliografía
-
Baricco, A. (2009 ). Seda. Barcelona: Anagrama.
En francés “Déjà vu”, es una alteración de la memoria por la que el sujeto cree recordar situaciones que no han ocurrido o modifica algunas circunstancias de aquellas que se han producido. (Diccionario de la RAE)