Quizás es por eso se describe como una “onda sonante” en un “mar sin playas,” o como un “cometa errante” (rima XV) en el vació de espacio, imágenes de cosas poderoso y grandes que representan su capacidad mental y el curso de su vida pero que son, también, incapaces de demostrar sus potenciales sin una playa o un destino concreto con que pueden chocar. De todas formas la rima provoca un sentido de solidaridad incurable y un sentido de estar completamente atrapado y solo. Pero ¿por qué sentía tan solo? ¿Por qué siempre estaba buscando “algo mejor?” (rima XV)
A lo mejor Bécquer nunca podía estar contento porque sabía que “llev[aba] algo divino aquí dentro,” (rima VIII) que su genio era algo que la gente tal vez podría reconocer en alguna nivel, pero nunca reconocería hasta su máximo potencial. Es decir, Bécquer sabía que tenía una habilidad que quedará dentro de él hasta su muerto pero no sabía su propósito en la vida y que tendrá que “cruz[ar] el mundo sin pensar de donde ven[ía] ni a donde [sus] pasos se llevar[án]” (rima II). La realidad de las limitaciones de la lengua le dejaba sentir solo en una manera que no podía ser aliviado con la presencia de una persona, ni con lealtad a Dios. Aunque dice en rima XVIII que cree en Dios, me parece que a veces Bécquer sentía confundido por sus motivos. Quizás sintiera que el don que Dios le había dado era bastante disminuido porque le había puesto en un mundo donde su genio tenía que quedar atrapado en su cabeza.
Por eso me parecía que había un inquieto sentimiento de irritación sobre la actitud de apatía del hombre cualquiera que estaba sutilmente metido en sus rimas. Aparte de saber que nadie le pudiera entender completamente, se dio cuenta que también la mayoría del mundo no estaba intentado. “No digáis que agotado su tesoro, de asuntos falta enmudeció la lira,” (rima IV) porque Bécquer podía ver que había bastante, casi demasiada inspiración por todos lados que nunca fallará inspirarnos. “Mientras hay la ciencia... mientras se sienta que se ríe el alma... mientras haya esperanzas y recuerdos, habrá poesía!” (rima IV) Bécquer quizás veía la actitud de la mayoría de los hombres como la de la dueña que guardaba su arpa en el “salón en el ángulo oscuro… tal vez olvidada” que quedaba “silenciosa y cubierta de polvo.” (rima VII) Creo que usó la imagen del arpa porque es un instrumento tan bonito, aunque complicado, con tanto potencial de crear algo ingenio, si se intenta. Quizás pensara que una dueña que no toque tal instrumento fuera como tener un cerebro y pensar que faltan asuntos de escribir poesía.
Para Bécquer, debía haber parecido una locura que el hombre no podía encontrar inspiración porque en su mundo la inspiración era un inevitable poder natural, como un “huracán” que “agita las ideas” o un “volcán” que murmulla “en el alma.” (Rima III) Y como un huracán o volcán, si lo ignoras, sufres las consecuencias. Igual que la inspiración: si no ordenamos el “caos” del mundo que nos inspira, como “ideas sin palabras y palabras sin sentido,” o “cadencias que no tienen ni ritmo ni compás” (rima III) las consecuencias serían que no tendríamos poesía (“podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía.” (rima IV)), o “armonioso ritmo que con cadencia y número las fugitivas notas encierra en el compás.” (Rima III) A mi me parece que a lo mejor Bécquer pensara que el propósito de la inspiración puesto en el mundo creado por Dios fuera para desafiarnos a “arrancar…” las notas que duermen “en las cuerdas” del arpa “olvidada,” (rima VII) o investigar por qué “los átomos del Iris… nadan en la luz.” (rima III) Y aunque admite que el desafío es difícil, que “tan solo es dado al genio atar” (rima III) “el mundo de la forma al mundo de la idea,” (rima V) quizás viera que a la mayoría de los hombres no les apeteciera el reto; que a lo mejor necesitaran “una voz como Lázaro” para decirles “Levántate y anda!” (Rima VII)
Sobre todo la solidaridad de Bécquer no era una cualquiera, no era como la solidaridad que automáticamente acompáñanos sentir malentendido. Era una mas profundo porque él era un hombre más profundo que la mayoría de nosotros.